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12 de febrero de 2007

Memorias 2005: Viajar en moto junto a Ernesto

Foto: Andrés Barca

Le decían La Poderosa, era una moto con sus añitos, pero segura en las curvas y tranquila ante los equipajes exagerados. Su última aventura la vivió junto a dos jóvenes estudiantes de medicina: Alberto Granados y Ernesto Guevara de la Serna. La Poderosa murió, de la muerte de las máquinas, en una carretera chilena. Dicen algunos que estaba en paz, porque sus amigos estaban bien encaminados: Alberto hacia la vocación de entrega que implica la medicina, Ernesto hacia la vocación de desprendimiento que implica la lucha constante por la justicia. Al cabo, muchos olvidaron a La Poderosa, pero pocos en Nuestra América olvidaron al joven Ernesto, -en Cuba le dicen Che-, que acabaría siendo uno de los grandes íconos de la lucha antiimperialista de todo el mundo.

De Guevara se ha escrito mucho, y se le ha leído mucho. Sus discursos, crónicas y ensayos son libro de consulta para personas de diversas culturas y credos, es por eso que Ocean Press presentó en esta XIV Feria del Libro sus Notas de Viaje. Diario en motocicleta, acerca del viaje de Ernesto, Alberto y La Poderosa hicieran con el propósito de conocer América Latina.

Aquel viaje abarcó cinco países: Argentina, Chile, Perú, Colombia, Venezuela, se extendió desde Córdoba, en diciembre de 1951, hasta Caracas, el 26 de julio de 1952. El muy joven Ernesto tenía veintitrés años y cierta vocación por la literatura. De ahí que decidiera llevar un Diario donde registraba en forma narrativa sus peripecias y vicisitudes, toda la enorme aventura que significaba ponerse en marcha en busca de la América esencial.

Con posterioridad estas vivencias fueron recreadas por el propio Ernesto en forma de relatos, y su escritura revela la profunda radicalización que provocara el viaje en sus ideas políticas y sociales. Notas de viaje. Diario en motocicleta, adquiere así el valor de la joya bibliográfica que revela elementos de una etapa poco conocida y, a la vez, rasgos sobresalientes de su personalidad, de su formación cultural y de su capacidad narrativa.

Estas notas no son una indiscreta intrusión en las intimidades de un joven que busca su vocación última, sino las señales que dejara en un viaje que fue también viaje interno, descubrimiento de su razón vital, inicio de su entrega a la lucha eterna por la justicia.

Publicado por primera vez en el sitio de la Feria Internacional del Libro de Cuba (XIV edición, 11 de febrero de 2005 (http://www.cubaliteraria.cu/evento/filh/2005/)

11 de febrero de 2007

Memorias 2005: Fragmentos de un sueño editorial

Foto: Tamara Gispert

Al medio día, con el local lleno del rumor de las hojas que se pasaban a prisa, comenzó la reunión. Estábamos en la sala "Nicolás Guillén", tras la última sesión del Encuentro de Editores correspondiente a la XIV Feria Internacional del Libro. Lo que aconteció luego no estaba en el programa, lo sé de buena tinta, pero funcionó perfectamente como clausura para el espacio que, durante tres días, atrajo la atención de los profesionales congregados para la fiesta del libro de Cuba. Se trata de la presentación de un libro pensado y editado expresamente para los editores: Disquisiciones sobre temas editoriales y del idioma, de Fernando Carr Parúas.

Yo no salía del asombro, al ver tan diversos rostros alegres ante la entrega del volumen, como parte del módulo bibliográfico correspondiente al Encuentro. Desde los sobrios empleados de la Editora Política hasta una relajada chiquilla de Extramuros, los editores estaban de plácemes. En la mesa presidencial, Fernando empezó a comentar el proceso que lo llevara al nacimiento de este texto, y yo -pura manía simplificadora que contraen algunos periodistas- solo esperaba que mencionara un nombre clave al cual responsabilizar de semejante maravilla. Porque no podía ser solo cosa de él. ¿Verdad?

Tal vez la culpa sea de los editores de Ciencias Sociales y Científico Técnica, que le pidieron a Carr unos talleres sobre elementos técnicos que siembran dudas y debates en el proceso editorial. Tal vez sea culpa de los alumnos, porque Carr perdió sus notas y ellos le ayudaron a recuperarlas, para guardarlas en sitio seguro, junto a los textos de gazapos que escribiera para Bohemia y Juventud Técnica. Tal vez sea culpa de Moralinda del Valle Fonseca, esposa de Fernando, pues comparten la manía por el trabajo detallado y meticuloso, por lo que juntos escribieron un Diccionario de términos de escritura dudosa. Tal vez sea culpa de Fanny Carvajal Roche, Sarahy González e Ilka Pell, las cuales fueron sus alumnas y ahora son sus colegas. Tal vez sea cosa del trabajo de todos ellos juntos, de la vida larga y estudiosa de Carr, primero junto a Alvero Francés y Zacarías Tallet, luego por su cuenta, superándose día a día.

El hecho es que la aventura culminó en estas Disquisiciones. de excelente actualidad. El libro no es un simple manual, sino una serie de anotaciones y comentarios dirigidos a solucionar diversas dudas y problemas que pueden presentarse durante el proceso de edición. En él se incluyen las últimas normas sobre la acentuación y puntuación que aparecen en la Ortografía de la Lengua Española, de 1999. Además, entre otras cosas, se hace referencia a las divisiones de palabras según el estilo tipográfico, y se analiza una amplia variedad de términos, de acuerdo con la última edición del diccionario académico. De tal suerte que es asequible y útil para todas aquellas personas involucradas, de una y otra forma, en la realización de cualquier tipo de publicaciones.

El autor hablaba, los editores seguían pasando las páginas con rostros soñadores, yo miraba a todos lados y dejaba a la grabadora portátil hacer su trabajo, buscaba un título a mi alrededor. La expresión de una joven de largo cabello azabache me dio la clave -perdóname, desconocida belleza de traje sastre color amarillo tierno-. Y es que ella me miró brevemente, con los ojos brillantes de niña pícara, y dijo muy bajito: Y lo mejor es que no es un sueño.

Publicado por primera vez en el sitio de la Feria Internacional del Libro de Cuba (XIV edición, 10 de febrero de 2005 (http://www.cubaliteraria.cu/evento/filh/2005/)

7 de febrero de 2007

Memorias 2004: Asómense a sus balcones, La Cabaña se ve desde Madrid

"Arribamos a este comienzo de final con cifras que pueden ser motivo de satisfacción." Con estas palabras comenzó su informe María Mederos, Presidenta de la Cámara del Libro; el espacio era la sala "Nicolás Guillén" del Castillo San Carlos de La Cabaña, la ocasión, la ceremonia de clausura de la primera etapa de la Feria Internacional del Libro de La Habana. La actividad se llevó a cabo bajo un cielo encapotado, pero eso no frenó los corazones de los que organizan este evento, que ya cierra sus puertas en la sede central para extenderse, como una fiebre, por toda la isla.

Como la Feria continúa en el Pabellón Cuba de la capital y en el resto del país, se deduce que las cifras presentadas en las declaraciones de esta tarde no son definitivas, pero sí impresionantes. Según la Cámara del Libro, hubo 96 expositores (57 cubanos y 39 extranjeros) que representaron a unas 250 editoriales interesadas en el mercado del libro cubano. Estas casas publicitarias y distribuidoras llegaron desde 22 países distintos.

Cada año un jurado, integrado por representantes de la Cámara y del Comité Organizador, otorga premios al diseño de las diversas áreas expositivas. En la categoría de Mejor Stand Nacional se entregaron tres reconocimientos a: Producciones “Abdala”, la Asociación “Hermanos Saíz” y Ediciones Boloña. El diploma por Mejor Stand Extranjero también se entregó por triplicado a: Alemania, Los libros más pequeños del mundo y Radom-House Mondadori. Los espacios más originales fueron: Ediciones La Jiribilla, Ediciones Vigía, y Gente Nueva. El jurado otorgó un Premio Especial al Pabellón Infantil.

Reinhard ThicleTras la intervención de la representante de la Cámara, ocupó el estrado Reinhard Thicle, coordinador de la asociación Cuba Sí. Thicle, que se mostró muy emocionado por las experiencias acumuladas en los últimos días, calificó estas jornadas de difíciles e inolvidables. A pesar de la oposición del gobierno federal alemán -declaró- nunca antes la participación germana fue mayor. Todas las casa editoriales alemanas asistentes, que trajeron unos dos mil libros, donarán sus muestras a las bibliotecas de Cuba. Nuestra delegación regresa a Alemania con magníficas impresiones, porque lo que hemos vivido aquí en atenciones, dedicación, conversaciones comerciales e interés de los visitantes, sobrepasa todas las expectativas. Aquí descubrimos a la Feria del Libro como una fiesta de la literatura y del arte para todo el pueblo, lo cual nos deja estupefactos.

Heinz DieterichA continuación tomó la palabra el politólogo alemán Heinz Dieterich quien hizo sus declaraciones a nombre de los escritores participantes. No es noticia que este pensador, asentado en México desde hace varios años, posee un profundo sentido de la ironía, por lo que dio las gracias a los funcionarios del gobierno alemán, en especial al Canciller Oscar Fisher. Sin ese empujoncito que nos dieron los burócratas del gobierno federal, este éxito, que todos compartimos ahora, acaso no habría alcanzado esta dimensión. En opinión del autor de América Latina frente al Tercer Orden Mundial, la torpeza política de Fisher despertó en muchos la conciencia de resistir. No creo que tengamos el poder para cambiar la política de los que mantienen el boicot -Fisher, el gobierno español y el norteamericano-, pero hemos descubierto nuevos sectores de resistencia en Alemania, aparecieron muchos de los veteranos de la RDA. Ellos no estaban activamente integrados en la solidaridad con Cuba y dijeron "es hora de volver a la lucha". Todos estos descubrimientos y logros son méritos que se oponen a la lista de los reaccionarios y serviles del gobierno federal. Aquellos que conocen las monstruosidades mercantiles de las ferias del libro en el resto del mundo, saben que en ninguna se siente un espíritu como el de La Habana. Esta Feria ha sido un triunfo táctico frente a la derecha, y debemos construir sobre ese triunfo la continuidad de la fuerza espiritual con la cual derrotaremos a los autores del boicot.

El presidente del Instituto Cubano del Libro, Iroel Sánchez, se concentró en exponer los logros que se han registrado, hasta el momento, en materia de participación en este evento. Realmente los números impresionan por su crecimiento frente al año anterior: hasta el mediodía de este domingo hubo 452 190 visitantes -43 266 más que en 2003- , la venta de libros alcanzó el millón de ejemplares -sin contabilizar los diversos stands y puestos al aire libre-, unos 542 títulos de editoriales cubanas y extranjeras se presentaron en estos días, los encuentros teóricos y debates convocaron a una gran cantidad de intelectuales de Europa y América. Todos estos espacios reafirman a La Habana como plaza para el pensamiento crítico, alternativo, renovador y enfrentado a los desafíos del mundo actual. Eso permitió que, a despecho del boicot cultural de la Unión Europea, llegaran a Cuba 165 figuras del mundo intelectual -más de 80 alemanes. El Presidente recordó que los escritores, editores, intelectuales y lectores cubanos son los mayores protagonistas de este evento, sin ellos y la voluntad de nuestras instituciones culturales, no se podría disfrutar de la Feria en La Habana y en otras 33 ciudades de Cuba.

Iroel Sánchez, Ricardo Alarcón y Abel PrietoEl último anuncio oficial fue que la XIV edición de la Feria, correspondiente al 2005, estará dedicada a los Premios Nacionales de Literatura Jesús Orta Ruiz y Abelardo Estorino, mientras que el País Invitado de Honor será la República Federativa de Brasil.

Las palabras de cierre de la ceremonia estuvieron a cargo de Ricardo Alarcón de Quesada, Presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba, que participara en varios eventos de la Feria. En un gesto de modestia, Alarcón se tituló portavoz de los miles de cubanos que han disfrutado de esta gran fiesta de la cultura, acontecimiento editorial que devino en los últimos tiempos verdadero fenómeno social, cuya dimensión no se alcanza a definir aún. Felicitó a los organizadores y trabajadores por cada aspecto del evento. La Feria va más allá de lo que -usualmente- se entiende por cultura, son los niños con papalotes en los jardines del castillo, las familias que pasan la tarde fuera de la ciudad, a la sombra de los muros. Gracias a la Feria se emplea el tiempo libre de modo más noble. Agradeció a los creadores cubanos -editores, escritores, ilustradores- sin cuya presencia la Feria carecería de relación con el movimiento cultural cubano; también agradeció a los intelectuales de otros países, en especial a los miembros de las delegaciones alemana, española y norteamericana, por el acoso de sus gobiernos. Ya el Castillo de San Carlos de La Cabaña no es expresión del poder colonial español, sino el escenario donde un pueblo libre y culto se encuentra para saludar a poetas, filósofos, narradores o para disfrutar de las bellezas de la ciudad. Así también se expresa la independencia de este pueblo.

El Presidente de la Asamblea Nacional de Cuba cerró su intervención con una interesante equivalencia entre el origen del conjunto arquitectónico que alberga a la Feria -se construyó entre 1764 y 1776- y su presente:

Cuenta la leyenda que el rey Carlos III, al saber del costo final de la construcción de este fuerte, se asomó a las ventanas de su palacio en Madrid y escrutó el horizonte. "¿Qué busca su Majestad?" -inquirieron los cortesanos. "El castillo de La Cabaña, en La Habana, ya que me ha costado tanto, debe verse desde acá" -dijo el soberano. Ahora, desde esta Cabaña -señaló Alarcón- yo enviaría una noticia para las cabezas coronadas, o las que pretendan coronarse en Europa: Asómense a sus balcones, porque la luz que irradiará La Cabaña ahora sí se podrá ver en Madrid, en Bonn y en todas partes, gracias al esfuerzo de los cubanos, que además, nos comprometemos a que esa luz ilumine siempre, no solo los destinos de este pueblo, sino que sea guía de otros, y quizás, lamentablemente, envidia de unos pocos.

Publicado por primera vez en el sitio de la Feria Internacional del Libro de Cuba (XIII edición, 15 de febrero de 2004 (http://www.cubaliteraria.cu/evento/filh/2004/)

Memorias 2004: Cuba defendida, un alto dentro de la batalla

En la primavera del 2003 se desató una agria polémica en los medios de prensa –en realidad eran turbios intereses políticos parapetados tras el mito de la prensa libre– acerca de el Estado Cubano. Nuestro proyecto político y su derecho a defenderse con métodos radicales fueron negados por los supuestos abanderados de la democracia occidental. Internet, la poderosa arma de la comunicación alternativa, fue el medio a través del cual se libraron la mayoría de las batallas. Desde la Cuba acosada, cuya lista de aliados y enemigos se redefinía cada amanecer, una revista electrónica realizó una cobertura urgente de cada declaración contra la Revolución y sus amigos. La sección Cuba defendida era diariamente actualizada en La Jiribilla y, gracias a ese espacio se pudo desmentir lo que la gran prensa difundía acerca de las decisiones del gobierno cubano.

Ahora Cuba defendida es un multimedia que resume aquella parte de la batalla de los medios de comunicación que transcurriera entre abril y junio del pasado año, con una cantidad de información que podría imprimirse en unas tres mil quinientas hojas. Esta tarde, en la sala Nicolás Guillén de la Feria del Internacional del Libro, se presentó al público esta valiosa recopilación de material histórico. Allí estaban muchos amigos y lectores de La Jiribilla de todo el mundo, ya que esa revista cultural se ha convertido en punto de referencia acerca de la posición de los cubanos en muchos temas. En la ceremonia se expusieron de manera sucinta los documentos (reportajes, manifiestos, cartas, declaraciones, fotografías y manuscritos) que generara la polémica de aquellos tres meses, donde La Jiribilla fue la artillería pesada para defender nuestra verdad ante el mundo.

Entre los elementos disponibles para el navegante pueden mencionarse: dos discursos del Comandante en Jefe (25 de abril y 1 de mayo), y dossiers publicados por la revista en esas semanas, que abordan de forma detallada los orígenes, las relaciones y motivaciones, de los protagonistas de la campaña anticubana: “La Mafia terrorista de Miami”, “La revista Encuentro de la cultura cubana”, “Las mentiras de El País” y “Las pruebas de la conspiración. Conferencia de prensa de Felipe Pérez Roque”. También se incluye el libro Los Disidentes, de Rosa Miriam Elizalde y Luis Báez, en formato PDF –es una compilación de entrevistas que testimonia las actividades del gobierno norteamericano desde su sede diplomática contra nuestro gobierno. A la izquierda de la pantalla principal se puede ver una lista alfabética de todos los autores que integran la multimedia. Estos nombres llevan a una ficha biográfica que incluye los títulos de los textos con que aportaron al debate. Son 184 autores de diversos países, sus declaraciones se publicaron, en su mayoría en medios alternativos o, directamente en La Jiribilla. Cada uno de los artículos de la multimedia aparece en dos formatos: htm y doc, el segundo es para que pueda imprimirse con comodidad modificando el formato según los gustos del usuario. Por último se incluyen una serie de caricaturas de Garrincha que, desde el humor, denuncia las hipocresías de aquella vil campaña y un buscador que permite localizar de manera rápida y eficiente de los materiales almacenados.

Entre los amigos de La Jiribilla que declararon sus valoraciones respecto a este magnífico trabajo editorial estuvieron Iroel Sánchez, Presidente del Instituto Cubano del Libro, Abel Prieto, Ministro de Cultura, Roberto Fernández Retamar, Director del la Casa de las Américas, y Ricardo Alarcón de Quesada, Presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular. Aunque todos ellos se expresaron de distinta manera coincidieron en que Cuba Defendida es un gran aporte al testimonio de esta batalla.

Abel recordaba la famosa película Paisaje después de la batalla, y vinculaba este multimedia, su poder para resumir, con aquel filme. Sólo que la batalla no ha terminado –se acercan las elecciones en Estados Unidos y los asesores le aconsejan a Bush que derribe a algún “dictador local”–, estamos en un alto de la batalla que entablamos en 1959 y La Jiribilla contribuyó a generar una guerrilla cibernética que puso en jaque a medios tan poderosos como El País. Gracias al sacrificio de este equipo, los que nos denigraban supieron que mentir contra Cuba tenía un precio, Cuba defendida los obligó a desmentirse, a ponerse a la defensiva. Nuestra campaña permitió que muchos intelectuales se reconocieran con intereses comunes, porque las campañas de desinformación les mantenían aislados; nos permitió recontar a nuestros aliados, desempolvar las relaciones con muchos amigos y descubrir algunos nuevos.

Abrir espacios para la verdad es la consigna, pero poner a salvo los argumentos de la verdad es imprescindible. Para lo primero la sección “Cuba defendida”, para lo segundo el multimedia Cuba defendida.

Publicado por primera vez en el sitio de la Feria Internacional del Libro de Cuba (XIII edición, 14 de febrero de 2004 (http://www.cubaliteraria.cu/evento/filh/2004/)

Memorias 2004: Una extraña decadencia

Esta tarde, bajo la frescura de una de las viejas galerías del castillo San Carlos de la Cabaña, se realizó la presentación de dos volúmenes bastante especiales. Ello se debe a que la producción de ambos autores es relativamente escasa, y es que sus ocupaciones son bastante absorbentes: se trata de Abel Prieto, Ministro de Cultura de Cuba, y de Jorge Timossi, vicepresidente del Instituto Cubano del Libro. Esa fue una de las razones, supongo, para que la sala “Alejo Carpentier” se llenara de público.

Los títulos presentados fueron dos antologías de cuentos, Abel sostenía en sus manos el breve Las aves y otros cuentos, y Timossi cerró el encuentro al leer un relato de sus Cuentos trágicos de animales.

Las aves y otros cuentos es una antología de siete cuentos escritos desordenadamente en los últimos treinta años del siglo veinte. Según explicara Virgilio López Lemus, editor y presentador del libro, en Abel –que también es ensayista- se reúnen el aguijón reflexivo del ensayista y la capacidad fabular del narrador innato. En Las aves… se resumen las obsesiones constantes del autor, ya reconocibles en sus relatos de Noche de sábado, las problemáticas de los adolescentes y jóvenes ante las diversas circunstancias de la vida. Todos los relatos están recorridos por la tesis de que el hombre es un ser para vivir en el presente, pero que batalla continuamente con su pasado. Dulce María Sotolongo, jefa de editores de la editorial Extramuros, analizó, en sus palabras de presentación, la evolución perceptible en estos textos, el primero de los cuales, “Las aves”, fuera publicado originalmente en Alma Mater, alrededor de 1970. Sin embargo, en opinión de esa prestigiosa editora y del mismo autor, es ese el mejor de los relatos allí reunidos. Tal afirmación permitió que Abel propusiera la tesis de que su talento es presa de una definitiva decadencia. Aunque, en opinión de esta redactora, se debe a que Prieto ha puesto su talento en función de los otros al asumir grandes responsabilidades dentro de la dirección del país. Eso es lo que le impide dedicar el suficiente tiempo a su escritura.

Con Jorge Timossi podría uno olvidar que es periodista y narrador. Después de los muy admirados –y ya agotados– De buena fuente y Grandes Alamedas, el combate del presidente Allende, llegan, con pocos meses de diferencia: Palabras sin fronteras y Cuentos trágicos de animales, presentado esta tarde. Con esos cuentos breves, de implícito homenaje a La Fontaine, Timossi va en busca del nuevo descubrimiento de actitudes humanas en las acciones ¿irracionales? de los animales. Son fábulas que evocan a disímiles animales –comentó Magda Resik, periodista a quien correspondiera presentar el libro–, pero todas tienen que ver con su experiencia vital. Y lo más hermoso es que, dejando a un lado esas historias de ficción, donde el ser humano es el centro, los animales nos sugieren conductas tan humanas, por trágicas y hermosas, que reflejan mucho de nosotros mismos.

Cuentos trágicos de animales fue editado por Esteban Llorach, e ilustrado por Francisco Pascacio Blanco. Se disfruta de sus piezas –algunas no rebasan la cuartilla– por su correcta construcción y su propuesta de crecimiento personal sistemático, muy necesaria en los tiempos que corren. Estas narraciones, que no son para niños a pesar de su cubierta y su título, nos muestran la seducción, la aventura y el constante enfrentamiento de la esperanza y el compromiso responsable con el azar o la maldad. Timossi apuesta por un mundo mejor y, en el peor de los casos, queda la posibilidad de –parafraseo el relato “Caracoles”– de alcanzar un éxtasis que nos impida sufrir dolor alguno.

Publicado por primera vez en el sitio de la Feria Internacional del Libro de Cuba (XIII edición, 14 de febrero de 2004 (http://www.cubaliteraria.cu/evento/filh/2004/)

Memorias 2004: Para reunir las meditaciones de dos heresiarcas

Fotos: Rogelio M. Díaz Moreno

El periodismo cubano a menudo acaba convertido en libro. A despecho de la frase aquella según la cual no hay nada más viejo que el periódico del día anterior, algunos de esas columnas regulares, escritas en ocasiones por años, se reúnen al fin en un volumen coherente, donde el carácter inmediato de lo escrito incrementa los valores, al reflejar el pensamiento de un momento específico. Ejemplos sobran, pero citaré solo dos: Los numerosos tomos compilados de la columna “Letra y Solfa”, que Alejo Carpentier mantuvo por varios años en El nacional de Caracas; y El viaje más largo, recopilación de las crónicas de Leonardo Padura en sus días de corresponsal para Juventud Rebelde.

Esta tarde dos columnas del periodismo literario digital siguen esos pasos: Alberto Garrandés y Jesús David Curbelo presentaron libros electrónicos que compilan sus secciones en CubaLiteraria. Desde hace más de un año ambos mantienen espacios de opinión sistemáticos en el portal de la literatura cubana.

La sección de Garrandés se llama “Presunciones” y en ella aparecen ensayos breves sobre la narrativa cubana. En el caso de los textos recopilados para Heresiarcas y pontífices: la narrativa cubana en los años sesenta, la idea original era generar un diccionario bibliográfico sobre esa década. Como dijera el autor: “Mi intención ha sido la de apartar las convenciones críticas, las ideas preconcebidas, las opiniones que se repiten (sin verificarse) una y otra vez, todo lo cual conforma una especie de maleza vaga y harto cómoda”. Para Reynaldo González, quien presentara el volumen a los asistentes, “[Garrandés] incluye a libros y escritores de diversa índole y variados destinos, un abanico abierto y, en su ocasión, potenciado, donde las individualidades no se difuminaron para fundirse en un conjunto descolorido.” Y eso, el valor de sentar testimonio de una visión contemporánea sobre libros muy citados pero poco leídos, es elogio suficiente para un autor.

Para Jesús David Curbelo la reflexión sobre la poesía es consustancial a la poesía misma. Todos los poetas, de manera consciente o no, son también lingüistas. Es esa dualidad la que aborda este libro, a menudo obviada y relegada por el consumo indiscriminado de metalenguaje crítico, o por la negación de todo conocimiento reflexivo. El autor de Diario de un poeta recién cazado intenta en los 21 capítulos articular una actitud hacia la poesía como acto creativo y ontológico. Como herencia del carácter semanal de la escritura los primeros capítulos funcionan como entidades casi aisladas, pero a partir de “Pensar la poesía” los textos adquieren un estrecho tramado. No es casual que el capítulo final se titule “Entrando (casi) en materia”, porque Juez y parte I (Meditraiciones) es la primera parte de un análisis que recién comienza, de un trabajo en progreso cuyo final está por llegar.

Con estos títulos suman cuatro los libros electrónicos que CubaLiteraria pone a la disposición de los lectores del mundo.

Publicado por primera vez en el sitio de la Feria Internacional del Libro de Cuba (XIII edición, 13 de febrero de 2004 (http://www.cubaliteraria.cu/evento/filh/2004/)