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20 de diciembre de 2008

El estilo de la revolución

Por Julio César Guanche

Presentación de El ejercicio de pensar, de Fernando Martínez Heredia (Instituto de Investigaciones Culturales Juan Marinello & Ruth Casa Editorial, La Habana, 2008)

Fernando Martínez Heredia, 2008. Archivo de Bubusopía

La imaginación burocrática, no por finita, es menos sorprendente. Cuando el socialismo real estaba a las puertas de su hecatombe final los intentos de aggiornamiento del discurso quisieron expresar nuevos imaginarios a través de la sintaxis —siempre férrea y obsesiva— del lenguaje burocrático. Un dirigente llegó a perpetrar esta frase para estar a tono con los «nuevos» temas: «La sexualidad es un componente importante de mi actividad diaria. Al tocar a mi esposa entre sus muslos me da nuevos grandes incentivos para mi trabajo de construir el socialismo». Pero el privilegio de esta incapacidad no fue solo de los burócratas del Este. Viansson-Ponté, editorialista de Le Monde, se hizo célebre cuando afirmó en abril de 1968 «Francia se aburre», y pocas semanas después estalló la enormidad del mayo parisino. Ambos son episodios de una misma obscenidad: de esa que, con singular candor, llamamos dogma.

El ejercicio de pensar, de Fernando Martínez Heredia, pudiera parecer, de inicio, un ensayo contra el dogma. Pero hay pocas palabras más extensas que ese breve y sonoro término «d-o-g-m-a».

Podríamos decir que fue el dogma lo que nos impidió conocer —a los nacidos después de los años sesenta— prácticamente todo «el marxismo después de Marx», como se titula el libro que Pierre Souyri consagró al tema. Acaso fue el dogma lo que nos impidió discutir —precisamente en su momento de nacimiento, auge y mayor esplendor— la teologia de la liberación, la pedagogía popular, la teoría de la dependencia, el marxismo indoamericano —corrientes, sin embargo, deudoras de la Revolución cubana—; así como nos privó, por bastante tiempo, del pensamiento de Julio Antonio Mella, de Antonio Guiteras, de Raúl Roa, y de José Martí y Emesto Guevara. Quizás, fue el dogma lo que nos privó de dialogar con la teoría socialista sobre el racismo, con el feminismo marxista, con el ecologismo marxista, con el autonomismo o con el «comunismo libertario», en el instante de su nacimiento y auge.

Pero estaríamos mintiendo.

El dogma es el nombre cortés de una tragedia mayor. A fuerza de ser sinónimo de rígido, inflexible, cerrado, pretende convencernos que es solo un hábito de pensamiento —cuando más— «equivocado», propio de personas presas en la soberbia de su ignorancia. Por ello, es un término generoso: elude decir que el dogma no tiene que ver con la soberbia de la ignorancia sino con la impunidad del poder, que su verdad es el autoritarismo, la esencia fementida de la libertad.

Cuando se dice que el «marxismo- leninismo» soviético era un dogma, se cultiva la ilusión de que, tras abrir sus fuentes, sus temas, sus términos, es corregible como doctrina. El nuevo libro de Fernando Martínez muestra con creces que no se puede contar para el futuro con lo que nunca sirvió. El «marxismo-leninismo» soviético fue la codificación ideológica de un régimen político, el instaurado por Stalin, que ocasionó la muerte de un millón de comunistas, reprimió a millones de trabajadores y sepultó toda alternativa revolucionaria a sí mismo. El dogma no fue el culpable de esa tragedia, causante del descrédito que llegó a alcanzar el concepto de revolución y de socialismo en una vasta geografía, sino la contrarrevolución.

El ejercicio de pensar no es tanto un ensayo contra el dogmatismo, como la rescritura, oblicua, de «El estilo de la revolución», el breve y preciso ensayo de Mañach. En él, su autor mostraba el preludio de la conducta revolucionaria en la actitud que llevó a la vanguardia cubana de los años veinte del siglo pasado a repudiar los hábitos de convivencia social y política en la fecha y a odiar, entre otras muchas cosas, a las mayúsculas en el lenguaje, porque en la política las mayúsculas eran la imagen simbólica de la tiranía.

A su manera, Martínez Heredia nos describe el estilo de la Revolución en Cuba después de 1959.

Antes, habremos de reparar aún en la fuerza de esa parábola: la democracia como el lenguaje que se sirve y sirve a las minúsculas, allí donde todas las palabras causan efectos iguales y son pronunciadas por iguales. Ciertamente, es este el antiguo y majestuoso proyecto de los anarquistas y de los marxistas: la libertad en la igualdad. El estilo de la revolución no se sigue de lo que el tendero afirma sobre sí mismo, como gustaba decir Marx, o sea, de la celebración de la propia grandeza o de la propia pobreza, sino de las prácticas cotidianas de vida, de la cultura popular que adquiere, proyecta y reelabora los sentidos de la libertad.

Con El ejercicio de pensar redescubrimos que el estilo de la Revolución es contrario al dogma, pero en forma muy distinta al pregón sobre la inclaudicable autenticidad de la Revolución, que, como reza devotamente, «siempre» ha sabido extirpar el arranque de mimetismo de una tarde de lluvia o el error cometido en una mañana sin sol. En breve habrán trascurrido 50 años desde 1959. Para un organismo humano, tiempo más que suficiente para mostrar con madurez la entera biografía de su cuerpo. Esta es una joven nación cargada con viejos dogmas. Hace mucho tiempo, que Fernando Martínez viene repitiendo el imperativo categórico del marxismo: la idea de Marx: «Para nosotros, el comunismo no es un estado que debe implantarse, un ideal al que debe sujetarse la realidad. Nosotros llamamos comunismo al movimiento real que anula y supera el estado de cosas actual». La idea de Engels: «Todo lo que existe merece perecer». La idea de Lenin: «Las organizaciones obreras han de servir para «defender a los obreros contra su Estado, y para que los obreros defiendan nuestro Estado». La idea de Gramsci: «El asociacionismo puede y debe ser considerado como el hecho esencial de la revolución proletaria». La idea de Rosa Luxemburgo: «Quien quiera fortalecer la democracia debe desear fortalecer, no debilitar, el movimiento socialista». La idea de Emesto Guevara: «si se negara el derecho a disentir en los métodos de construcción (lucha ideológica) a los propios revolucionarios, se crearían las condiciones para el dogmatismo mas cerril». La idea de Fidel Castro: «No puede haber nada mas antimarxista que el dogma, no puede haber nada más antimarxista que la petrificación de las ideas. Y hay ideas que incluso se esgrimen en nombre del marxismo que parecen verdaderos fósiles».

Si sabemos todo esto, ¿qué hacer? Es la misma pregunta de Julio Antonio Mella: «Y, si después de haberlo dicho todo, apóstol y maestro, la palabra no basta, no es oída, ¿qué hacer?»

Podemos leer el libro de Fernando. Escribirlo de otra manera. Seguir su consecuencia. Podemos escribir quiénes queremos ser con todas las palabras, con todas las ideas, con la sintaxis propia de la libertad: el ejercicio pleno de sí. Podemos condenar el dogma y la burocracia. Podemos apreciar más la honestidad que la victoria. Conservar la integridad a pesar de las derrotas y la lucidez a pesar de los triunfos. Conquistar libertades y ampliarlas. Organizarnos. No participar de los llamados al debate y a la participación que no sean decididos y controlados por la participación ciudadana. Denunciar el silenciamiento público de las propuestas en debate. Colocar ideas y prácticas socialistas en el terreno de lo real. Afirmar que la Revolución, si es más grande que nosotros mismos, es menos deseable: luchar por conservar en ella la medida de nosotros mismos, de lo que somos, de lo que queremos ser los cubanos en el largo futuro que nos espera. Podemos, en el espíritu de este libro, refundar el estilo de nuestra Revolución.

Seguimos dispuestos a torturar

BBC Ciencia, 2008/12/20 02:40:17 GMT

Quizás ha sido el experimento científico más tristemente célebre de las últimas décadas, porque mostró evidencias convincentes de que todos somos capaces de ejercer una gran maldad.

Ahora, 50 años después, científicos de Estados Unidos repitieron la llamada "prueba Milgram".

Y volvieron a llegar a la conclusión de que la gente sigue dispuesta a infligir dolor a los demás, si se lo pide una autoridad.

La prueba consistía en que los voluntarios debían aplicar lo que creían que eran dolorosas descargas eléctricas a otros voluntarios (que eran en realidad actores), cuando eran incitados por una figura de autoridad.

Los investigadores de la Universidad de Santa Clara, en California, encontraron que aún cuando los actores daban (falsos) gritos de dolor, el 70% de los participantes estaban dispuestos a aumentar el voltaje de las descargas.

Las tasas de obediencia de los participantes fueron ligeramente menores que las del experimento Milgram, dicen los autores en American Psychologist , la revista de la Asociación Psicológica Estadounidense.

¿Hemos aprendido?

"Al conocer el trabajo de Milgram, la gente a menudo se preguntan si hoy en día los resultados serían distintos", explicó el doctor Jerry Burger, quien dirigió el nuevo experimento.

"Muchos creían que, después de las lecciones del Holocausto, ha habido una mayor conciencia social sobre los peligros de la obediencia ciega".

"Pero lo que encontramos fue que los mismos factores situacionales que tuvieron un impacto en la obediencia en el experimento de Milgram, siguen operando hoy en día", agregó el científico.

El experimento original, publicado en 1963, fue llevado a cabo por el profesor Stanley Milgram, de la Universidad de Yale.

El científico reclutó voluntarios para probar el efecto del castigo y el aprendizaje.

Para eso, se le hizo creer a los voluntarios (que tenían el papel de maestros) que estaban aplicando choques eléctricos cada vez más potentes a otra persona (que tenía el papel de alumno), ubicada en un cuarto separado.

También se les hizo creer que "un científico" era la figura de autoridad conduciendo el experimento, y éste debía incitar al "maestro" a que continuara aplicando descargas sobre el "alumno".

En realidad, tanto el científico como el alumno eran actores y la supuesta máquina generadora de descargas eléctricas era falsa.

Milgram encontró que, después de escuchar los primeros gritos de dolor de los alumnos con una descarga de 150 voltios, el 82,5% de los "maestros" voluntarios continuó aplicando descargas.

De éstos, el 79% continuó con las descargas hasta el límite del generador, a 450 voltios.

El estudio, además, no encontró diferencias entre hombres y mujeres.

Consternados

En el nuevo experimento, llevado a cabo por el doctor Jerry Burger, 70% de los participantes estaban dispuestos a continuar con las descargas después de los 150 voltios, pero no se les permitió hacerlo.

Al parecer, los voluntarios del experimento original que se mostraron dispuestos a infligir dolor hasta el límite del generador eléctrico quedaron muy consternados tras la prueba.

"Casi cuatro de cada cinco participantes en la prueba Milgram que continuaron después de los 15 voltios llegaron hasta el límite del generador" explicó el doctor Burger.

"Debido a este patrón, al darnos cuenta de la reacción de los participantes al aplicar los 150 voltios, pudimos hacer una conjetura razonable de lo que hubieran hecho si hubieran continuado con el procedimiento", agregó.

Las técnicas del profesor Milgram han sido muy debatidas desde que se publicó su investigación.

Como resultado, se han establecido códigos éticos para los psicólogos y medidas de control en las investigaciones experimentales para prevenir una duplicación exacta del experimento Milgram.

Y para que ésta fuera aprobada por las autoridades universitarias, Burger determinó que en su experimento 150 voltios sería el límite máximo que se aplicaría.

Obediencia ciega

De cualquier forma, la vasta mayoría de los 29 hombres y 41 mujeres que tomaron parte, se mostraron dispuestos a apretar el botón de descarga, sabiendo que causarían daño a otro ser humano.

Incluso cuando otro "científico" (actor) entraba al cuarto y cuestionaba lo que estaba ocurriendo, la mayoría estaba dispuesta a continuar.

Tal como explica el investigador, no es que algo estuviera "mal" con los voluntarios.

Simplemente, es que cuando se nos coloca bajo presión, los seres humanos a menudo hacemos cosas "perturbadoras".

Los resultados del estudio, afirman los expertos, podrían explicar parcialmente por qué en tiempo de guerra y conflicto la gente está dispuesta a tomar parte en un genocidio.

Tal como señala el profesor Alan Elms, de la Universidad de California, en Davis, quien participó en el experimento Milgram en 1961, "el nuevo experimento fue "suavizado", rebajando el límite de las descargas y por lo tanto las condiciones fueron menos estresantes".

"Sin embargo, las conclusiones no son menos perturbadoras: el límite de crueldad de la humanidad, como todo lo demás, depende de las condiciones", dice.

"Parecemos estar programados para cumplir órdenes -agrega- incluso si éstas dañan a los demás".

"Y es claro que, a pesar de todos los espectáculos de horror de la humanidad en el pasado, todavía no logramos entender el mensaje", expresa el científico.

Nota de BBCMundo.com, © BBC MMVIII

18 de diciembre de 2008

No hay muerto malo… pero ¿este?

Por Jenny Londoño López, CPME 2556431, Quito, Ecuador.

León Febres Cordero recibe a Juan Pablo II
en 1985 con un beso en el anillo papal


A propósito de la memoria

El día de hoy, 15 de diciembre de 2008, falleció el expresidente León Febres Cordero y en la mayoría de los medios de comunicación, el tema mereció amplio despliegue publicitario. Muchos periodistas se hicieron lenguas hablando de las mil y una maravillas de su fuerte personalidad, de sus hondas convicciones, de su pasión por la política, de sus excelencias como Alcalde de Guayaquil, y otras tantas perlas. Hasta hubo quien le deseara que fuese recibido en el seno de Dios, y fuera llevado a ese cielo con el que tanto sueñan los buenos cristianos. Y para completar esta imagen perversa, se decretaron tres días de duelo nacional y hemos visto al inefable Arzobispo Antonio Arregui, recibiendo a este "nuevo santo" en la Catedral de Guayaquil. Y no sería raro que en poco tiempo sea presentada una petición al Santo Padre de Roma para que este benemérito expresidente sea convertido en un beato más de la iconografía religiosa ecuatoriana, como algunos han pretendido hacer con el dictador Gabriel García Moreno.

Resulta paradójico que en nuestra tierra, tengamos esa extraña debilidad por lo muertos, que nos lleva a descubrirle o encontrarle alguna maravilla a personajes que pasaron por el mundo haciendo daño a diestra y siniestra. Pero en este caso, justamente en el caso de este "muerto", hay mucha tela que cortar, porque resulta que uno se pone a pensar: ¿Cuándo en este Ecuador nuestro, se dio tanto despliegue a las numerosas víctimas del gobierno intolerante y represivo de Febres Cordero?

Me pregunto, y se me pone la carne de gallina, qué sentirán en estos momentos los familiares de esa maestra soñadora y rebelde, Consuelo Benavides, que un 4 de diciembre de 1985, fue detenida por miembros de la Fuerza Naval, para no aparecer viva? Qué sentirán al recordar la saña con que fue violada, torturada, asesinada y luego enterrada en el más oscuro y criminal silencio, que solo se rompió tres años después?

Me sigo preguntando y una ráfaga de hielo me recorre el cuerpo, llegando hasta el tuétano de mis huesos: ¿Que sentirá Clara Merino, que perdió a su hermano, a su cómplice de juegos infantiles, y de charlas amenas en la mesa familiar, a la hora de la cena? Que lo perdió de un momento a otro, sin que tuviera tiempo de procesarlo y entenderlo?

¿Cómo extrañarán todavía los padres del estudiante Fernando Aragón, de 21 años, quien en junio de 1986, fue asesinado por miembros del Escuadrón Volante CP1-SU114 de la policía? El homicidio ocurrió durante una manifestación en Quito, contra el alto costo de la vida. Aragón recibió un balazo en el cuerpo y en dos segundos se llevaron sus sueños de libertad. Y de igual modo, los padres, del estudiante guayaquileño Víctor Alvarado, de 22 años, quien recibió varios balazos de la policía, en 1988, en una manifestación contra el aumento de pasajes.

Y ¿Qué dirán los parientes de Fausto Basantes o de Arturo Jarrín que fue perseguido y detenido en Panamá y traído al Ecuador para ser asesinado aquí? Y los parientes de Edgar Frías, quien fue detenido en el Perú y encarcelado en el Ecuador y los del joven Juan Carlos Acosta, quien fue detenido por el SIC, el 29 de Agosto de 1985, a raíz del caso Isaías, y apareció muerto después por las torturas a las que había sido sometido?

Me pregunto, y siento un hormigueo en las entrañas, ¿qué estará sintiendo nuestro querido amigo Pedro Restrepo?, ese que nos dio una lección de tenacidad en la lucha contra la represión fascista de ese tristemente célebre gobierno? Ese que no solo perdió a sus dos amados hijos, sino también a su esposa? Y que aún hoy, después de largos años de lucha para conocer y descubrir las espantosas horas de tortura infringida a sus jóvenes hijos, y que terminaron con una muerte brutal y totalmente absurda, no sabe todavía en donde descansan los huesos de aquellos chicos inocentes y tiernos que recién se asomaban a la vida?

Es que duele en las entrañas saber que en nuestro país se ensalza a los asesinos, se protege a los corruptos, se deja escapar a los ladrones, pero no se dijo ni pío cuando tantas personas desaparecieron, y fueron torturadas durante el gobierno de Febres Cordero y después aparecieron muertas, unas; y otras, jamás fueron recuperadas, ni siquiera para que los padres pudieran darle sepultura en el seno de la tierra que tanto amaron.

Yo recuerdo todavía ese período de gobierno y no he olvidado el temor con el que caminábamos por la calle, sobre todo en las noches, cuando ese engendro que él creó: los Escuadrones volantes de la policía, salían a agredir a la gente, a detener jovencitas, estudiantes, y todo tipo de gente. ¿Cuántas historias de violaciones y maltratos furon silenciadas, entonces, en las calles de Quito? Pero aunque todos y todas teníamos miedo salíamos a las marchas y protestábamos contra las exacciones de ese régimen, contra las penurias económicas que nos impuso, contra las violaciones a las leyes laborales y los despidos intempestivos, contra la prepotencia de un hombre que se creía el Rambo del Ecuador y cuyos gestos y expresiones reivindicaron las peores formas de machismo en nuestro país.

Cómo tragamos gases y bombas lacrimógenas. En cada marcha se iba un poco de vida y de salud con esa tremenda intoxicación producida por las acciones de una policía que se volvió artífice fundamental no solo de la represión sino también de la corrupción. En ese tiempo, surgió un grupo de policías de tránsito, que tenían armada una estrategia imparable para estafar a incautos. Conocí muy de cerca esa estrategia porque un amigo, hijo de un gran pintor, ya fallecido, la vivió en carne propia. Estos malos policías armaban un choque ficticio en las calles más céntricas de la ciudad, en horas de la noche y a la persona que habían chocado le levantaban un parte aparentemente normal. El señor se iba a su casa y ellos se llevaban el auto al cuartel de la policía. Al otro día el parte había sido cambiado en contra del señor chocado y el auto chocado era un auto muy caro. La víctima tenía entonces que pagar a estos policías para poder zafarse de la cárcel. Pero este amigo, que sabía que él no había chocado a nadie sino que lo habían chocado a él no quiso pagar por este chantaje y fue a dar a la cárcel, en donde no valieron abogados, ni papeleos, ni nada. Estuvo casi un año detenido, hasta que al cambiar el gobierno, le fue pedido al Presidente Rodrigo Borja su intervención y pudo este buen hombre que además era un gran médico, salir libre, pero indemne de tan espantosa experiencia.

Será que desde alguna estrella lejana, Martha Elena, la madre de los Restrepo, la madre destrozada, estará observando este loco mundo en el que los pájaros les disparan a las escopetas? ¿En el que los asesinos son llevados en andas por gente del mismo pueblo, que aguantó hambre y miseria por las políticas económicas neoliberales de este expresidente? ¿En el que un asesino es llevado a la Catedral para rendirle honores de santo?

Por haber vivido este horror, muchas personas sentimos una gran alegría cuando fue creada la Comisión de la Verdad, para investigar y sancionar a los culpables, pero con mucha pena vemos cómo cada día se alarga más y más el proceso y no pasa nada, y nadie dice nada, como si estuvieran esperando que se murieran los torturadores y los asesinos, para que ya no puedan ser sancionados, como en este lamentable caso. ¡Qué pena que te hayas muerto León Febres Cordero y que no hayas sido sancionado en vida por tus crímenes como te correspondía!

Los ciudadanos y ciudadanas que vivimos la tortura de ese gobierno represivo y brutal estamos esperando el desenlace de la investigación de la Comisión de la Verdad y queremos que sea presentada en el tiempo en que se planificó y esperamos y lo necesitamos, que haya sanciones, que los torturadores y asesinos paguen en la cárcel sus abusos. Esa es la única justicia real que existe y la única en la que creemos.

Quito, 16 de diciembre de 2008

Latinoamérica pide fin del embargo a Cuba

Los líderes de América Latina y el Caribe que participaron esta semana en Brasil de una serie de cumbres regionales reclamaron a Estados Unidos que levante las sanciones económicas impuestas a la isla caribeña hace ya 46 años.

Redacción BBC Mundo, 2008/12/18 04:29:23 GMT

En una declaración extraordinaria adoptada por los 33 países asistentes, los signatarios señalan que el embargo económico y comercial de Washington viola las leyes internacionales y obstruye la integración regional.

El presidente cubano, Raúl Castro, asistió al encuentro en su primera gira internacional desde que sucedió a su hermano Fidel hace dos años.

La declaración es vista como una expresión de independencia en un momento en que la influencia de Estados Unidos en la región está en su punto más bajo.

Pero según señala Gary Duffy, corresponsal de la BBC en San Pablo, "está claro que los líderes latinoamericanos desean aprovechar la oportunidad ofrecida por la llegada de Barack Obama a la presidencia estadounidense".

"Como iguales"

El reclamo más encendido fue del presidente de Bolivia, Evo Morales, quien señaló que de no poner fin a las sanciones, Estados Unidos se arriesga "a que todos sus embajadores sean expulsados de la región".

Por su parte, el anfitrión, Luiz Inacio Lula Da Silva, destacó la herencia africana de Obama como un símbolo de cambio y le pidió que acabe con el "bloqueo" a Cuba.

Castro agradeció la solidaridad continental y se declaró dispuesto a mantener conversaciones con el nuevo presidente estadounidense, pero "sólo tras el levantamiento del embargo y a condición de hacerlo como iguales".

En otro signo de buena voluntad hacia Cuba, la isla fue admitida al "Grupo de Río", un cuerpo de coordinación informal de políticas del que participan varios países de la región.

En la cumbre, los líderes de 12 países sudamericanos acordaron conformar un consejo de defensa regional para confrontar peligros comunes y resolver las tensiones que emerjan entre ellos.

Nota de BBCMundo.com, © BBC MMVIII

13 de diciembre de 2008

A propósito de los unicornios. Teoría queer en las calles de Quito

Para David Reimer, in memoriam

Ponencia presentada en el Foro debate "Desbordes: re-pensando los binarios hombre/mujer - masculino/femenino", organizado por los programas de Estudios de Género y de Antropología de FLACSO-Ecuador y el Grupo Juego de Puñales.

“En la Edad Media [el unicornio] estaba considerado como un animal maravilloso capaz de derrotar a un elefante. Además, se decía que con su único cuerno se podían purificar las aguas contaminadas para volverlas potables.”
Jung, Carl Gustav, 2005, “Apartado B: El motivo del unicornio como paradigma” en Psicología y Alquimia Vol. 12, Madrid, Editorial Trotta.

Leer texto completo en mi blog personal: pincha aquí

9 de diciembre de 2008

Ausente en la Asamblea

Por Rogelio M. Díaz Moreno

Ya es oficial: Alarcón de Quesada convocó a convocó a la Asamblea Nacional, para su período ordinario de sesiones de fin del año 2008, a comenzar el próximo 27 de diciembre.


En general, las sesiones tradicionales del Parlamento cubano –dos al año, de menos de una semana de duración– no despiertan demasiado interés. Compárese, por ejemplo, con una reñida final del campeonato beisbolero: ¿cuál de los dos eventos levanta más comentarios y polémicas en el público?

La poca popularidad del primero puede deberse al papel secundario de los diputados en la administración de los asuntos públicos, y su carácter más bien formal, de aprobación de decisiones previamente tomadas a otros niveles –o, por lo menos, así es percibido de manera generalizada. Sin embargo, para esta particular ocasión, entre muchos existe una cierta expectativa, debido a las especiales circunstancias en que se celebraría.

En este caso, se cumplen diez meses desde que la presidencia de Raúl Castro torna su carácter de interino –en sustitución de su hermano Fidel– en oficial, al ser proclamado por el Parlamento el 24 de febrero pasado como máximo líder del Estado cubano. Apuntemos, entre paréntesis, que esto ocurrió luego de la carta de Fidel anunciando su propósito de renunciar a la posibilidad de regresar a este cargo en el caso de superar sus problemas de salud. Al asumir oficial y definitivamente esta responsabilidad, el compañero Raúl hizo algunos anuncios, coherentes con su política de modestas y lentas reformas que no modificaban sustancialmente el curso de los asuntos nacionales, pero que seguían aportando algunas novedades al escenario local.

Parte importante de estos anuncios estaba relacionada con la estructura del gobierno, necesitada de reestructuraciones, movimiento de cuadros, funciones y ministerios. No se excluía la posibilidad de seguir eliminando aquellas prohibiciones “necesarias en cierto momento histórico” pero desactualizadas y contraproducentes. Recuérdese la autorización del uso de celulares, la compra de computadoras y el fin de la prohibición –anticonstitucional, nunca formalizada legalmente, pero no por ello menos drástica– del acceso de cubanos a los hoteles del país. El grueso de las medidas requería, explicó Raúl, un largo proceso de estudio y análisis que no estaría listo sino hasta la ahora inminente sesión del Parlamento en diciembre de 2008.

Así que aquí lo tenemos. Justo en pocos días. Casi sería como para aguantar la respiración. Sin embargo…

Hace meses que parece adormecido el tema del rumbo del país. Las medidas de flexibilización y levantamiento de prohibiciones, hasta donde se puede apreciar, terminaron, sin haber entrado en los espinosos campos de los automóviles particulares, la vivienda y los viajes. El proceso de renovación, aparentemente abierto a raíz del discurso de Raúl el 26 de julio, ¿se agotó? Los ciudadanos comunes no sabemos algo que indique otra cosa. Si los dirigentes van a hacer algo revolucionador, como parecía casi anunciado, se lo tienen muy reservado.

De acuerdo con el programa expuesto en la sesión parlamentaria de febrero pasado, ahora vendría una reestructuración del aparato administrativo del Estado, que habría estado estudiándose durante estos diez meses. Es posible que se simplifiquen mecanismos, que se eliminen estructuras duplicadas, que se racionalice el enrevesado sistema donde muchos se ocupan de lo mismo y nadie resuelve demasiado. Pero no lo podemos saber por el momento. Al ciudadano de a pie, no se le han dado más detalles de cómo marcha el asunto.

Esto no es nada diferente de como está establecido por la tradición de estos años: si se cambia un ministro, por ejemplo, aparece una nota oficial, escasamente explicativa, con total desdén sobre el juicio popular respecto a la gestión del funcionario de marras. Y sin preocuparse por la contradicción de que, hasta el día anterior, la opinión del gobierno sobre el trabajo del buen hombre no incluyera ninguna sombra. El colmo podrían ser los casos del Ministerio de Agricultura, sin titular oficial durante largo tiempo hasta el nombramiento reciente de Rosales del Toro, y el caso del organismo de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, en el que nadie se ha tomado la molestia de explicar porqué llevamos años sin cubrir el cargo.

La gestación de muchas otras medidas no es más participativa: prohibir una película, permitir una película; prohibir la venta de un artículo o liberarla; aceptar que algunos emigrados puedan tener relaciones normales con su país y otros –díganse los deportistas– no; en todos estos casos, lo que está establecido en un momento dado, parece estarlo por la sabiduría eterna de los Ancestros y que nunca cambiará, hasta que en el momento menos pensado baja una fulminante y sorprendente contraorden. Recuérdense la situación embarazosa vivida por Alarcón, explicando hace muy poco tiempo en la Universidad de Ciencias Informáticas por qué era malo que los cubanos entráramos a los hoteles. Menos de seis meses después, ya no era malo. ¿Qué cambió? ¿Por idea de quién? ¿Quién votó en contra y quién a favor? ¿Quién había estado antes a favor y quién en contra?

¿Qué tiene de bueno mantener a las personas, al margen del proceso de decisiones? Y resulta que, en este país, cuando ha habido voluntad política, sí se ha convocado a la población a participar. El mejor ejemplo que me viene a la mente son las discusiones sobre las modificaciones constitucionales de 1992. Quizás haya otros ejemplos tan buenos o mejores.

El debate nacional tras el discurso de Raúl el 26 de julio despertó expectativas que están por justificarse todavía. El actual proceso sobre la modificación a la Ley del Trabajo y Seguridad Social… no tengo mucha fe en él, pero al menos muestra una preocupación por convencer a las personas de que son partícipes de algo. Hasta ahora, lamentablemente, me parecen casos aislados y a veces cuestionables, en un entorno que se destaca por la inexorabilidad de lo que marca nuestro escenario.

En particular, lo que más me molesta de lo que debe ocurrir a fines de este año, es que no se ha comunicado nada, oficialmente, de cómo va la cosa. Por lo mismo, podría muy bien no ocurrir nada. Podrían, por el contrario, borrarse estructuras como las surgidas con motivo de la llamada Batalla de Ideas: seudo–ministerios con más recursos que los ministerios oficiales, para llevar a cabo planes en las mismas esferas de trabajo que aquellos no han podido concretar, a causa de la falta de esos mismos recursos, de la desorganización, de lo que sea. No sabemos. Nadie ha dado pistas. Es un gran secreto.

La base de la confianza es la comunicación. Para sentirse partícipe de un proceso, hay que tener un conocimiento suficiente de lo que lo compone, integra y energiza. Si este conocimiento se restringe y oculta tras altas barreras, será difícil establecer el sentido de proyecto colectivo. Y como muchas veces ocurre, resulta hasta divertido el contraste de esta situación con la de nuestro dominio de temas provenientes de otras latitudes.

Mi punto de comparación inmediato es el caso del presidente electo de los Estados Unidos, Barack Obama. Muchos han percibido al victorioso candidato como uno de los políticos extranjeros más populares en nuestra arena. Uno de los elementos clave de esta reputación, según yo lo percibo, de Barack Obama entre el público cubano, es la generosidad informativa de la que fue partícipe la prensa nacional. Si el senador afroamericano se reveló como una estrella de los medios de divulgación y la internet, con la correspondiente intensidad se reflejaron en nuestro espacio los ecos de sus campañas, los llamados –sinceros o no– al cambio; una propuesta que no acaba con el racismo pero le asesta un emocionante golpe.

La cobertura del surgimiento y reñido ascenso del candidato –elección tras elección, estado tras estado–, han sido seguidas por los detalles sobre las direcciones del futuro gobierno y la composición de su equipo. Esta primera parte no carece de cierta vaguedad, entre afirmaciones de preocupación sobre la economía y la recuperación de la hegemonía estadounidense. En cambio la primera abunda en minuciosidades: la secretaría de Estado para recompensar el acercamiento del ex–rival clan Clinton; el secretario del Tesoro de Bill Richardson, con que se complace a los votantes latinos; la jefatura del Pentágono continúa en manos de su actual protagónico, el republicano Robert Gates, con el propósito, no fácilmente denostable, de promover la “unidad nacional” en pro de la seguridad. Todas estas informaciones pueden encontrarse en el Granma y sus versiones.

Yo quiero saber de mi país más de lo que sé de los ajenos. Me niego a cree que una mayor transparencia en la dirección de los asuntos nacionales implique obligatoriamente una debilidad o riesgo para la seguridad nacional. Claro que no me refiero a saber la composición y el estado combativo de las unidades militares de nuestras Fuerzas Armadas. Pero me gustaría saber si los rumores que corren periódicamente de flexibilización de la legislación sobre los viajes tienen algún fundamento. Quiero saber si hay algún plan definitivo para el central azucarero que construyeron e inauguraron, cerraron, re-abrieron, re–cerraron, re–reabrieron (e imagínese cuánto más lo querrán saber los que trabajan en ese central). Quiero saber si un día puedo tener el derecho de comprarle la moto a mi vecino Juan Pérez. Claro que no voy a tener el dinero a corto plazo. Pero tampoco tengo el dinero para ir a un hotel o comprar una computadora, e igual me alegró que ahora me permitan soñar con ello.

Más allá de medidas puntuales, el ciudadano de la República tiene el derecho, tiene el deber, de participar en los asuntos de interés nacional, por lo tanto tiene la necesidad de saber, de estar al tanto. Si no, no es ciudadano, y de qué participación, de qué proyecto común, de qué sentido de pertenencia se puede hablar. Son cuestiones tan obvias, que deberían resultar penosas como tareas pendientes. Que venga la sesión de la Asamblea Nacional.

A ver qué pasa.

8 de diciembre de 2008

Videncia con miradas de mujer

Cumple Videncia diez años de existencia: 1998-2008. La tradición revistera en esta región de La Trocha, de paso, cumple cien años: fue en 1908 cuando surgió aquí la revista Las dos provincias.

De La Comarca (francileana@ciego.cult.cu)

Este miércoles que pasó, 3 de diciembre, presentamos el no. 16 de nuestra revista Videncia, dedicada a la incidencia de la mujer en la palestra cultural contemporánea. Para el público reunido, no alcanzaron todas las sillas que colmaban el patio de la casa de la UNEAC en Ciego de Ávila. En un extremo, se montó una exposición sobre estos diez años. La Dirección Provincial de Cultura, a través de una revista que por definición vertebra y sintetiza intereses afines al resto de sus instituciones, estimuló a diez mujeres creadoras por toda una vida consagrada a la cultura. Precisamente Olga García Yero, que ha publicado en la revista Videncia desde el estreno de esta publicación, leyó las palabras de presentación del nuevo número.

Para este día, la revista convocó la unión de voluntades personales y el apoyo de instituciones muy cercanas, como la UNEAC provincial, la Academia de Arte "Raúl Corrales", el Centro Provincial del Libro y la Literatura, el grupo Teatro del Castillo, la Federación de Mujeres Cubanas y, sobre todo, la Dirección Provincial de Cultura a la que pertenecemos por naturaleza. Entre todos, con pocos recursos pero con un gran despilfarro de imaginación y deseos, fabricamos un día y una noche ricos en cultura y emociones. La habitual tertulia literaria "Estación interior", de la UNEAC, este día a las 3 de la tarde tuvo como invitados a los escritores Luis Álvarez y Olga García Yero, mientras a esa misma hora el pintor Carlos Bustillos --ilustrador del nuevo número de Videncia-- y la licenciada en Historia del Arte Leydis Izaguirre, vivían un enriquecedor intercambio con alumnos y profesores de la Academia de Arte "Raúl Corrales", como preámbulo a la actividad central de la noche en el patio de la UNEAC.

Germán y Orozco nos prestaron otra vez su proyector para ver fotos y un video sobre la historia de Videncia, Ada Mirtha brindó su computadora, Angelito sacó un mantel de mesa y par de horquillas con que improvisar una pantalla encima del mismo retablo de los teatreros, los vecinos que integran el proyecto comunitario "Teatro del Castillo" cargaron en bicicleta sus bártulos --retablo incluido--, la cantante Sheila Mora trajo su orquesta acompañante en un disco, el pintor Carlos Bustillos --quien junto con Leydis Izaguirre corrió por su cuenta con hospedaje y transporte-- donó, además, reproducciones de las obras que ilustran la cubierta de este nuevo número a diez mujeres colaboradoras destacadas a lo largo de la década que ya suma Videncia. Todos hicieron --sin cobrar nada-- el espectáculo del debut, otro hecho cultural de una publicación que --ojo-- es una "revista cultural", no apenas literaria, pero que --ojo-- desde su fundación la han hecho fundamentalmente escritores, como signo precisamente de esa vocación de servicio no a un gremio sino a un espacio mítico mucho más positivo y permanente: la cultura de esta región como parte del espacio múltiple de la cultura cubana, en que se unen las sensibilidades de la cultura comunitaria que irradia Carmen Rodríguez desde su "castillo", la música popular de Sheila, o investigaciones como las de Mayslett Sánchez sobre el repertorio arquitectónico del cementerio de Ciego de Ávila. Mayslett y Miriam Dieguez, recién graduadas de la maestría en Cultura Latinoamericana que dirigen Luis y Olga en el Centro Guillén de Camagüey, expusieron brevemente sus resultados apoyándose en un powerpoint especialmente elaborado para este momento.

Luis Álvarez --autor del ensayo que abrió el número uno de la revista Videncia hace exactamente diez años-- presentó esta noche su último libro: "Emilio Ballagas, un poeta neobarroco". Carmen Donaire, asesora literaria de muchas promociones de escritores avileños, y llegada en tren desde su poblado de Ciro Redondo, leyó el soneto incluido en el dossier de poesía femenina cubana "Con gesto de mujer", que en este número de Videncia agrupa a autoras de todas las provincias cubanas.

Al final, se entregaron los premios del concurso literario "Luis Fausto Gutiérrez", convocado por la filial de literatura de la UNEAC. En investigación cultural, ganó: "Un ciclo de leyendas avileñas del Conde de Villamar", de Vivian Vila; en libro terminado: "Evolución de la nada", libro de cuentos de Herbert Toranzo; y en proyecto: "Al senado", proyecto de poemario de Francis Sánchez. Veredicto de un jurado que integraron Margarita García Veitía, Luis Álvarez y Olga García Yero.

Entregamos diplomas cuidadosamente diseñados a más de veinte mujeres y a los invitados. Creadoras avileñas, homenajeadas por la obra de toda la vida: Carmen Rosa Castellón, Carmen H. Peña, Ada Mirtha Cepeda, Carmen Donaire, Sheila Mora, Carmen Rodríguez, Ileana Álvarez, Vivian Dulce Vila, Margarita García Veitía y Nora Susana López. Colaboradoras habituales de Videncia, homenajeadas por estos diez años: Mirna Riol, Migdalia Cidre, Olga García Yero, Masiel Mateos, Leydis Vidal, Yanarys Valdivia, Miriam Diéguez, Mayslett Sánchez, Doralis Nuez y Dayaris Chirino.

La gratitud pudiera ser infinita, o ser fallida, trataremos que sea: a muchachos de Geocuba y Cimex --aquí especialmente a Manolo-- por ayudarnos a imprimir los fotolitos cuando parecía que la cibernética estaba en contra; a Felipe --administrador del Centro del Libro-- y la directora, Odalis, por las hojas de papel, las flores arduas, las sillas de más, etcétera; a Fraylín, Camilo, la flaca, Dalia, Maikel y todos los muchachos del Poligráfico que se tomaron el mayor empeño; al taller de Ediciones Ávila que nos han dado la impresión más limpia hecha de Videncia en un equipo Rizo y una linda encuadernación; a Carmen Rosa siempre atenta como un hada madrina para deshacer cualquier nudo. Y en la presentación: a Iroel Sánchez y Fernando León Jacomino, presidente y vicepresidente del Instituto Cubano del Libro, por la entrega de los diplomas y estar presentes en una jornada de sano y espontáneo júbilo; a las libreras, que no tienen hora de cierre; a Yoanis, promotora de Cultura Provincial y a todas las muchachitas que ayudaron esa noche; a Onelio, sonidista de la UNEAC, ninguno como él; a fotógrafos improvisados: Oscar, más los pintores Miguel Chamorro y Bárbaro Toranzo. Y a Luis Venegas, director de Videncia y del Sectorial Provincial de Cultura: por todo.

A las colaboradoras de este número, una revista escrita completamente por mujeres, a los invitados especiales, y a los estudiantes de la academia "Raúl Corrales" que nos siguen ilustrando, y a toda(o)s y cada una(o), el equipo realizador de Videncia les da las GRACIAS.

4 de diciembre de 2008

Presentando a Bloggers Cuba


En la actualidad se registran unos 700 blogs que tratan el tema Cuba, más del 95% de los cuales son administrados por personas que viven fuera del territorio nacional, cubanos en el exilio en su gran mayoría.

Bloggers Cuba es el primer blog comunitario redactado y administrado por bloggers cubanos que residen en la isla.

Bloggers Cuba propone una visión de Cuba moderada, sin dejar de ser crítica, concebida por personas que viven en esta nación caribeña. Ocho bloggers activos forman parte de la actual comunidad, cada uno con blogs personales de diferentes temáticas. En correspondencia, las categorías que conforman Bloggers Cuba son diversas, para abarcar todo tipo de informaciones, análisis, críticas y novedades acerca de este país: blogosfera, sociedad, deportes, negocios, cultura...

La comunidad está abierta a que otros bloggers cubanos que estén administrando sus blogs desde la isla se unan a Bloggers Cuba, en tanto sus objetivos se ajusten a los intereses y perspectivas de la comunidad.

Puede visitar Bloggers Cuba en la dirección siguiente: http://www.bloggerscuba.com

3 de diciembre de 2008

Exilio cubano quiere fin del embargo

Una encuesta realizada entre cubano-estadounidenses que residen en el sur de Florida muestra que por primera vez son mayoría los que rechazan la actual política de Estados Unidos hacia la isla caribeña.

Carlos Ceresole para BBC Mundo, Miami

2008/12/03 05:15:53 GMT- El sondeo realizado por el Brookings Institution y la Universidad Internacional de la Florida (FIU por sus siglas en inglés) revela que de los 800 encuestados -todos residentes de origen cubano en el condado de Miami-Dade- un 55% opina que el embargo comercial contra Cuba debe terminar.

Los resultados de la encuesta, efectuada poco antes de las pasadas elecciones presidenciales, señalan que un 67% también se opone a las presentes limitaciones de viaje a Cuba y que un 65% desearían que se levantaran las restricciones vigentes para enviar dinero a sus familiares en la isla.

Hugh Gladwin, director del Instituto de Investigación de la Opinión Pública de la FIU, dijo a BBC Mundo que el punto de inflexión puesto en evidencia por el sondeo revela más bien un recambio generacional antes que un cambio de actitud.

"La generación de cubanos que vinieron a Estados Unidos durante los años '60 ya se está retirando de la escena, en tanto hay un flujo continuo de inmigrantes desde la isla que rejuvenece a la comunidad, impulsando estos cambios", explicó.

Brecha generacional

  • Entre quienes llegaron a Estados Unidos antes de 1980, sólo un 35% opina que no tiene sentido continuar con el embargo comercial.
  • Para los que vinieron entre 1980 y 1998 ya la tendencia se revierte y son el 57% los que quieren un cambio de política hacia la isla.
  • En tanto que para los exiliados durante la última década, el apoyo al final de las restricciones es notablemente mayoritario: un 71%.
"Los más jóvenes son los más afectados por las restricciones para viajar o ayudar económicamente a sus familiares en la isla, por lo tanto también son ellos los que más abrumadoramente se oponen al embargo", señala Gladwin.

En la medida en que el proceso de recambio generacional continúe, Gladwin estima que el apoyo a un cambio de la política estadounidense hacia Cuba se profundizará.

La diferencia entre opinar y votar

Pero un elemento interesante es que la creciente oposición a la actual política hacia Cuba no se haya visto reflejada en el resultado electoral hace un mes atrás.

En las últimas elecciones, los tres representantes cubano-estadounidenses del distrito en el Congreso de Estados Unidos -los republicanos Ileana Ross-Lehtinen y Mario y Lincoln Díaz-Balart- consiguieron su reelección con la promesa de mantener la mano dura con Cuba.

Para Gladwin, este resultado no es una contradicción, sino que más bien evidencia diferencias en el arraigo dentro de la comunidad cubana en el sur de Florida.

"Como vemos, el apoyo más débil al embargo viene de aquellos que más recientemente han llegado".

"La mayoría de ellos no son ciudadanos estadounidenses y consecuentemente les resulta más difícil reflejar los cambios en el panorama electoral", afirmó.

Algo en común

En lo que prácticamente coinciden todos es en la antipatía hacia el gobierno cubano.

"A la mayoría de la gente, obviamente, le gustaría ver democracia y una economía libre en Cuba, pero ahora parecen ser más los que también quieren poder viajar y tener una relación normal con sus familiares allí".

Entre los encuestados que votaron en las últimas elecciones presidenciales, sólo un 38% votó por el ahora mandatario electo Barack Obama.

Su contrincante John McCain, y en general el Partido Republicano, siempre han sido asociados con las posiciones más intransigentes hacia Cuba.

Obama, en cambio, en un discurso ante la Fundación Cubano-Estadounidense durante la campaña, se mostró favorable a levantar las restricciones a los viajes y al envío de remesas, aunque no tomó posición respecto a poner fin al embargo comercial.

Nota de BBCMundo.com. © BBC MMVIII