Durante el pasado 2005 el jurado de ciencias sociales –integrado por Joel Cordoví, Laura Elena Alvaré y Maricel Bauzá– decidió otorgar su reconocimiento al ensayo Poder – saber: Una Ciencia Política de la Liberación, del joven profesor universitario Hiram Hernández Castro. Ignoramos el tema de los otros textos concursantes, pero no cabe duda de que el libro editado por la joven Royma Cañas en su modesta oficina de la editorial de Ciencias Sociales, y presentado este plomizo miércoles de febrero en la sala “Fernando Ortiz” dará de qué hablar.
En su introducción, el ensayista Julio César Guanche, llamó la atención sobre que, desde el título, se alude a Michel Foucault y sus reflexiones sobre el poder. En esta dimensión, Hiram es un pionero en la apropiación crítica del autor francés en Cuba.
Un reconocimiento latente para este primer libro de Hernández Castro es el hecho de que los jurados de ensayo de los Pinos Nuevos suelen inclinarse por textos de historia, y la lista de abordajes filosóficos es bastante breve. Dimitri Pietro Samsónov –prologuista y compañero de Hiram en debates nocturnos y desvelos pedagógicos– señaló que Poder - Saber... es una provocación para despertar el debate sobre ese otro mundo posible. Nadie duda que sea necesario, pero ¿qué mundo es ese?
Este libro se mueve en el análisis de la socialización del poder (en su dimensión de la toma de decisiones) y el conocimiento. La segunda parte del título –Una Ciencia Política de la Liberación– hace que Hernández Castro se separe de Foucault para acercarse a las teorías emancipadoras de América Latina. Comoquiera que las Ciencias Políticas tienen poco tiempo de existencia en los currículos universitarios cubanos, este texto pone a su autor en el ojo de la tormenta: a pesar de su juventud es ahora una de las autoridades en la materia.
Precisamente su juventud es un signo alentador dentro de este debate que nos debemos -concluía- pues el que los jóvenes participen en discusiones políticas y debates sobre el sentido de la política, les pone a la vanguardia. Tras las entusiastas intervenciones del moderador y presentador, al autor poco le quedaba por decir. Hiram solo declaró que sus ciento ochenta y cinco páginas son profesión de fe hacia la Libertad, a la cual considera el único valor absoluto.
Su libro habla de eso, de cómo salir de los pequeños y cómodos lugares que son las categorías habituales para repensar el mundo, las relaciones interpersonales, las razones para hacer y vivir, amar y transformar cada día esa inefable materia que es el tiempo. Se trata de liberarnos a nosotros mismos liberando a los otros. Se trata de mantener la inconformidad.
Publicado por primera vez en el sitio de la Feria Internacional del Libro de Cuba (XV edición, 8 de febrero de 2006 (http://www.cubaliteraria.cu/evento/filh/2006/)
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