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29 de enero de 2010

Fallece el académico y dramaturgo Howard Zinn a los 87 años de un infarto

Howard Zinn, el historiador que narró la "otra historia de Estados Unidos", desde el punto de vista de los de abajo, a lo largo de su carrera, falleció este miércoles a los 87 años de edad.

David Brooks, Corresponsal

Nueva York, 27 de enero. Autor de varios libros, entre ellos el texto de historia más vendido, La otra historia de Estados Unidos (A People’s History of the United States), ponente, articulista, dramaturgo (Marx en Soho y una obra sobre Emma Goldman) y colaborador de La Jornada, era profesor emérito de historia en la Universidad de Boston.

Una de las voces independientes de izquierda, fue uno de los intelectuales más admirados por veteranos de las luchas sociales de la posguerra como por jóvenes, por su vida de praxis: era pensamiento y acción. "El problema no es la desobediencia civil, sino la obediencia civil", afirmó en un discurso en Baltimore en los años 60, durante un acto al cual acudió en lugar de presentarse ante un juez para ser sentenciado por sus acciones contra la guerra en Vietnam; después, cuando regresó a la Universidad de Boston, un par de policías lo esperaban para arrestarlo.

Veterano de la Segunda Guerra Mundial, donde participó en los bombardeos aéreos contra Alemania, Zinn regresó después del conflicto para ver la destrucción que se cometió desde 30 mil pies de altura. Al ver Dresden y otras ciudades, decidió que para siempre, sin excepción, tenía que oponerse a la guerra. Colocó sus medallas y documentos que recibió por su servicio militar en un sobre, lo cerró y lo rotuló "nunca más", refirió Ap.

Nació en Nueva York en 1922, hijo de inmigrantes judíos que vivieron en una colonia de clase trabajadora en Brooklyn. Se educó en la Universidad de Nueva York y en la Universidad de Columbia, donde recibió su doctorado en historia. En 1956 se le ofreció una plaza en Spelman College, una universidad para mujeres afroestadunidenses, en lo que era entonces la ciudad racialmente segregada de Atlanta.

Ahí participó en los inicios del movimiento de derechos civiles, alentado a sus estudiantes a participar en él. Una de ellas era Alice Walker, autora de El color púrpura, quien se hizo amiga de toda la vida de Zinn. Despedido de Spelman por "insubordinación", Zinn fue contratado como profesor por la Universidad de Boston, donde continuó su activismo, tanto en el movimiento de derechos civiles como contra la guerra en Vietnam (uno de los primeros intelectuales estadunidenses en hacerlo).

Se jubiló en 1988 y pasó su último día apoyando una huelga de enfermeras, pero nunca dejó de trabajar, y gozar, en la desobediencia al poder, a la imposición, a la guerra y al imperialismo. En numerosas entrevistas con La Jornada, donde también contribuyó con decenas de artículos a lo largo de los últimos años, este ser digno, humano y modesto nunca perdió el optimismo sobre la capacidad del ser humano para rescatar a la humanidad con la rebelión ante la opresión de todo tipo.

Preguntado porqué en Estados Unidos había tan pocas señales de un movimiento masivo progresista en la era de George W. Bush, respondió que había más vitalidad y expresión progresista que en los años 60, pero estaba fragmentada y más aislada de sí misma, aunque presente en casi todas las esquinas.

Recordó que los intelectuales izquierdistas lamentaban lo mismo en los 50 del macartismo, pero que en esos mismo momentos jóvenes en varios pueblos del sur del país realizaban los primeros actos de desobediencia civil contra la segregación racial, la que estallaría poco después en el gran movimiento de derechos civiles. "Eso, seguramente, está ocurriendo ahora. Eso es lo que uno aprende de la historia, esas sorpresas que solamente se perciben después".

Enlaces externos


En lo que tal vez fue su última aportación a un medio, Zinn escribió unos párrafos para The Nation sobre el primer año de Barack Obama. "No me ha decepcionado terriblemente porque no esperaba mucho de él. Esperaba que fuera un presidente demócrata tradicional. En política exterior, eso es poco diferente a un republicano: nacionalista, expansionista, imperial y bélico. La gente está apantallada por la retórica de Obama, y creo que ya debería empezar a entender que será un presidente mediocre, lo cual significa, en estos tiempos, un mandatario peligroso, a menos que se presente un movimiento nacional para empujarlo en una dirección mejor", escribió Zinn.

Entre sus admiradores estadunidenses están Bruce Springsteen (el historiador influyó, se dice, en algunas de sus canciones) y fue amigo de Matt Damon, quien incluyó una famosa referencia a su texto de historia en el guión de la película Good Will Hunting, donde su personaje le recomienda el libro a su sicólogo (Robin Williams). Pero desde los jóvenes de las batallas por la justicia global en Seattle hasta los veteranos activistas, Zinn siempre fue referencia.

Recientemente había realizado un teatro de lecturas en voz alta con diversos actores y músicos reconocidos (Tim Robbins, Damon, Springsteen), y otros de discursos, canciones, versos, cartas y más sobre figuras históricas, algunas famosas otras no, que reflejan la historia desde debajo de este país. Un documental sobre lo anterior fue grabado y trasmitido por el History Channel el mes pasado, y el video estará pronto a la venta. Los textos forman parte de Voices of a People’s History of the United States, un volumen de los materiales primarios que utilizó para su famoso texto de historia.

Zinn murió de un infarto mientras estaba de viaje en California. Su esposa falleció en 2008, con la cual tuvo dos hijos. El historiador seguirá vivo a través de los desobedientes que siempre celebró.

Periódico La Jornada, Jueves 28 de enero de 2010, p. 21, http://www.jornada.unam.mx/2010/01/28/index.php?section=mundo&article=021n2mun

28 de enero de 2010

Auril en invierno 5

12 de enero, foto por Yasmín

27 de enero de 2010

La verdad es revolucionaria

Nadie lo dude. La verdad es una fuerza viva, agitadora. Además de constituir la mejor manera de hacer la denuncia contra males y abusos, y de constituirse en la mejor propaganda para convocar a la lucha contra estos, porta un llamado a la vergüenza de cada ser humano, una invocación radical contra el acomodamiento y el facilismo.

La verdad es revolucionaria cuando se usa para denunciar cuantos abusos y expoliaciones cometen los poderosos contra los débiles; la coerción que ejercen las potencias industriales y militares contra las naciones que se debaten por alcanzar un mínimo de desarrollo social y económico, –vía chantaje comercial y financiero; los abusos que ejercen las corporaciones poderosas sobre los individuos, los pequeños negocios y el medio ambiente. La verdad es revolucionaria cuando permite reconocer, disimulados entre los signos de opulencia u opacados por los neones del consumismo, al desplazado agonizante; al sin hogar, desechable y desechado, que revela el precio de la insolidaria competencia a ultranza. Reconocer al enemigo y desnudar sus falacias es el primer paso para convocar a la lucha contra el mismo.

La verdad es revolucionaria cuando se ejerce como crítica oportuna y sirve para señalar los errores de los proyectos que buscan un mundo mejor. Reconocer las faltas es el primer paso para rectificarlas y liberar las naves de los vicios que lastran el avance.

El llamado y las críticas oportunas del segundo secretario del PCC, sirvieron para traer a colación los problemas de la tierra explotada con pésima eficiencia; el congreso de la UNEAC encaró deficiencias groseras en el sistema de educación que se comenzaron a enfrentar.

Lo que hace que ciertos sucesos sean noticia en Cuba, es su excepcionalidad. Los mismos sucesos en otras latitudes son rutina que no molesta a un periódico pueblerino. Porque lo que se busca construir aquí, es algo que pretende en última instancia liquidar las taras y defectos que se dejaron atrás con el otro sistema, con cuyo mismo destino eran consustanciales.

Reconocer la verdad, y reconocerla completa. La verdad es que en el estado ideal de las cosas, sin bloqueo, sin agresiones de la potencia empeñada en recuperarnos como neocolonia, hubiera hoy muchas más riquezas y bienestar a compartir. La verdad es que sin bloqueo y con todas esas riquezas, aún habría muchas personas presas de la corrupción, dispuestas al latrocinio, al atraco y la rapiña que les permitan alcanzar las metas de la más inescrupulosa codicia, dejando la estela inevitable de víctimas y dolor. Y en la situación de bloqueo, la amarga verdad revela que aún así hay personas que no dudan en robar de los hospitales comida, computadoras, y otros recursos de los que la sociedad, apretándose el cinturón, dedica a los más necesitados. Cuando se roba una computadora de un hospital, puede que una secretaria se quede sin su juego de solitario, pero puede que un sofisticado equipamiento, que al país le costó millones, quede meses sin funcionar por falta de un costoso programa de control que se esfumó con el atraco. Cuando se le roba la comida a un enfermo, simplemente se demuestra que no se tienen entrañas, y eso no se justifican ni con mil bloqueos.

En todo caso, tanto en el estado ideal como en este real donde sí hay bloqueo, las situaciones de oprobio tienen causas y responsables, origen, agentes, víctimas, testigos impotentes y otros tolerantes. Y otros –ya veremos quiénes– tendremos el deber de comportarnos como revolucionarios. De no ocultar la verdad, con lo que se protegería indebidamente al malhechor. De analizarla objetivamente, sin histerias extremistas, pero tampoco con tibiezas indolentes. La mejor manera de asegurarse que los responsables enfrenten la justicia, es haciéndola pública. La mejor manera de prever futuros problemas similares, es aireando las causas que le dieron origen al problema actual y haciendo públicas las medidas con que se intentará corregir el rumbo y evitar nuevos conflictos. La verdad, será siempre la mejor manera de defender la Revolución.

El accionar de cierto periodista extranjero ha llamado la atención. Quien ha llamado al bloqueo por su nombre; ha destacado el ridículo de llamar terrorista a la Isla más víctima del terrorismo; ha respetado como se merece el heroísmo de médicos consagrados a aliviar la desgracia, tanto en casa propia como en la ajena, también ha sentido el deber profesional de señalar con severidad la mancha y llamar la atención sobre lo dolorosamente que empaña el resto del resplandor. Su acción sería un ejemplo que ojalá otros colegas fueran capaces de seguir. Sin estar obligado a mostrar sentido de pertenencia, ha mostrado más carácter revolucionario diciendo en cada momento lo que considera pertinente. Puede equivocarse. Pero tengo la seguridad: más se equivocan, más daño hacen a la Revolución, los que pretendan silenciar problemas, ocultar accidentes, sepultar grises quinquenios y fallos deplorables como si nunca hubieran ocurrido, como si sus víctimas y testigos pudieran olvidarlas tras una cortinita rosa de propaganda. Casi siempre estos tendrán algo que ganar con el silencio que da pie y conduce a la impunidad. Pero lo que ellos ganen, la Revolución lo pierde. A menos que los verdaderos revolucionarios logren hacer prevalecer la verdad.

25 de enero de 2010

Los rusos, los libros y qué recomendación

Ahora que me enteré de que la próxima Feria Internacional del Libro de La Habana va a contar con Rusia como país invitado de honor, me acordé de un libro que compré hace poco. Como el volumen de marras no es exactamente la última novedad editorial –en Cuba lo imprimió en 1964 la Editorial Nacional– no se prestaba para uno de los trabajitos con que me busco unos pesos en www.cubaliteraria.cu, pero me había llamado la atención lo suficiente como para comentarlo en alguna otra parte. Y qué mejor lugar que Bubusopía.

El libro es de la era soviética, por supuesto, Relatos sobre el Ártico, escrito por Boris Gurbatov. Y la parte graciosa empezaba con una nota que algún lector dejó en la página inicial, fechada el 29 de abril del 2008:
Intenté leerme este libro, porque su título me provocó. No llegué a la página 100. Su lectura es tediosa, rara, nombres de indígenas, qué se yo… de pescadores castigados por el frío, de cazadores que viven entre el hielo, agua y fango y musgo, en chozas de escasos recursos donde se comunican con sus familiares lejanos por viejos caminantes, radiogramas, telégrafos , etc. Donde se cuentan discursos, peleas, tristezas, nostalgias, celos y nombres de ríos y lugares raros sin tener secuencia de personas con un antes y un después. Opté por abandonar su lectura y olvidar su atrayente título.
La nota está firmada por el inconforme lector, pero no se distingue el nombre.

De la misma manera que una recomendación puede tener el efecto contrario (digamos, “les recomendamos leerse este notable exponente del realismo socialista, elogiado por el mismísimo camarada líder”), esta “antirecomendación” me picó la curiosidad como pocas. Además el libro era muy barato, el título y la nota de contracubierta contenían promesas de aventuras y uno tiene ciertos vicios.

Puedo decir con satisfacción que fueron dos pesos muy bien empleados. A mi estimado predecesor pudo no haberle gustado, pero la secuencia de historias desarrolladas, muy a lo Jack London, contenían todos aquellos elementos de personas que, a primera vista, no tienen nada fuera de lo común, pero que se encuentran en esos escenarios exóticos, retadores, desequilibrantes, de condiciones extremas, donde la persona vive cada momento en el filo de lo extraordinario, enfrentando condiciones extremas.

Auril en invierno 4

11 de enero. Foto por Yasmín

20 de enero de 2010

Auril en invierno 3

10 de enero, Fotos por Yasmín
Tanta ropa porque el culero impermeable se salía por la cintura.

Al amanecer...


Antes del almuerzo...


Y al anochecer...

Hija del presidente Raúl Castro pedirá al PCC que rechace explícitamente la homofobia

Han sido intervenidos quirúrgicamente en la isla 122 transexuales, dice la sexóloga Mariela Castro

Gerardo Arreola, Corresponsal

La Habana, 19 de enero. La sexóloga Mariela Castro Espín anunció hoy que pedirá al Partido Comunista de Cuba (PCC) que rechace explícitamente la homofobia y confirmó que desde hace año y medio se realizan cirugías de cambio de sexo en la isla.

La hija del presidente Raúl Castro y de la desaparecida dirigente femenil Vilma Espín reconoció ante la prensa que el PCC "implícitamente" discrimina a los homosexuales, aunque no haya nada abiertamente definido. "Por tanto, tiene que estar dicho y declarado que no debe haber esa discriminación."

Mariela, directora del Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex), dijo que prepara una carta a la dirigencia partidaria para que incluya claramente en su línea política que "las personas no sean discriminadas por su orientación sexual o identidad de género".

Aceptó que una consecuencia de esa posible declaración sería la admisión explícita de homosexuales como militantes del PCC.

"Claro", respondió a una pregunta sobre ese punto. "Si estamos abogando por derechos, tenemos que incluirlos en todos los sentidos. No tiene nada que ver en la realidad tu definición ideológica y partidista con tu orientación sexual; eso es absurdo, risible."

La perspectiva de este caso es, según Mariela, que así "como se superó el problema de la religión, sea superado también este problema". La frase alude a la discriminación en la que vivieron los creyentes cubanos durante unas tres décadas, después del triunfo de la revolución de 1959.

En 1991 el PCC declaró expresamente que podría admitir creyentes en sus filas y un año después una reforma constitucional reconoció la libertad de creencia religiosa y prohibió la discriminación también por motivos de fe.

En los años 60 y 70 la homofobia llegó a ser parte de la política oficial en Cuba y hasta los 90 era penalizado quien hiciera "pública ostentación de su condición homosexual". Hasta hace cinco años todavía había redadas policiales de homosexuales en el centro de La Habana.

La hija de Raúl Castro, quien encabeza una campaña por el respeto a la diversidad sexual, preside esta semana el Congreso Cubano de Educación, Orientación y Terapia Sexual.

La directora del Cenesex confirmó que a partir de la autorización oficial, en junio de 2008, se han realizado cirugías de adecuación genital a personas identificadas como transexuales.

Del total de 122 personas atendidas, hay 30 identificadas como transexuales, de las cuales dijo que "todavía no llegamos a la mitad" de operadas. Explicó que las intervenciones solamente se realizan para nacionales residentes en la isla; los cirujanos han sido belgas y cubanos y no tienen costo para el paciente.

Mariela reaccionó al cuestionamiento de por qué destinar recursos a la atención de una minoría en un momento de retroceso económico en el país. Dijo que ése es el argumento de quienes en Cuba se oponen a la política de diversidad sexual.

“Si somos consecuentes con nuestra estrategia de desarrollo, que privilegia los programas sociales y la atención a los derechos del ser humano (…) no se puede excluir a nadie (…) no se puede usar como criterio los prejuicios para excluir a nadie.”

Periódico La Jornada (http://www.jornada.unam.mx/2010/01/20/index.php?section=mundo&article=022n1mun), miércoles 20 de enero de 2010, p. 22.

Auril en invierno 2

Por Yasmín, 9 de enero de 2010

Auril en invierno 1

Por Rogelio, 7 de enero de 2010