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28 de septiembre de 2013

Defiéndanse contra... mis enemigos

Un nuevo corto audiovisual presenta, al ciudadano cubano, a proyectarse más activamente ante lo que se puede apreciar como maltrato en determinadas instituciones del Estado.
 
Toda la trama ocurre en el salón de espera de una institución indeterminada, donde una secretaria "guarda" el orden, atrincherada en un inexpugnable buró. Ante ella, un grupo de personas aguarda, presumiblemente, para realizar alguna gestión burocrática. Algo raro se aprecia en sus rostros, que tienen la boca borrada.
 
Una persona aparece por el fondo y hace entrega de un paquete a la secretaria. Obviamente, un soborno que le abre las puertas a la solución de su problema. Tan solo una persona de entre los que aguardan, único que no aparece con la boca borrada, se activa en contra de la alteración. Frota los rostros de los demás, lo que les devuelve a la normalidad. Los rescata así de la condición de ciudadanos indefensos al abuso, y pareciera triunfará al fin la justicia.
 
Cuánta desfachatez.
 
La tesis subyacente de este corto es que la principal causa del maltrato es la indolencia de los funcionarios de menor rango. Que el deterioro ocurre en el piso más bajo de la pirámide verticalista del sistema cubano, y que los ciudadanos interesados tienen el poder y el deber de arreglar el problema. Algo similar he visto publicado, respecto al tema de los timos a los consumidores en diferentes mercados de alimentos o mercancías industriales. La prensa oficialista insiste en que lo único que debe hacer el consumidor, para resolver su problema, es defender sus derechos a ese nivel.
 
Solo que no es así.
 
Empecemos con la suposición de que la secretaria, y el resto de los funcionarios de la institución del primer episodio, cumplieran disciplinadamente su papel en el último eslabón de una cadena institucional, sin aceptar sobornos o componendas. Los ciudadanos que allí acuden seguirán bastante indefensos frente a la parafernalia de leyes, resoluciones, circulares, prohibiciones, regulaciones, etcétera, que enyugan sus vidas con todo el peso de una  burocracia totalitarista.
 
Añadamos a esto que los ciudadanos  acuden a cada uno de estos lugares, a sabiendas de que tratan con "poderes superiores". Que van a intercambiar con la fuerza del Estado, que siempre tiene la razón. Que las estructuras formalmente previstas para la reclamación contra abusos, están a cargo de los mismos intereses responsables por los abusos en primera instancia.
 
Enfrentarse personalmente al funcionario que tiene las llaves de la solución de tu problema es, entonces, una mala idea. Para colmo, los dolientes que acuden a la oficina no se reconocen entre sí, no se tienen por tanto confianza. Pueden imaginar, perfectamente, que los demás harán lo que puedan por resolver egoistamente su problema. Están atomizados, divididos, más allá del intercambio o el diálogo intrascendente o hasta indignado, frente a un abuso que se sufre en común. Es exactamente igual al dilema del prisionero. Y es el resultado de la imposición de un sistema donde predomina el más fuerte, desde una posición de poder establecida, o fomentada, o permitida por la gestión del mismo Estado.
 
Los funcionarios de la burocracia, los vendedores y administradores de mercados, los decisores ene temas de Vivienda, Comunicaciones, Salud, Educación, Empleo... manifiestan por demás una notable unidad. Por el contrario, las posibilidades de "resolver" mediante amistades, sobornos, etcétera, tienden cuñas de desunión entre los desiguales estratos de solicitantes, usuarios, clientes, estudiantes, pacientes... El héroe que saca en el mercadito su pesa para comprobar la mercancía es mirado con asombro y preocupación por posibles represalias. La persona trabajadora teme alzar la voz en el puesto de trabajo. El infeliz que no conoce a nadie ni tiene un peso para regalar un cucurucho de maní, languidece tras décadas de gestiones para que el sistema, al que ha dedicado una vida de trabajo, le arregle la azotea de la casa en peligro de derrumbe. Si acaso, alguien envía una carta a un medio de prensa que la publica con gran alharaca. Esto, en ocasiones, tiene la capacidad de generar una reacción puntual, pero no amenaza la continuidad del problema.
 
Ah, pero qué distinto sería si los consumidores, estudiantes, pacientes, solicitantes, no tuvieran reparos en acudir a una asociación de defensa de sus derechos. O fundarla, cuando lo que exista no satisfaga sus necesidades. Una red, o más de una, auto organizada por los interesados, horizontal y democrática, con el reconocimiento jurídico legítimo en cualquier sociedad que se precie de democrática. Independiente de los poderes del Estado-Gobierno, solo obediente al interés de la población, que es el interés de la nación.
 
No sería el bálsamo milagroso cúralo todo, pero la protección de los derechos de los ciudadanos tendría mucho que ganar con ese tipo de estructuras. Su actuar, a través de debates, reclamaciones, negociaciones o conflictos legales cuando no quede otro camino, obligaría a replantear las condiciones de atención a los trajinados de hoy. Condiciones que irían más allá del mero tramitar de una cuestión o mecanismo burocrático: se produciría el cuestionamiento mismo de la validez de esos mecanismos agobiantes, que restan libertad a la persona. Las instituciones del Estado-Gobierno tendrían que empezar a escuchar y acatar las voluntades populares, en cuanto a acercar la solución de los problemas de la vida cotidiana, en vez de fabricar otros.
 
Por supuesto, que unas estructuras así están muy lejos de los intereses de unos estratos autoritaristas interesados en mantener y perfeccionar su privilegiada situación. Tal amenaza es inadmisible. ¿La ciudadanía se encuentra insatisfecha por el nivel de los servicios que la acompañan? Eso también es una amenaza para las altas autoridades, pero no tanto como el empoderamiento de la ciudadanía. De eso nada. Que se desgaste el ciudadano, luchando desnudo contra el tenderillo y el inspector corrupto. Y así se matan dos pájaros de un tiro, porque ese inspector sobornable y ese tenderillo también perjudican la placidez y los réditos del dominio. Defiéndanse, ciudadanos, parecen decir. Pero, cuidadito: solo contra aquellos que también me representen problemas a mí; nunca contra mí.
 
Por suerte, esto no podrá ser siempre así.

25 de septiembre de 2013

La subida del transporte viene cantada

Tengo la impresión de que una nueva subida del precio del tansporte público en Cuba no se hará esperar mucho.
 
El precio formal del pasaje, para los ómnibus urbanos, es de 40 centavos de peso, en la llamada moneda nacional. El equivalente, unos 2 centavos de dólar, podría parecer ínfimo, hasta que uno averigua lo que recibe el trabajador cubano como salario: el equivalente a aproximadamente 20 dólares.
 
Pero si el precio formal es de esos 40 centavos, pagarlo cuesta bastante más trabajo que eso. Uno debe echar las correspondientes monedas en la alcancía del ómnibus. El chofer, además de su estresante labor, debe presionar a los pasajeros a pagar –y su remuneración depende de lo que recaude. Pero la moneda fraccionada, en este país, solo se puede encontrar en los bancos, y hacer para ello largas y tediosas colas. Y los bancos están abiertos, sobre todo, durante el mismo horario de trabajo que el resto de los centros laborales.   Anteriormente existía, en la guagua u ómnibus, la figura del conductor, que siempre contaba con suficiente menudo para el vuelto, pero esta fue proscrita por las altas autoridades, bajo el argumento de que estos le robaban al Estado gran parte de la recaudación. La mayoría de los ciudadanos, entonces, entrega resignada una moneda o billete de un peso, o mira entre lastimero y desafiante al chofer y no paga. Yo, particularmente, alterno ambas acciones, como para lograr una especie de balance, y además pido bastantes aventones o "botellas".
 
Independientemente de esto, el deterioro del servicio se acentúa sin remedios. El ministerio de transporte ha dispuesto varias medidas paliativas, que no soluciones, y todas tienen un denominador común: el precio más alto. Para empezar, están las guaguas llamadas "de trabajadores" –como si las otras fueran para los vagos. Estas otras guaguas deben trasladar a los trabajadores de ciertos centros de trabajo; fuera de ese horario, cubren irregularmente recorridos públicos, al precio de un peso. La mayoría del público se agolpa para abordarlas y paga feliz el abono, ante el alivio que suponen en una parada de ómnibus atestada y sin otras perspectivas. Total, si también pagan el mismo peso en la guagua que debía valer solo 40 centavos.
 
Por otra parte, también se han establecido recorridos con otros ómnibus que cobran 5 pesos. Una parte de estos trabaja bajo un régimen cooperativo y también son muy anhelados, a tal punto que rara vez se logran abordar por las limitaciones establecidas en la cantidad de pasajeros.
 
Volvamos al problema del pasaje de los ómnibus principales, los 40 centavos, el peso y el vuelto. Cada vez que se plantea el problema –por la parte oficialista– es para culpar a la holgazana y falta de ética población, por no abonar disciplinadamente los 40 centavos. Nadie se acuerda del principio "el cliente siempre tiene la razón" y que si un servicio cuesta tanto, yo no tengo por qué pagar más que eso. La responsabilidad de tener cambio para mi perfectamente legal moneda de pago, debe ser o debería ser del que ofrece el servicio, ¿no es así?
 
Las autoridades se han negado a aplicar otros sistemas reconocidos que funcionan en todo el mundo, como billetes prepagados, tarjetas magnéticas, etcétera, bajo el pretexto de la dificultad de la inversión inicial. Como si esto no costara menos de la milésima parte de lo que se invierte en adquirir los nuevos vehículos, y podría arreglar inmediatamente el problema de la recaudación.
 
Es verdad que, a 40 centavos, el pasaje está fuertemente subsidiado, desde el punto de vista de precios y costos. Pero desde el punto de vista del trabajador que gana la miseria que gana, más bien está equilibrado. Y vale la pena recordar que las ventajas de mantener subsidiado el precio del transporte público se han percibido en una tonga de países capitalistas. Más allá de la ayuda a los sectores de menores ingresos, está el hecho de que se facilite la actividad productiva, se contribuya a la protección del medio ambiente y se alivian las avenidas de gran volumen de tránsito. Pero me temo que el burdo discurso liberal de nuestros modernos reformistas va a ignorar también estos elementos.
 
El problema y la solución, me temo, se encarrilan al camino más fácil: uniformizar el precio del pasaje a un peso, y punto. Tal vez se haga alguna reorganización en las terminales, tales que los choferes queden aún más comprometidos a través de su salario, con el pago del pasaje por los pasajeros. De tal suerte, las autoridades se quitan de arriba el problema, poniendo una parte del pueblo a enfrentarse a otra.
 
No importa que esto signifique, para quien trabaja en el resto de los sectores laborales, un aumento del 250% o más del costo de su transporte habitual, para ir al trabajo más que nada. Vendrá oficialmente esta merma de poder adquisitivo, que en la práctica ya está prácticamente implementada. Y no cuenten con que el sindicato, la federación de mujeres, o los comités de vecinos en los barrios, eleven algún tipo de protesta.
 
Viene a la mente, como recuerdo esperanzador, que en la Cuba contemporánea sí se logró revertir, una vez, una maniobra encarecedora del pasaje. En Santiago de Cuba, la combativa negativa de la ciudadanía logró revertir un pretendido incremento de precios en el servicio de pasaje de los cocheros particulares de aquella ciudad. ¿Se podrá replicar esta experiencia, cuando se trate del servicio administrado por el Estado?

23 de septiembre de 2013

La emancipación de los trabajadores: Una causa perenne

El Comité por una Internacional de los Trabajadores reconoce actuación del Observatorio Crítico en pro del empoderamiento de la ciudadanía
 
Por Rogelio Manuel Díaz Moreno
 
Los grandes intereses capitalistas que prevalecen en las sociedades contemporáneas, han conseguido una relativa prevalencia y hegemonía de sus mensajes e ideologías. La fuerza de la repartición imperialista del mundo, el peso abrumador del aparato mediático y propagandístico, unidos a la monumental estafa que significó el llamado socialismo real, han permitido este resultado. Un vistazo más profundo revela, no obstante, poderosas reservas de fuerzas y esperanzas para los explotados de la tierra.
 
Las causas no pueden ser más elocuentes. La crisis económica golpea hasta a sectores antaño considerados a salvo, con sus secuelas de desempleo, empobrecimiento, desamparo y hasta olas de suicidios. En el Tercer Mundo, grandes masas pelean por la inoperancia de los sistemas que prometían el progreso pero han producido, fundamentalmente, mayores catástrofes ambientales y ecológicas que todo lo conocido anteriormente. Por otra parte, el asombroso desarrollo tecnológico moderno, la acelerada conectividad e intercambio de nuestro planeta, también incentivan la identificación e integración de los esfuerzos globales en pro de cambiar las reglas del juego por otras más justas y humanas.
 
En un marco que se anticipó a la caída del Muro de Berlín, específicamente en abril de 1974, surgió el Comité por la Internacional de los Trabajadores, CIT. Los simpatizantes del hoy Partido Socialista británico fueron los impulsores de esta iniciativa, inspirados en el legado de las luchas de los trabajadores de los siglos XIX y XX.
 
El CIT percibió el daño que las políticas estalinistas infligían en el seno de los movimientos obreros internacionales. Se imponía la necesidad de desarrollar estrategias de democratización de los partidos que representaran a los explotados, de elaborar programas políticos coherentes con los anhelos de libertad y justicia social. Tales movimientos deben tener inexorablemente un carácter internacionalista, que abarque cada rincón en donde exista un trabajador con la capacidad de beneficiarse y aportar por la causa de sus hermanos de clase en todo el planeta. Estas ideas beben de las fuentes, como es natural, de los clásicos del marxismo, Marx, Engels, Lenin, Trotsky, y reconociendo los modernos desarrollos de los pensamientos altermundistas, ecologistas y progresistas de todo el mundo.
 
Con estas motivaciones, se produce el involucramiento de los compañeros del CIT en causas de luchas obreras y populares en numeros países. En el escenario contemporáneo no se perciben las condiciones para el desarrollo impetusoso y masivo de un movimiento tipo Internacional Socialista, con partidos de masas trabajadoras coordinando a escala global la ofensiva contra el neoliberalismo. Eso no quiere decir que no se presentan innumerables escenarios de intensos enfrentamientos. Actualmente, en múltiples lugares se manifiestan arremetidas de los explotadores, desesperados por mantener sus menguantes márgenes de ganancia, y esto evidencia la necesidad de la resistencia, tanto más efectiva cuanto más consciente, profunda y globalizadamente logre procederse.
 
En estos trajines, maduran las condiciones para la organización de movimientos populares, capaces de aprender de los errores del pasado, desmarcarse de ultraizquierdismos u oportunismos que dieron al traste con intentonas del pasado. Al mismo tiempo, se torna estratégica la unión, a nivel internacional, de fuerzas de movimientos con intereses similares. A este fin dedica la CIT sus mayores esfuerzos.
 
En el caso particular de nuestro país, la CIT nos ha manifestado su identificación con los principios anticapitalistas y de democratización ciudadana que propulsamos en el seno del Observatorio Crítico. La amistad entre nuestros movimientos se entreteje, entonces, con naturalidad, y tiene amplia arena para construir empeños comunes.
 
En el mes de diciembre de este año, tendrá lugar la reunión del Comité Ejecutivo Internacional del CIT. A este impresionado servidor se le asignó la tarea de representar al Observatorio Crítico. Hemos considerado, en nuestros análisis colectivos, emplear estas oportunidades para divulgar nuestros empeños. Particularmente, expondremos nuestros testimonios sobre la lucha más candente que se nos ha planteado en los últimos tiempos, acerca de la necesidad de dar un vuelco total al propuesto Código del Trabajo, al cual encontramos como una amenaza fatal para el desarrollo futuro del socialismo en nuestro país.

20 de septiembre de 2013

En el Observatorio Crítico enfrentamos la violencia sin parcialidades ni oportunismos

Por Rogelio Manuel Díaz Moreno
 
Recientemente salió publicado en el medio Havana Times, para luego ser reproducido en el sitio del Observatorio Crítico, el escrito de Alfredo Fernández, "Carta abierta a escritoras inconsecuentes". Varios miembros del Observatorio Crítico estimamos que nuestros lectores merecen conocer una respuesta a los criterios emitidos por el Sr. Fernández.
 
La idea central del material que aludimos es que ciertas personas, mujeres escritoras cubanas para más señas, adoptaron una actitud criticable; en primer lugar, por defender una sanción penal emitida contra el escritor Ángel Santiesteban, acusado de maltratos físicos a su esposa; y, en segundo lugar, por abstenerse de defender el derecho de la actriz Ana Luisa Rubio, que declara haber sido víctima de un abuso semejante por individuos a los que no se ha perseguido. Entre el grupo criticado, se encuentra una integrante de nuestro Observatorio, así que nos toca darnos por aludidos.
 
Sepa el Sr. Fernández que los miembros del Observatorio Crítico hemos hecho, del enfrentamiento a la violencia y todas las formas de abuso, uno de los emblemas más respetados en nuestro accionar. Cuando llega a nuestro conocimiento la noticia de uno de estos hechos lamentables, nuestra solidaridad se posiciona inexorablemente del lado de la víctima y nuestra condena se expresa, inequívoca, contra el agresor. Esto sucede independientemente de los colores políticos de las partes en conflicto pues, a diferencia de otras voces, consideramos que la justicia, legal y moral, no debe conocer de dobles raseros.
 
Independientemente de ello, en una sociedad opaca a la información como la cubana, con frecuencia es difícil conocer los hechos y los acontecimientos precisos. La versión oficialista se proyecta siempre en el polo opuesto a la de los grupos de la disidencia y la verdad se resiente de la ausencia de investigaciones independientes, confiables para el público. A título personal, considero que el Estado-gobierno cubano es el principal responsable de ese déficit informativo. Las razones de ello ahora no vienen al caso, pero terminan por arrojar grandes sospechas sobre las actitudes de este último. Sin embargo, las estrechas relaciones de algunos individuos de la oposición tradicional –reveladas por Wikileaks– con los poderes del gobierno estadounidense, también debilitan la credibilidad del bando opuesto. Con frecuencia, uno se elabora una interpretación mixta, guiado por la experiencia y el conocimiento de las capacidades de los dos polos.
 
El enfrentamiento a todas las manifestaciones de violencia prosperará en la medida en la que obliguemos a las autoridades a actuar con mayor transparencia. Con frecuencia será necesario enfocarse en casos particulares, el de árboles aislados, pero sin perder de vista el cuadro general, el del bosque. Una mayor transparencia en el caso de Ángel Santiesteban, por ejemplo, hubiera permitido la constatación de las declaraciones de la víctima, de los doctores que la atendieron, de si por fin los testigos que sí pero no. El criterio público podría formarse en base a algo más sólido y, quienes lo cuestionaran, quedarían como charlatanes. Hoy día, la verdad concreta la conocen solo algunos protagonistas más cercanos del hecho. Los demás, que se pronuncian en uno u otro sentido, lo hacen porque confían en los seres humanos que conocen o porque así les conviene por sus propios intereses, y su conciencia les juzgará.
 
En el caso de la actriz Ana Luisa Rubio existe la denuncia, por una parte, de la agresión de la que aquella habría sido víctima; y por otra, que las autoridades policiales dejaron sin investigar los hechos. Aunque hablo a título personal, reitero, puedo afirmar contundentemente que el criterio de todos los miembros del Observatorio Crítico es que todas las personas son titulares de derechos inalienables cuya protección, bajo los sistemas estatales actuales, es responsabilidad de las fuerzas del orden del gobierno que esté establecido. Independientemente de las filiaciones de la denunciante y de los denunciados, aquella tiene todo el derecho de exigir la investigación de los hechos en los que habría resultado tan lamentablemente agredida. La responsabilidad de llevarla a cabo, de manera exactamente igual a la que pondrían en práctica en el caso de cualquier otro ciudadano, cae sobre los agentes del orden. De fallar en este deber, aun cuando fuera falsa la versión de Ana Luisa, los agentes de la policía se harían cómplices de las actitudes de violencia y agresión física cometidas contra todas las personas indefensas, en cualquier lugar, vivienda, institución, en cualquier municipio, ciudad o escenario rural de nuestro país. Actitudes que merecen el repudio de todas las personas honestas y que, está demás decirlo, son fuertemente condenadas por todos los miembros del Observatorio Crítico.
 
Ni el disfraz de perseguido político disculpa actos –delitos– de este tipo, ni una posible condición de disidente de la víctima los vuelve menos graves. Una vez más, hay que repetir que las leyes de aplicación selectiva son meras herramientas del autoritarismo y de la ley del más fuerte, situación caótica y odiosa que todos debemos repudiar.
 
Los miembros del Observatorio respetamos profundamente estos preceptos. Nuestros propósitos abarcan tanto la defensa teórica y general de esta posición, como el manifestarnos en su defensa, en ocasiones puntuales de alguna significación que se ponen a nuestro alcance. En este proceso, procuramos alejarnos de parcialidades en su aplicación, como las que lastran –y mucho– las actuaciones de otros agentes.
 
La oposición a las agresiones y al ejercicio de la violencia contra seres indefensos es, para nosotros, una postura de principios, no un estandarte oportunista para servir agendas equívocas. Los sinsabores que ello nos asegura son asumidos por nosotros sin alegría, pero con orgullo. De esta suerte, contribuimos nuestro poquito a transformar el país en que hemos elegido quedarnos, trabajar, sufrir y amar, en pro de nosotros mismos, nuestros seres queridos y nuestros hermanos de toda la nación.

16 de septiembre de 2013

¿Ciberfeminista yo? Las paradojas de las identidades

Yasmín Silvia Portales, bloguera y activista cubana defensora de la diversidad sexual, destaca tanto por sus posts políticos como por sus relatos de ciencia ficción, que difunde pese a las limitaciones tecnológicas de la Isla
 
Por Sandra Abd´Allah-Álvarez Ramírez (@Negracubana)
 
12 de septiembre - Reconocerse feminista es un ejercicio de arduo de identidad para las mujeres cubanas, explicable a partir de las particularidades que ha tenido en el país el movimiento de mujeres, luego de 1959. Por suerte, hay quienes tienen esta cuestión superada (o nunca pasaron por ella), como es el caso de la feminista Yasmín Silvia Portales.
 
Yasmín es graduada de Teatrología y Dramaturgia en el Instituto Superior de Arte, ex-tallerista del Centro Onelio y colaborada de varios medios de prensa. Con esos antecedentes "ilustres", la joven ha desarrollado una carrera en las redes cubanas, que comenzó en 2005, momento en el que sacó a la luz Palabras Robadas, blog dedicado a  sus narraciones de fanficción, del cual hablaremos más adelante.
 
Sin embargo, su bitácora más reconocida es En 2310 y 8225, en la cual desde el encabezamiento  reconocemos su intención primigenia: "Vivir en Cuba y ser queer ha sido elección. Mi vida es un fino equilibrio entre el ejercicio de la maternidad, el feminismo y el marxismo crítico"[1].
 
El primer post data de 2007 y en aquel entonces se reconocía como una mujer con una heterosexualidad iconoclasta, que usaba las redes para expresarse, lo que imprime cierta riqueza al tratamiento discursivo, revelando argumentos consistentes: "Lo hago porque la defensa del derecho a la libre expresión de la diversidad sexual es parte de mi vida cotidiana, tanto personal como profesional. En los posts de carácter personal simplemente expreso mi sexualidad heterodoxa, cómo permea mi percepción del mundo. En los textos periodísticos o académicos se trata de una toma de partido consciente. No se narra desde la neutralidad, siempre se narra desde cierto punto de vista, y parte de mi punto de vista es la defensa del derecho a la diferencia"[2].
 
Del mismo modo, la bloguera fundamenta la pertinencia de Internet para dar cauce a sus preocupaciones y la reconoce como un medio válido como cualquier otro, señalando como la principal ventaja "la naturaleza inclusiva y dialógica de la red"[3]. Según ella, "se puede opinar, se puede discutir, se puede denunciar sin esperar a que los responsables de los medios de comunicación 'tradicionales' decidan que es políticamente oportuno sacar a colación la injusticia que afecta a X grupo social"[4]. En 2310 y 8225 es muestra de sus intereses en campos afines como la diversidad sexual, las relaciones de género y la filosofía.
 
Una de sus entradas, "Pulsar en negativo", es en nuestra opinión una de las más subversivas en cuanto a la maternidad en la vida de una mujer joven profesional: "Creo que todo se resume a que llevo tres meses sin un orgasmo, me picaron la barriga y ahora comparto la habitación con un extraño que no habla mi idioma y de quien soy totalmente responsable (…)".[5]
 
No obstante, como los procesos identitarios son harto difíciles y en ocasiones inexplicables, al preguntársele recientemente si era ciberfeminista expresa:
"¿Ciberfeminista? No. Yo soy una feminista marxista, creo que las discriminaciones (de 'raza', religión, capacidad física, género, orientación sexual, identidad de género y hasta etcétera) son mecanismos (intuitivos al principio) de la clase dominante para perpetuarse en el poder. Yo creo que la cosa está en desmontar el control material sobre los medios de producción y los modelos sociales que justifican la exclusión, todo a la vez, o se traba la catalina. (…) Yo tengo una relación crítica con los discursos sobre el uso de la tecnología (que no tiene ideología, que es natural en los hombres, y eso), pero estoy lejos de ser una usuaria activa con la tecnología. Para mí eso es: capaz de analizar un código y modificarlo para que responda a mis intereses; capaz al menos de resolver mis propios problemas con la PC. (…) Claro que reflexiono sobre la presencia femenina en Internet, pero es una derivación de la obsesión del feminismo marxista por el uso social de la tecnología (…). Recojo la perspectiva de que Internet es una expresión más del "espacio público" y debemos hacer visibles nuestra presencia, los aportes (contenido, forma o tecnología pura) que hacen las mujeres y los mecanismos a través de los cuales se intenta replicar el sexismo preexistente en el espacio público físico. Yo soy una feminista marxista que mira con atención al ciberespacio. Nada más".
 
En el año 2012, durante su participación en un panel dedicado al ciberfeminisno,  la bloguera reconocería como elementos constitutivos de ciberfeminismo la valoración de la vida cotidiana y el empleo de las nuevas tecnologías como espacio para el ejercicio del activismo político. Como sabemos, el ciberfeminismo ha planteado desde su surgimiento el arribo de las mujeres a los ambientes digitales, la consiguiente subversión del dominio patriarcal y la subordinación femenina, al tiempo que ha revelado las brechas que la utilización de las TIC han supuesto y propuesto la realización de proyectos artísticos-creativos (inspirados en el Art.net), que es el caso Palabras robadas.
 
En ese espacio coloca la bloguera sus Fanfiction, relatos basados en un textos, situaciones y personajes originales y cuya contribución está en la re-creación de estos personajes. Entre los Fanfiction, Yasmín prefiere los de temática homosexual (slash), que en el caso de las  mujeres se denominan femslash o femmeslash. Lo cual está en coherencia con su vivencia de persona queer que ha reconocido sistemáticamente y de la cual deja constancia en su perfil.
 
Muy pocas personas conocen de la existencia de este blog y es que, como dijimos con anterioridad, Yasmín ha privilegiado En 2310 y 8225. Además, es coautora de Bubusopia, donde comparte con su esposo Rogelo M. Díaz Moreno. El primer post de esta bitácora data del año 2006. Palabras robadas tuvo mucha actividad durante el año 2007 y a esta altura del 2013 ya concentra varias historias con sus correspondientes capítulos: "El Secreto del Roble", "El Segundo Regreso del Rey" y "En Busca de un Sueño" (tres partes de una saga sobre el universo de Tolkien que pone a Arda en el mundo contemporáneo), "Para qué quiero más" (una historia de amor entre elfos que ocurre después de El Hobbit y antes de El Señor de los Anillos), "De Leyes y Venganzas", "Secretos de Familia" y "Un Hogar casi feliz" (tres historias diferentes con los personajes de Harry Potter).
 
Dentro del ámbito de la ciencia ficción, Yasmín ha expuesto, en forma de ensayo, sus consideraciones acerca del replanteamiento del género sexual dentro de la literatura de este corte, lo cual distingue a la narración, pues esos seres imaginados (humanoide s o no) siempre tienen referentes sexo- genéricos.
 
Pero ella no es solo una bloguera; también participa en la visibilización de otros espacios de información de la redes cubanas. Su quehacer más reciente en este sentido es haber concebido y usado con eficiencia, por primera vez en el país, la etiqueta #FILCuba2013 en Twitter, para promocionar el evento cultural más importante de la Isla, la Feria Internacional del Libro.
 
"Hacer más con menos" es su premisa, y ante la falta de conexión directa a Internet  hace de las cadenas de correo electrónico la mejor solución para difundir sus ideas y opiniones personales. "Para muchos es un herramienta anticuada, pero para la comunidad digital en Cuba es una vía básica de comunicación"[6]. De esa forma también actualiza sus bitácoras, ante la imposibilidad de acceder a ellas directamente. A Yasmín también le preocupan ciertas marcas de género que tiene la blogosfera cubana, de ahí sus investigaciones "Voces femeninas en la blogosfera cubana. ¿Cambió algo más que el soporte?" y "Perfil demográfico de la blogosfera hecha en Cuba. Primeros resultados de investigación", las dos presentadas en eventos científicos internacionales.
 
En el marco de la Red de Humanidades Digitales, algo muy novedoso en Cuba y a la que el país acaba de incorporarse, la bloguera ha planteado ese "¿cómo hacer más con menos?", en clara alusión a las condiciones de conectividad , mejores cada día pero aún insuficientes, y de acceso a la tecnología que tenemos en Cuba.
 
 
Luego de haber seguido de cerca su evolución como bloguera, desde el 2005 hasta la actualidad, no nos quedan dudas de que Yasmín se encuentra en una especie de tránsito entre su identidad real y la virtual que se consolida y va unida al manejo creativo de las TICs; fundamentado además cuando observamos que Palabras robadas, vendría a ser expresión de ciberfeminismo artístico, pero para el caso de la escritura. Algo realmente novedoso dentro de la popular y socorrida blogosfera cubana.
 
Tomado de Pikara Magazine
 
Notas
 
[1]     Yasmín Silvia Portales: En 2310 y 8225. Consultado el 23 de marzo del 2013.
[2]     "¿Qué dicen nuestros blogs sobre género y diversidad sexual?". Disponible en http://negracubanateniaqueser.wordpress.com/2011/02/15/%C2%BFque-dicen-nuestros-blogs-sobre-genero-y-diversidad-sexual/ . Consultado el 31 de mayo del 2013.
[3]     Ibídem
[4]     Ibídem
[5]     Yasmín Silvia Portales: "Pulsar en negativo". Consultado el 31 de mayo del 2013.
[6]     Sara Más: "Cuba: Género y feminismo en la web 2.0". Ee Biblioteca virtual de género. Disponible en http://www.bibliotecadegenero.com/sites/default/files/12_SEMlac_MS_CGF.pdf. Consultado el 25 de abril 2013.

13 de septiembre de 2013

Un punto azul pálido

Este viernes estuve yo de rumbeo por la Wikipedia, en la Intranet del trabajo –no se lo digan a mi jefe. Allí vi la noticia ofrecida por la Agencia Aeroespacial de los Estados Unidos, NASA, relativa al viaje del Voyager I, que acaba de hacer su salida del Sistema Solar.

 

El Voyager I, es el artefacto volador hecho por nuestra civilización, lanzado en un cohete el 5 de septiembre de 1977, que más se ha alejado de nuestro planeta. Esta misión de la NASA, afortunadamente, fue guiada por afanes científicos, y constituye aún una aventura fenomenal. La lista de logros alcanzados tiene pocos parangones en la historia de nuestra humanidad. La información que ha remitido a la Tierra, acompañada de imágenes absolutamente únicas de planetas como Júpiter, Saturno, los satélites y anillos de estos, constituyen un aporte colosal al avance del conocimiento humano en los campos de la astrofísica y también, por qué no, de la filosofía y del sentido estético con el que contemplamos al Universo circundante.

 

Si algo me impresionó de manera especial en el material consultado, fue la referencia a la imagen "Un Punto azul pálido" o "Pale blue dot", según se lea en español o inglés. Se trata de una fotografía tomada por la Voyager a instancias del astrofísico norteamericano Carl Sagan. A partir del 14 de febrero de 1990, día de buenos auspicios por demás, el pertinaz viajero tornó la vista atrás y empezó a fotografiar la zona donde residía el hogar, del que se alejaba a la velocidad de 64000 kilómetros por hora.

 

Al que no esté familiarizado con esta historia, como yo hasta hace unos minutos, le costaría mucho trabajo descubrir el diminuto punto envuelto en un rayo solar, si no fuera por el círculo que manos piadosas siempre ponen para orientar.

 

Ese punto es la Tierra, vista desde la posición en que se encontraba el Voyager en ese momento, o sea, a unos 6 mil millones de kilómetros de aquí.

 

¿Poca cosa, eh?

 

Para no aturdir al lector con mis balbuceos, mejor los refiero al fragmento del libro de Carl Sagan, quien expresa perfectamente las impresiones y pensamientos que se me agolpan al enfrentarme a estas experiencias. Escribió el científico, en su libro Pale Blue Dot: A Vision of the Human Future in Space (1997), el fragmento que reproduzco según mi propia traducción:

 

Desde este lejano lugar, la Tierra puede no ofrecer ningún interés particular. Pero, para nosotros, es diferente. Considere de nuevo ese punto. Eso, es aquí. Ese es nuestro hogar. Eso somos nosotros. Sobre eso, todo aquel que amas; todo aquel que conoces; todo aquel del que usted haya oído hablar alguna vez; cada ser humano que alguna vez haya vivido, ha tenido su vida. El conjunto de nuestra felicidad y sufrimiento, miles de fervientes religiones, ideologías, doctrinas económicas; cada cazador y recolector, cada héroe y cada cobarde; cada creador y destructor de la civilización, cada rey y cada campesino; cada joven pareja de enamorados, cada madre y cada padre, cada cándido infante; cada inventor y explorador, cada maestro de moral, cada político corrupto, cada superestrella, cada "líder supremo", cada santo y pecador en la historia de nuestra especie ha vivido allí: en una mota de polvo, suspendida en un rayo de sol.

La Tierra es un lugar muy pequeño en una vasta arena cósmica. Piense en los ríos de sangre derramados por todos esos generales y emperadores con tal de convertirse, arropados de gloria y triunfo, en los amos momentáneos de una fracción de un punto. Piense en las crueldades interminables infligidas por los habitantes de un rincón de este pixel, sobre los –prácticamente indistinguibles– habitantes de algún otro rincón. Cuán frecuentes las incomprensiones, cuán dispuestos están ellos a matarse unos a otros, cuán ferviente sus odios. Nuestros principios, nuestra concebida auto importancia, la fantasía de que poseemos alguna posición privilegiada en el Universo, son desafiados por este punto de pálida luz. Nuestro planeta es una mota solitaria en la gran oscuridad cósmica circundante. En nuestra oscuridad –en toda su vastedad– no hay una pista de que vendrá alguna ayuda de alguna parte para salvarnos de nosotros mismos.

La Tierra es el único mundo conocido, hasta el momento, por albergar vida. No hay otro lugar, al menos en el futuro cercano, al que nuestra especie pueda emigrar. Visitar, sí. Asentarse, todavía no. Nos guste o no, por el momento, la Tierra es donde echamos pie. Se ha dicho que la astronomía es una experiencia de humildad y formadora de carácter. Tal vez no existe mejor demostración de la tontería de la presunción humana que esta imagen distante de nuestro minúsculo mundo. Para mí, esto subraya nuestra responsabilidad para tratarnos más amablemente unos a otros y preservar y atesorar el pálido punto azulado, el único hogar que hemos conocido.

 

Fotografía "Un punto azul pálido".

 

1 de septiembre de 2013

Deporte cubano se profesionalizará abiertamente

Los deportistas cubanos pasarán a un sistema abierto de profesionalismo, reveló esta semana el periodista Reinaldo Taladrid en el programa radial Tribuna Deportiva, de la emisora habanera COCO-CMCK (Radio-COCO).
 
El Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER), órgano rector de las actividades deportivas en Cuba, se actualiza a tono con las reformas que atraviesan todo el sistema cubano. Los planes sopesados implicarán que los atletas reciban mayores retribuciones y pasen a ocupar plazas laborales expresamente pertenecientes a aquel.
 
Hasta el día de hoy, los deportistas cubanos reciben una remuneración a través de la pertenencia formal a una empresa cualquiera de las del sistema estatal. En realidad no tienen que trabajar en ese lugar, por recibir las llamadas licencias deportivas. El gobierno cubano se basa en esta circunstancia para calificar de aficionada a la práctica del deporte en el territorio nacional, incluso el de Alto Rendimiento. Aquellos atletas con resultados sobresalientes en competencias internacionales, reciben estipendios superiores en moneda libremente convertible y, en casos excepcionales, una vivienda y automóvil. Estos ingresos resultan insatisfactorios para muchos, por lo que se ha producido una emigración de talentos deportivos hacia naciones de mayor desarrollo.
 
Los periodistas de Tribuna Deportiva concuerdan en que este éxodo se debe, fundamentalmente, a razones económicas y que resulta indetenible. El sistema deportivo cubano no queda, por una parte, exento del proceso de reformas que atraviesa el país. Los cuantiosos recursos dedicados al Alto Rendimiento, en la era de los subsidios soviéticos, han sido drásticamente reducidos. Por otra parte, es poco probable que las empresas a las que ahora se le exige rentabilidad, deseen continuar aportando el salario de individuos que no les producen nada.
 
Los aficionados cubanos lamentan el descenso marcado de los resultados obtenidos por Cuba en los eventos internacionales. Muchas voces han reclamado la inserción o la autorización para que deportistas cubanos se contraten libremente en otras naciones, y mantengan la posibilidad de representar al país de origen en eventos mundialistas y olímpicos. Esta posibilidad ha sido rechazada tajantemente, hasta hoy, por el INDER. Los atletas cubanos de alto vuelo que escogen emigrar son calificados de desertores y proscritos de las delegaciones nacionales. Hasta mantener comunicación con ellos puede ser perjudicial para los que permanecen en el Archipiélago, a pesar de la disposición manifestada por muchos de los emigrados de responder a las convocatorias del país. Las experiencias de los beisbolistas Alfredo Despaigne y otros, en la reciente edición de la liga profesional mejicana, parecen constituir el inicio de una etapa de relaciones más estrechas con las estructuras profesionales internacionales.
 
De estos y otros temas relacionados con el deporte se debate con entusiasmo en el programa Tribuna Deportiva, que cuenta con una amplia audiencia y participación por parte de los aficionados al deporte en la capital cubana.
 
Independientemente de la justeza de que las personas reciban una retribución adecuada que les permita ganarse la vida, vuelve a resaltar el detalle de las decisiones autoritarias. La actividad deportiva de Alto Rendimiento en Cuba es fuertemente subvencionada, con recursos y salarios provenientes del presupuesto estatal. O sea, del trabajo, del sudor, de las neuronas, de los demás trabajadores y trabajadoras.
 
Es una arbitrariedad que se decida aumentar la carga del mantenimiento de este sistema deportivo, sin obtener el consentimiento de la población que produce los ingresos para el Estado. Seguramente muchas personas no estén de acuerdo con mantener actividades deportivas gravosas y de poca popularidad. Yo, por ejemplo, preferiría que se les subieran los salarios a los profesores de Educación Física, que llevan el deporte a los niños y niñas en las escuelas y las comunidades. Y a los demás maestros también, por supuesto. Al gobierno, no obstante, le importa un bledo la opinión de otras personas, con tal de mantener una esfera que le produce beneficios en términos de propaganda y enajenación de las masas.