Nadie lo dude. La verdad es una fuerza viva, agitadora. Además de constituir la mejor manera de hacer la denuncia contra males y abusos, y de constituirse en la mejor propaganda para convocar a la lucha contra estos, porta un llamado a la vergüenza de cada ser humano, una invocación radical contra el acomodamiento y el facilismo.
La verdad es revolucionaria cuando se usa para denunciar cuantos abusos y expoliaciones cometen los poderosos contra los débiles; la coerción que ejercen las potencias industriales y militares contra las naciones que se debaten por alcanzar un mínimo de desarrollo social y económico, –vía chantaje comercial y financiero; los abusos que ejercen las corporaciones poderosas sobre los individuos, los pequeños negocios y el medio ambiente. La verdad es revolucionaria cuando permite reconocer, disimulados entre los signos de opulencia u opacados por los neones del consumismo, al desplazado agonizante; al sin hogar, desechable y desechado, que revela el precio de la insolidaria competencia a ultranza. Reconocer al enemigo y desnudar sus falacias es el primer paso para convocar a la lucha contra el mismo.
La verdad es revolucionaria cuando se ejerce como crítica oportuna y sirve para señalar los errores de los proyectos que buscan un mundo mejor. Reconocer las faltas es el primer paso para rectificarlas y liberar las naves de los vicios que lastran el avance.
El llamado y las críticas oportunas del segundo secretario del PCC, sirvieron para traer a colación los problemas de la tierra explotada con pésima eficiencia; el congreso de la UNEAC encaró deficiencias groseras en el sistema de educación que se comenzaron a enfrentar.
Lo que hace que ciertos sucesos sean noticia en Cuba, es su excepcionalidad. Los mismos sucesos en otras latitudes son rutina que no molesta a un periódico pueblerino. Porque lo que se busca construir aquí, es algo que pretende en última instancia liquidar las taras y defectos que se dejaron atrás con el otro sistema, con cuyo mismo destino eran consustanciales.
Reconocer la verdad, y reconocerla completa. La verdad es que en el estado ideal de las cosas, sin bloqueo, sin agresiones de la potencia empeñada en recuperarnos como neocolonia, hubiera hoy muchas más riquezas y bienestar a compartir. La verdad es que sin bloqueo y con todas esas riquezas, aún habría muchas personas presas de la corrupción, dispuestas al latrocinio, al atraco y la rapiña que les permitan alcanzar las metas de la más inescrupulosa codicia, dejando la estela inevitable de víctimas y dolor. Y en la situación de bloqueo, la amarga verdad revela que aún así hay personas que no dudan en robar de los hospitales comida, computadoras, y otros recursos de los que la sociedad, apretándose el cinturón, dedica a los más necesitados. Cuando se roba una computadora de un hospital, puede que una secretaria se quede sin su juego de solitario, pero puede que un sofisticado equipamiento, que al país le costó millones, quede meses sin funcionar por falta de un costoso programa de control que se esfumó con el atraco. Cuando se le roba la comida a un enfermo, simplemente se demuestra que no se tienen entrañas, y eso no se justifican ni con mil bloqueos.
En todo caso, tanto en el estado ideal como en este real donde sí hay bloqueo, las situaciones de oprobio tienen causas y responsables, origen, agentes, víctimas, testigos impotentes y otros tolerantes. Y otros –ya veremos quiénes– tendremos el deber de comportarnos como revolucionarios. De no ocultar la verdad, con lo que se protegería indebidamente al malhechor. De analizarla objetivamente, sin histerias extremistas, pero tampoco con tibiezas indolentes. La mejor manera de asegurarse que los responsables enfrenten la justicia, es haciéndola pública. La mejor manera de prever futuros problemas similares, es aireando las causas que le dieron origen al problema actual y haciendo públicas las medidas con que se intentará corregir el rumbo y evitar nuevos conflictos. La verdad, será siempre la mejor manera de defender la Revolución.
El accionar de cierto periodista extranjero ha llamado la atención. Quien ha llamado al bloqueo por su nombre; ha destacado el ridículo de llamar terrorista a la Isla más víctima del terrorismo; ha respetado como se merece el heroísmo de médicos consagrados a aliviar la desgracia, tanto en casa propia como en la ajena, también ha sentido el deber profesional de señalar con severidad la mancha y llamar la atención sobre lo dolorosamente que empaña el resto del resplandor. Su acción sería un ejemplo que ojalá otros colegas fueran capaces de seguir. Sin estar obligado a mostrar sentido de pertenencia, ha mostrado más carácter revolucionario diciendo en cada momento lo que considera pertinente. Puede equivocarse. Pero tengo la seguridad: más se equivocan, más daño hacen a la Revolución, los que pretendan silenciar problemas, ocultar accidentes, sepultar grises quinquenios y fallos deplorables como si nunca hubieran ocurrido, como si sus víctimas y testigos pudieran olvidarlas tras una cortinita rosa de propaganda. Casi siempre estos tendrán algo que ganar con el silencio que da pie y conduce a la impunidad. Pero lo que ellos ganen, la Revolución lo pierde. A menos que los verdaderos revolucionarios logren hacer prevalecer la verdad.
Kudos para The Lies we Told Each Other en AO3
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Hay que dar las gacias y celebrar los pequeños éxitos. 7 de noviembre:
AllIWantToDOIsRead leyó 3 de las historias de la saga The Lies we Told Each
Other12...
Hace 1 semana
10 comentarios:
Yo también lo comenté en LPD, para que no saliera mi comentario, pero luego de ver quién era el autor prefiero comentar aquí.
Hablando de verdades, no he visto a la prensa cubana decir algo sobre el acto de los oftalmólogos cubanos de Operación Milagro, sucursal Panamá, de llevarse los expedientes de sus pacientes luego de dar por terminada la misión.
Tampoco dicen nada sobre por qué se negaron a capacitar a personal panameño.
lamento haberme decepcionado en Ud, Rogelio. pero le entiendo : es muy fácil mantener la fé en que estás en posesión de la "verdad", y de que esta es "revolucioanria" cuando nadie tiene la posibilidad de refutar tus argumentos.
mis mejores deseos para el futuro de su bebé. auqnue no crea que su "verdad" sirva para fundamenatr ese futuro.
adios
100%
Si es cierto lo de llevarse los expedientes -no me consta- es una falta de ética injustificable. lo de no capacitar otro personal -tampoco me consta- podría depender de las condiciones del contrato que se estableció para la operación milagro. en Cuba está la escuela latinoamericana de medicina que forma miles de médicos de toda américa latina y el caribe anualmente, incluso algunas decenas de estadounidenses
Mahavishnu
Como no he hecho nada por crearle a ud. en particular ninguna expectativa, no soy responsable de su decepción.
Rogelio :
por ejemplo , ¿borrar los coemntarios bajo el nick askatu ?
Comprenda, su ideologia la puedo respetar e intentar analizar sus argumentos. Como no nos conocemos personalmente, escribir en un blog es uan invitación tácita de "amisatd" virtual. dejar abietos los coemntarios es una invitación aun mas a trevida a recibir critica o elogios. borrar lso coemntarios que con criticos con lo expuesto, peor mantienen el repseto pro el autor del texto, es uan groseria.
De ahi la decepción.
Solo los principios "cientificos" que ha usado Ud para criticar la patraña homeopática. Preparese para escuchar de genética soviética (aplciada a la realidad cuaban, supongo que será algo asi como "si al marabu se le asusta con caceroaldas, crecerá una generacion que será mas propensa a la histeria y menos dañian para el suelo)
Siempre en lso limites de la "preocupacion" por la salud del pueblo.
Mahavishnu:
Un comentario de azkatu fue borrado porque era, antes que polémico, irrespetuoso con el autor. Fíjese que 100% señala una "verdad incómoda" y recibió respuesta, en cómoda, aunque discontinua, comunicación.
yasmin (y Rogelio):
la forma mas sencilla de entenderse es decir las cosas tal como son (o nos parecen)
Por ejemplo, em lugar de escribir "cierto periodista extranjero" escribes Fernado Ravsberg, y al que le pique que se rasque.
Si a mi me parece que lo que evita que los periodisats cubanos se comporten con el minimo de profesionalidad que se le supone (lease FR) es el miedo, ¿por qué voy a difrazar esa idea con "condiciones objetivas y subjetivas" que no vienen al caso. Y Fernando no hace nada del otro mundo, mas que su trabajo. Es cierot que tampoco arriesga demasiado, mas que ser expulsado de la isla.
Entonces decidme, ¿en serio creeis que es tan sencillo como apelar a "la verdad que os hará libres" ?
¿Acaso os falté el respeto ? Yo creo que no. nada en mi comentario tenia intención de ofender, lo cual no significa que esté en lo cierto.
En fin ,es una lástima. No se como ustedes no se dan cuenta que estos jueguitos a redefinir las palabras para no herir sensibilidaes (no las vuestras, sino la de otros posibles ojos) aburren y son bastante tontos.
y yasmin, 100 % señala una verdad incomoda que atañe al gobierno/revolucion , whatever.
este blog lo lleva rogelio, no el gobierno. a mi no me interesa polemizar con el gobierno , sino con el autor del blog. que no es del gobierno, supongo.
administrad con un poco de empatia la atención de los internautas. o cierren los comentarios y escriban para ustedes mismos
Ah, ya veo que los medios cubanos se volaron esa parte. Digo, es obvio por la forma en que me contestas, que no estabas al tanto de eso, ni siquiera lo han publicado para desmentirlo.
Me voy a Cubadebate, que parece que sacó algo.
Tampoco Cubadebate dice nada de los expedientes, de negarse a capacitar al personal, ni de lo último que salió de las demandas por mala praxis ni de los 88mil dólares mensuales que costaba eso...
En cambio, le echan un vómito de altura al Comité Visión 20-20. No lo entiendo. Si integra al Seguro Social y al Ministerio de Salud, con funcionarios del gobierno y una clínica privada de mucho prestigio, ¿Cómo pueden dispararle ese veneno de que "tienen intereses espúrios"?
Rogelio, pienso que ocultar parte de la historia también es dañino. Incluso más dañino que no contar nada.
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