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28 de febrero de 2012

La primera carga al machete

Tags: Cuba, historia, primera carga al machete, nacionalidad, Guantánamo, Santiago de Cuba, Pedro Guerrero
 
Están pasando un montón de cosas serias en este país, pero hoy es mi cumpleaños y no estoy para ponerme trágico. Así que le di espacio a este bichito que tenía dándome vueltas hace tiempo, creo que hasta lo mencioné en un post anterior. Resultó que una referencia suelta, una noticia al azar, me hizo considerar la cuestión de la primera carga al machete.

¿Quién no ha visto en Cuba los dibujos animados de Elpidio Valdés? Uno de estos cortometrajes aborda, con su acostumbrados dinamismo y gracia criolla, el uso del machete como arma redentora por los insurrectos cubanos. El coronel Elpidio y el corneta Pepito mencionan la emboscada del 4 de noviembre de 1868 dirigida por el dominicano-cubano Máximo Gómez Báez como la primera acción mambisa de este tipo, si bien luego se reconoce que, durante la batalla de la toma de La Habana por los ingleses en 1762, el criollo Pepe Antonio también dirigió a sus coterráneos contra los casacas rojas, usando el sencillo pero eficaz armamento. Uno se emociona con la frase entusiasmada de Pepito: "¡nosotros cargamos al machete, porque somos muy bravos!" Pues bien, la referencia que encontré me hizo remontarme un pelín, hacia la posibilidad de que se hubiera dado en Cuba una carga al machete anterior a las del alcalde de Guanabacoa.

Hoy por fin localizé en Wikipedia la información que me faltaba, y la quería compartir con mis amigos de Bubusopía. Para esto hay que remontarse hasta 1741. En esta época, las potencias coloniales de Francia y España libraban la conocida como Guerra del Asiento o de la oreja de Jenkins –un personaje histórico que ahora no viene al caso. El almirante inglés Edward Vernon, basificado en Jamaica luego de dolorosas derrotas contra fuerzas españolas en Cartagena de Indias, decidió desquitarse en la provincia más oriental de Cuba.

Para este fin, desembarcó en la bahía de Guantánamo en la noche del 4 al 5 de agosto del citado año. La región oriental de la isla, relativamente despoblada y pobre en comparación con la zona occidental, tenía a Santiago de Cuba como única plaza de interés, y Vernon pretendía ocuparla avanzando sobre ella desde tierra, para establecer así un asentamiento inglés de importancia en la mayor de las Antillas. En Santiago, el gobernador Don Francisco Cajigal de la Vega disponía de menos de mil hombres, entre soldados profesionales y milicia –esta última dirigida por el capitán criollo, Pedro Guerrero–, contra cerca de cuatro mil que traía el británico junto a una flota de varios navíos de línea, transportes, etc.
Aquí me sospecho yo que pudieran encontrar los aguerridos orientales, una razón poco conocida y menos divulgada para acrecentar el orgullo –en el mejor sentido de la palabra– de sus tradiciones e identidad. Las tropas de Vernon lograron avanzar poco más allá de la pequeña villa de Catalina, cuyos habitantes fueron los primeros que lucieron bonitos "a la hora de los mameyes" pues, aunque tuvieron que retirarse ante la abrumadora superioridad numérica del enemigo, no tardaron en comenzar el hostigamiento de los ingleses en pequeñas partidas. A esta campaña se unieron poco después destacamentos enviados desde Santiago, y se detuvo totalmente el avance enemigo. Teniendo en cuenta que los combatientes por el lado de Cuba, en su mayoría, no eran tropas regulares, podrían haber aprovechado sin duda el famoso instrumento de trabajo como arma, y haber cargado al machete más de una vez contra los casacas rojas.

Los ingleses empezaron a sufrir rápidamente también de fiebres tropicales, que les provocaron cuantiosas bajas. Incapaces de acercarse más a la capital oriental, tras cuatro meses de sufrir el asedio de las guerrillas españolas y criollas, se reembarcaron y regresaron por donde mismo vinieron.

Así que a lo mejor le corresponde al compatriota Pedro Guerrero –¡qué nombre, eh!– o a algún otro oriundo de aquella tierra cubana, el honor de haber realizado "la primera carga al machete".

Es verdad que estos combatientes defendían la tierra de su Majestad el Rey de España, pero pasó aquí y uno se siente importante. Además, la nacionalidad se forja poco a poco, y este episodio sin duda es de lo más significativo.
 
 

25 de febrero de 2012

Bubuscopio: Conversadores que estamos

Tags: Implementación de los Lineamientos del VI Congreso, Li Changchun, Marino Murillo, Esteban Lazo, Pensamiento Crítico, debate social, democracia, Cuba, socialismo
 
En pasados días, tuvimos la oportunidad de enterarnos por nuestra prensa que exponentes de las altas autoridades cubanas estaban de lo más conversadoras. En la página web de Radio Rebelde me encontré con la notificación de las conversaciones de Marino Murillo con un político chino, Li Changchun, "a quien informó sobre los resultados de la recién concluida Conferencia Nacional del Partido", según el órgano de prensa; también me encontré con otra nota que daba fe del encuentro de Esteban Lazo con líderes religiosos de Cuba, en el que abordaron "cuestiones como la unidad de los cubanos, la defensa de valores y el papel de la familia en la formación de las personas. (…) la actualización del modelo económico de la isla, el aporte de toda la sociedad al desarrollo del país y temas internacionales relacionados con la crisis económica y estructural que sufre el planeta, y en particular los más pobres."
 
Por alguna razón, el gobierno del país ha decidido que todavía no es oportuno que el pueblo reciba la versión íntegra y final del programa aprobado en la famosa Conferencia –y eso que se establecieron principios de lo más altisonantes, como aquello de la ratificación del Partido único. Que conste que yo tampoco veo que la democracia avance cuando hay más partidos, pero no me preguntaron. Hay sus colas raras detrás de este cónclave, representativo –digamos– de cerca del millón de militantes de la UJC y el Partido que discutieron su programa y supongo analicen los informes finales, cosa que a los demás mortales parece que no nos incumbe, aunque al final tengamos que acatar los resultados.
 
Yo recuerdo que a James Carter le dieron, primero que a los cubanos, un filo sobre los lineamientos del VI Congreso del Partido –no, no recuerdo tan bien, tal vez fue a Chávez, o a algún otro extranjero. A lo mejor, si pudiéramos preguntarle al chino, va y él nos pasa la información de lo de la Conferencia.
 
No obstante, aquí mismo se hace evidente la otra vía para que el gobierno comparta contigo. Hay que apuntarse a alguna de esas religiones con poder suficiente como para que te tengan en cuenta, te inviten a compartir y puedas, tal vez, hacer algunas preguntas. Dios mío, dónde quedamos los pobres no creyentes, hijos de San Miguel del Padrón, Regla o algún otro territorio nacional.
 
A mí me parece que no se ha divulgado lo suficiente sobre eso de los planes para la actualización del modelo económico de la isla. Es mi isla, demonios, me siento ansioso por saber qué va a pasar. Se sabe que hay un plan estratégico de esos con un plazo de varios años que sí, que termina más o menos por el 2015 pero nunca, jamás, nos lo han desglosado cuidadosamente. Por ejemplo, según las malas lenguas, se dijo en otra conversación de la Comisión de Implementación de los Lineamientos del VI Congreso, que para ese año se tiene planeado haber despedido al 75% de la fuerza laboral del sector estatal. ¿Será cierto? Cosa violenta, considerando que irían a trabajar al sector privado y aquello otro del socialismo que controla los medios fundamentales de producción. Supongamos que solo se refiere al sector empresarial y no al total (en el total, solamente en educación y salud trabaja el 40% de la fuerza laboral, ¿eh?, y uno se asusta). Pero me muero porque me expliquen qué protección laboral van a tener las personas trabajando para el sector privado, del lado de quién estarán los medios de prensa, el Partido y los sindicatos si hay una huelga que enfrente a empleados y patrones privados (el compromiso de los años 60 era no hacer huelga contra el Estado), y ese tipo de dudas de las que a lo mejor me sacan si me vuelvo religioso o me descubro un abuelo español.
 
En otra conversación más de esas en las que ocurre que uno está, se estaba filosofando y, solavaya, alguien cercano defendió la decisión de haber cerrado allá al inicio del quinquenio gris, la revista Pensamiento Crítico pues "una Revolución tiene el derecho a defenderse". Sí, en una conversación reciente. Aquel derecho es indiscutible, reconozco por mi parte, pero también que hoy en día se están rectificando y cambiando montones de cosas de esas que aquellos incómodos pensadores criticaban. Entonces, cómo es posible no caer en la cuenta de que en el Pensamiento Crítico había una gran parte de la razón y que, en ese caso, eran ellos los que estaban defendiendo a la Revolución. Y contra ciertas aberraciones de las que solo hoy estamos evaluando cabalmente las (desastrosas) consecuencias. Y este pensamiento, surgido de esta conversación, lo conduce a uno, finalmente, a la incómoda pregunta ¿quiénes serán hoy día los que están defendiendo mejor a la Revolución?
 
Las boberías que le pasan a uno cuando se pone conversador.

24 de febrero de 2012

Seguidilla de la Feria

Tags: Feria Internacional Libro Cuba, Bubusopía, memorias médico rural
 
Por Rogelio Manuel Diaz Moreno
 
Tengo que reconocer cierto apurillo ético, porque están pasando cosas bien intensas como para seguir hablando acá de eventos pasados, pero lo que tenía que haber hecho era haber publicado más sobre la Feria Internacional del Libro, antes, y punto. Bueno, acá va una reseña-nota sobre la presentación de un libro.
De comentarios al margen: Resultó que durante la Feria, teníamos conexión a una Internet 1.0 o algo así, porque ni acceso a blogs (como Bubusopía), ni redes sociales como las que todo el mundo conoce. Y eso que la mayoría de las editoriales han creado, por orientaciones de las altas autoridades, perfiles en los correspondientes sitios. Bueno, durante la feria del libro, las editoriales basificadas en La Cabaña no pudieron actualizar. Así mismitico.
Un detalle personal para la cosa kitsch. En esos días, se recordará, se dio el lamentable y prematuro fallecimiento de la diva Whitney Houston (¿es así como se escribe?). Y nuestro antipático chofer tenía la radio puesta donde estaban dando la noticia, e intercalaban los comentarios breves y sobrios con fragmentos de las canciones, especialmente el tema de El Guardaespaldas. Y nada, que uno sabe que esa gente son hollywoodenses y todo eso, y que el mercantilismo, y que la banalización, etc., pero es que uno también tiene una partecita tierna en el corazón y se pone sentimental.
Entonces, ahí los dejo con una nota con uno de mis personajes ídolo como protagonista. Este libro se lo regalamos a un amigo argentino que vino con una imagen en la cabeza de nuestro país, parecida a la que tenía yo a los 18 años. Me temo que al recorrer la ciudad a pie todos estos días, se le ha desinflado un poco la maravilla, así que a manera de masaje revivificante y para constatar que siempre habrán cosas por las que vale la pena soñar.
 
La semilla que cayó en tierra buena
La simiente que cayó en suelo fértil y dio buen fruto, cabe añadir, era de natural generosa y no podía sino recompensar las manos que la plantaron con amor y esmero. Ricardo González Menéndez, médico admirado y entrañable, debía presentar este 13 de febrero el volumen que recoge –temporalmente- sus memorias. Caprichosamente, el llamado de los necesitados requirió una vez más de sus empeños, y no quedó otra posibilidad, para quienes acudimos a la sala José Antonio Portuondo en la fortaleza de La Cabaña, que recibir en voz de un colega su mensaje de gratitud y cariño para los asistentes a la Feria Internacional del Libro.
Iraida Aguirrechu Núñez, de la Editora Política, presentó al Dr. Luis Calzadilla, también lumbrera reconocida de las ciencias médicas de nuestro país y amigo personal de González Menéndez, que se encargaría de la presentación del volumen Volver a la semilla. Calzadilla compartió entonces con los visitantes los detalles de mayor significación del texto, que le sirvieran además para elaborar sabiamente un sentido conductor de una epopeya de registro absolutamente carpentereano.
El público recibió en primer lugar la graciosa, si bien impresionante, descripción de un recién graduado con más teorías en su cabeza que habilidades prácticas en la mano del bisturí, enfrentado con un machetero accidentado con su mocha que lo esperaba como el primer caso para atender, prácticamente en los estribos del ómnibus que lo llevó desde la cosmopolita capital del país, hasta el intrincado municipio de Niquero. Se puede vislumbrar que este comienzo, de película tremebunda, fue apenas el umbral de una trayectoria que condujo al joven galeno a través de un crecimiento profesional y humano de ribetes extraordinarios. Al dejar la zona cinco años más tarde, cuando solo estaba comprometido a trabajar en ella catorce meses, la población del lugar había elevado ya a este médico a los rincones más reverenciados del altar hogareño, justo al lado de las imágenes de la Virgen, tal vez con un aire de San Ricardo del Pinar –por aquello del lugar de origen. Esta consideración la había conquistado González Menéndez con su abnegación, su espíritu de sacrificio, su compromiso en el enfrentamiento a la muerte y el sufrimiento de las personas a cuyo bienestar y consuelo había dedicado cada instante y todas sus energías en el período transcurrido.
La labor asistencial de González Menéndez tuvo otro significado particular, pues fue pionero también de una labor educativa y formativa con la población que serviría de inspiración y modelo a posteriores programas hoy extendidos por toda la nación. De vuelta a la capital, entró a formar parte del equipo del doctor Eduardo Bernabé Ordaz en el hospital psiquiátrico de La Habana. Es más que conocida la hazaña de la  transformación de aquel centro en aquellos primeros años de la Revolución, y a personas como ellos les cabe el mayor mérito por el grandioso resultado, atestiguó el Dr. Calzadilla.
Hoy cabe reconocer también al profesor González Menéndez por su invaluable trabajo de atención a pacientes víctimas de dolorosas adicciones, ya sea a bebidas alcohólicas o a otras sustancias estupefacientes, y al trabajo educativo y divulgativo sobre temas de salud. De tal suerte, su labor asistencial  se ha visto complementada con abundante producción académica y para el público general.
Pasado el tiempo, concluyó el Dr. Calzadilla, ya el querido profesor no es aquel joven al que comprensiblemente le temblaba la mano que debía coser los tendones sajados por un mochazo perdido, pero continúa siendo aquella persona humilde, con un humanismo excepcional y la misma voluntad de servicio que germinara como la fruta más hermosa en aquella distante comunidad rural.
 
Lo que usted no leyó: al final de la presentación, como se había comentado en algún momento que RGM provenía de una familia no proletaria –vaya, que traía la mancha del "pecado original" del origen burgués– la Aguirrechu creyó su deber aclarar –para los que no se hubieran dado cuenta– que el compañero era hoy un miembro honorable del inmortal Partido. Hay cosas que son muy importantes para algunas personas.

20 de febrero de 2012

Y se acabó la fiesta

Tags: Feria Internacional del Libro de Cuba, literatura
La XXI Feria Internacional del Libro de Cuba sigue, pero ya la parte en La Habana, aquella en la que yo participo, se acabó. Como saben mis amigos, me voy en esos días para La Cabaña y trabajo como periodista para El Cañonazo y Cubaliteraria. Me meto en la vorágine, en la jet set, en la farándula culturosa, durante esos diez días, dejo un salario íntegro en las cajas de las librerías, les saco fotografías a cabezones famosos y en algunas me cuelo con ellos, escucho presentaciones de libros y conferencias, me cuelo en los brindis de los premios importantes y escribo notas sobre estos eventos que me proporcionan, al cabo de unos tres meses, un chequecito de lo más ameno.
Mi madre y la de Yasmin nos apoyaron mucho con el nene, sino no hubiéramos podido hacer la mitad de las cosas.
Por la parte de las cosas que no me cayeron muy bien, las altas autoridades defenestraron la dirección tradicional de El Cañonazo. Con Basilia Papastamatiu tengo yo ya una afinidad establecida. No tengo nada en contra de la joven que la suplió pero no era lo mismo. Además, una invasión de jóvenes en el periódico de la feria, estudiantes de periodismo, prácticamente nos dejó sin trabajo a los reporteros establecidos. Claro, ellos salen más baratos. Igual no tengo nada personal en contra de ellos, que se mostraron siempre amables y buenas gentes, pero de que me quitan los frijoles me los quitan. Y ya se sabe por dónde le entra el agua al coco, o lo que duele cuando a uno le pisan los callos.
En esta Feria vi más cartelitos de prohibido el paso que en cualquiera de las anteriores. Pareciera que había el temor de que alguien se fuera a llevar en la cartera un cañón de esos antiguos que están en exhibición en sus puestos en la muralla.
La librería grande en moneda nacional se ha estabilizado en el área de la plaza-baluarte de San Francisco. Las colas y las moloteras siguen maravillosas. Y si los niños lo que más disfrutan son los libros de colorear y subirse en los cañones que no están vedados, pues bien por ellos. ¿Qué quieren, que efectúen su primera aproximación a la literatura con Marcel Proust? Y va y después de juguetear entre las bocas de fuego, les dura la curiosidad hasta el libro más cercano de El Corsario Negro. Elitismos, no queremos. Bueno, hay quien sí. El mismo que después está gimoteando por que la "plebe" manifiesta un "bajo nivel cultural".
Fue bastante llamativo, en ocasiones, ver actividades de mucho interés, con tan poco público que amenazaron o simplemente cancelaron su realización. Uno podría pensar que los organizadores no fueron muy listos en eso de promocionarse. Algunas de esas actividades, pienso yo, podían dirigirse con mucho tino a público particularmente cercano, pienso por ejemplo en las conferencias sobre los premios Nobel del Caribe, que se supone deban atraer a estudiantes, investigadores, etc., y languidecían de mala manera. Y si a usted le toca presentar su libro el último día, comprometa a toda su familia, amigos y vecinos del barrio, o lo veo en peligro.
Las botas definitivamente se me rompieron. La comida que nos asignaron estaba buena se retrasó en una sola ocasión. Igual sigo pensando que mejor nos den el dinero y nos compramos lo que se nos antoje cuando así lo queramos. Uno de los choferes que nos tocó, para el transporte de los trabajadores de la feria, tenía pésimas actitudes si de tratar con público se trata. El que piense que estos temas son muy prosaicos para tratarlos al lado de tanto arte y literatura, está en otra Cuba que no es esta.
Se aprovechó la oportunidad también para hacer coloquios de ciencia y filosofía. Bien por ellos, aunque dicen las malas lenguas que fueron a uno de ellos, que los panelistas creían que el socialismo del siglo XXI era tan sencillo como ir a comprarlo en Silicon Valley. Pero eso me dio una idea para mi examen de filosofía para el doctorado, si alguna vez me animo.
Entre los encuentros personales, uno con un compañero mío de estudios que tiene la virtud de ponerme siempre a la defensiva. Para imprimirle un material a Santiago Alba Rico, le puse como condición un autógrafo y una foto. También me fotografié con Paco Ignacio Taibo y sueño con que me publiquen los cuentos de Pedrito. Una conferencista que habló de VS Naipaul, qué joven y bonita, de la UH; jugando uno con el hecho conocido de que los hombres no le prestan atención realmente a lo que ellas dicen –cuánto machismo, autocrítica para mí. Tamara Roselló, en una de las actividades de Caminos. Una de las chicas colegas, pichón de periodista ¬¬–ya ven, y yo hablando mal de los muchachos– con nombre de madre de la patria, y que me deja la sensación aquella que se me hace difícil explicarle a Yasmin; digamos que una sensación estética comprensible para un fotógrafo. De lo que me aproveché pues, con el pretexto de una afición por la fotografía, que no es para mí la principal, le saqué conversación y un par de instantáneas. Diré que en una de ellas logré atrapar lo más que se podía pedir.
Para la próxima Feria, Angola de país invitado. Yo voy a proponer un dia de estos a los Estados Unidos. Piensen cuánto se podría aprovechar. Escritores y nobeles de allá hay un saco: Steinbeck, Hemingway, Alice Walker, Twain, Poe, montones. Clásicos y modernos, izquierdosos y todo. Y cómo ibamos a hacer que se armaran líos y corre corres. Tendremos publicidad segura.
Voy a compartir en los próximos días vía este blog, algunas de las notas que escribí para Cubaliteraria. Mi selección, las que más interesantes me han parecido. Ya Yasmin sacó una, de hecho. Un par de veces, incluso, van a ir acompañados por comentarios del tipo "lo que usted no leyó", pero no se embullen demasiado que no es para tanto.

10 de febrero de 2012

Memorias de la FIL 2012: Herramientas para abrir Caminos

Publicado en la web de la Feria del Libro
 
El Centro Memorial Dr. Martin Luther King, Jr., aprovecha cada edición de la Feria Internacional del libro cubano, para presentar los productos de su editorial, Caminos. Los títulos  de esta colección hacen honor al nombre del sello, y sus lanzamientos se convierten en espacios de reflexión e incitación de particular significado.
 
 
Este 10 de febrero, primer día de actividades abiertas en el recinto ferial de La Cabaña, los abanderados del desarrollo local y los programas de participación social y comunitario  se reunieron en la sala José Antonio Portuondo. En esta ocasión, el lanzamiento de uno de sus títulos se combinó con la proyección de un material audiovisual estrechamente relacionado con las temáticas y labores del centro que le da cobijo. El nombre del documental, Para la libertad, ofrece las claves y objetivos de los empeños de un extenso colectivo de personas consagradas, más que a la promoción de proyectos de desarrollo comunitario, al acompañamiento y empoderamiento de los seres humanos en la superación de sus propias dificultades y a la concreción de sus fines, ideales y objetivos, utilizando la sabiduría de cada cual, en un espacio de participación entre iguales, horizontal y democrático.
 
La realizadora del documental, Idania Trujillo, recogió en su material los testimonios de los participantes en una notable experiencia de transformación social que tiene lugar en el municipio de Güines. Lidereado por Heydi Tejeda, este proyecto ha permitido la capacitación de miles de personas, desde directivos públicos, promotores culturales, campesinos y mujeres reincorporadas a la esfera laboral gracias a los diversos cursos que se adaptan a las necesidades de los pobladores. Allí se dan la mano el sembrador tostado por el sol, con la profesora de la Universidad; un artista rumbero con los muchachos que mitigan sus problemas de conducta aprendiendo valores a la par que montan gustados espectáculos; la trabajadora del museo y el delegado del Poder Popular que perfecciona su capacidad de gestionar las necesidades y las energías de su comunidad.
 
La responsable del programa de educación popular del centro Marthin Luther King, Marta Alejandro, tuvo a su cargo la presentación del filme y, con posterioridad a su proyección, introdujo a otros dos especialistas para la presentación del título Cataurito de herramientas para el desarrollo local. Este es el fruto del trabajo colectivo de un grupo de instituciones y centros de investigación adscritos al Ministerio de Ciencias, Tecnologías y Medio Ambiente (CITMA). Ada Guzón, del Centro de Investigaciones Psicológicas y Sociológicas, se refirió a la importancia de situar al municipio como el espacio fundamental de los esfuerzos de estos trabajos, por tratarse de la comunidad más cercana al individuo, la esfera que contiene por lo general los escenarios donde se desenvuelven en su mayoría las actividades profesionales, recreativas, personales, de cada cual. Destacó la especialista la importancia de involucrar en una mirada integral las dimensiones económicas y productivas, los aspectos históricos y culturales y las responsabilidades con la naturaleza y la ecología. Solamente un abordaje conjunto, democrático y horizontal permitirá la coordinación armoniosa de estos puntales del desarrollo sostenible que necesita y merece la población.
 
Ricardo Bérriz, por su parte, describió con mayor detenimiento la estructura del texto ofrecido. Catauro de herramientas…, acotó, es exactamente eso, un compendio de instrumentos para el desarrollo de programas comunitarios de superación personal y colectiva. Va dirigido a un amplio público, pues en este cajón se encuentran lecciones útiles para el campesino, para la mujer, para el artista, para el pedagogo y para el funcionario público. El contexto general en que aparece esta obra la hace particularmente pertinente, pues las transformaciones en curso del país realzan el papel de las estructuras institucionales municipales en la gestión de los asuntos, recursos y necesidades públicas. A la vez, es un camino no exento de algunos riesgos conocidos, llámense tanto la inercia de la tendencia a la centralización y el burocratismo todavía presentes, como la inexperiencia y la timidez de quienes no conocemos todavía el pleno alcance de todas nuestras energías desplegadas en un empeño común.
 
El programa de presentaciones de la editorial Caminos reserva varias actividades más de sumo interés durante las jornadas habaneras de esta Feria del Libro. Mantenerse al tanto será una excelente idea.

9 de febrero de 2012

La bubusiferia

Tags: Feria Internacional del Libro de Cuba, Cuba, política cultural, Instituto Cubano del Libro, Ministerio de Cultura, libros, lectura, La Cabaña
 
Ya empezó la Feria. Tiempo de llovizna, poco dinero, y mala pata organizativa, pues no se coordinó bien algo, y me quedé sin invitación para la actividad de inauguración a la que he ido otras veces como fotógrafo de El Cañonazo, el diario oficial de la Feria.
 
Ayer había comprado ya un grupo de libros en la librería de la Casa del Alba –los que la atendían comentaban que estaban trabajando todo el día, sin recibir almuerzo ni dieta. ¡Y hay patanes que llaman al cubano holgazán!. Hoy me gasté hasta el último centavo que me quedaba en el bolsillo –contando $140 que me dio Yasmin, en otro gran paquete, y tuve que dejar otros pendientes. Ahora voy a hacerle buena onda a los que me parecen buenos, y a hablar mal de los que así me caigan.
 
Para mi madre, un libro de Zoila Lapique, amiga de la familia y figura homenajeada en esta edición. Para Rogelito, entre ayer y hoy, van como 4 libritos para niños –y eso que todavía no sabe leer. Algo de Virgilio y de Norge Espinosa, y ya Yasmin me está dando besitos. De Martí, textos sobre la mujer. Interesante, diría más, fascinante, el pensamiento del Apóstol, como siempre; además, el volumen Mujeres en crisis, de Helen Hernández Hornilla, HHH, sobre el papel de la mujer en la narrativa cubana actual. Algo de cuento y narrativa, Saruski, cuentos destacados en concursos Julio Cortázar, cuentos de amor, cuentos policiales cubanos que parece que rebasaron el enfrentamiento entre el seguroso bueno y el agente de la CIA maloso…
 
El buenazo de Santiago Alba Rico se apea con sus filípicas anticapitalistas en Capitalismo y Nihilismo, dialéctica del hambre y la mirada. Un profesor muy estimado titula las confidencias de un médico rural, con el nombre de Volver a la semilla. Traten de ir cuando el doctor Ricardo González Menéndez presente su obra, que bien vale la pena. Y hablando de ello, también le eché mano al volumen del profesor Calviño, el popular sicólogo famoso por su programa televisivo, el cual trae unos Escritos con psicología que tiene muchos acápites excelentes, y uno que es un verdadero desastre, reaccionario, funesto, discriminador, atávico: expone unos conceptos alrededor del matrimonio que no parecen del inteligente especialista que creemos conocer. Imagínense que dice que el matrimonio está en peligro por las sex-shops, por la liberación sexual, por la expansión del interés por las filosofías orientales, la bisexualidad y otros fantasmas de un armario que no tenemos idea de donde sacó.
 
También adquirí mi buena  dosis de ciencia ficción y fantasía, y Yasmín adquirió muchos libros de cocina. Manifiesta ella que está dispuesta a fregar después que yo le prepare sabrosos platillos.

8 de febrero de 2012

Escarnio peligroso de economía política

tags: Cuba, economía, trabajo por cuenta propia, explotación, Marxismo, Conferencia del PCC
 
A través de una divulgación mediática moderada, encontré una arista en la Conferencia Nacional del Partido celebrada hace pocos días, que me pareció significativo en grado sumo. Aunque no exento de material para el sarcasmo, las conclusiones que se desprenden de este detalle deberían constituir un motivo de preocupación bien seria.
 
Resulta que en la Comisión de trabajo político e ideológico, Angel Bueno, un delegado del cual se diría tiene un nombre providencial, planteó su preocupación relacionada con la situación del empleo de trabajadores asalariados por los pequeños empresarios en auge tras la apertura a las formas privadas de trabajo. En la exposición que hace el periódico Granma de este debate, se manifestó que Caridad Diego, miembro de la Presidencia de esta Comisión, descartó que se esté violando el precepto de nuestra constitución que proscribe la explotación del hombre por el hombre en el caso de los trabajadores que entregan su fuerza de trabajo, a cambio de un salario, a otra persona con licencia de trabajador por cuenta propia. Que este contrate y use la fuerza laboral de aquel, apuntó, no significa que lo esté explotando, seguramente porque conserva determinados derechos laborales y porque el Estado conserva la propiedad sobre los medios fundamentales de producción, así que esta relación patrón-empleado no está en confrontación con la Constitución. Además, reforzó otro delegado, el empleado también disfruta de la educación y la salud. Aún así, al menos parece que Marino Murillo no descarta que "este y otros asuntos, también impliquen transformaciones en nuestra Constitución, más adelante".
 
Eso lo dijo el Granma, el 30 de enero pasado.
 
Del lado irónico del asunto, ahora podemos preguntarnos si en Canadá y otros países capitalistas desarrollados que ofrecen salud y educación con cargo al presupuesto público, ahora se pueden contar como comunistas. Y si no tendrán razón aquellos que, por las medidas que ha tomado de incrementar el sistema Medicare, acusan al presidente de Estados Unidos Barack Obama de ser socialista.
 
Del lado de la coherencia del discurso, hay que preguntarse porqué, si esto no viola la Constitución cubana, de todas maneras haya que cambiarla. Del lado teórico, basta remitir al resumen más sencillo de El Capital, donde se define que la explotación del hombre por el hombre es la base de la relación entre un empleado y un patrón en el sector privado de la economía, pues el empleador se queda con parte del valor de esa fuerza de trabajo y solo paga la otra parte y eso, precisamente, constituye la explotación. Y ningún patrón puede pagar el 100% de la fuerza de trabajo a su empleado y no explotarlo, porque si no, sencillamente no obtiene ninguna ganancia y tiene que cerrar. Esto da pudor tener que explicarlo, pero no queda otra opción, como consecuencia de la ignorancia e indiferencia que ha reinado contra la profundización y el análisis sincero de las teorías económicas, tanto las socialistas como las capitalistas.
 
Del lado del empleado, hay que preguntarse qué pasa verdaderamente con sus derechos; si es una empleada, por ejemplo, con su licencia de maternidad. Si va a disfrutar de vacaciones pagadas. Si está protegido contra accidentes laborales. Qué lo protege de abusos y pretenciones excesivas del patrón. Cómo, exactamente, es que este empleado conserva sus derechos.
 
Y del lado del futuro, da grima pensar a dónde nos van a conducir estos adalides que encuentran tan natural introducir esta realidad en nuestro espacio. Y no es que niegue que la necesidad pueda forzarnos eventualmente a acatar leyes del desarrollo histórico de las fuerzas productivas, que Marx mismo explicaba, pero sin cerrar los ojos a cada aspecto positivo o negativo de cada fenómeno. Hoy nos quieren convencer de que si un privado emplea proletarios no los está explotando y a muchas personas, hay que reconocerlo, les parece bien y natural esta relación. Mañana el criterio de lo que es pequeño negocio por cuenta propia aceptable para el país "socialista" se expandirá más y más, y mira que ya se ha expandido muchísimo, desde su reinicio allá por los años 90 del pasado siglo. Al parecer, no existen obstáculos reales para que, en el camino de las "actualizaciones" de tantos aspectos que creíamos garantía del socialismo, continúen sigan desmontando los principios con los que todavía contamos. Así, ya se asomarán manufacturas, plantaciones y todo tipo de empresas privadas en nuestro futuro, de capital extranjero o nacional, donde se emplearán trabajadores "por cuenta propia", ajenos y enajenados de la propiedad sobre esos medios de producción, despojados inexorablemente de una parte de su fuerza de trabajo a favor del dueño de la empresa. Claro, que por tener estos proletarios algún nivel de acceso a la educación y la salud, no constituirán una contradicción antagónica con una sociedad que se seguirá titulando socialista porque, además, Antillana de Acero, Cubana de Aviación y el Sistema Electroenergético Nacional seguirán –oficialmente– en manos del Estado, o al menos, de la burocracia que lo administra. Hasta que los herederos de esa burocracia se aburran y decidan "actualizar" también los últimos exponentes de la propiedad que nunca llegó a ser colectiva pues, total, "nadie sabe en realidad qué es el verdadero socialismo".
 
Y pobre es el papel que se les reserva a intelectuales e ideólogos que, en lugar de emplear sus talentos para potenciar la conciencia popular y el análisis democrático y cívico sobre lo que realmente constituyen aspiraciones para una sociedad socialista, sigan sirviendo de claque a las fuerzas del liberalismo que tanto auge disfrutan hoy.

2 de febrero de 2012

No somos ajenos: El historiador, el lector y las víctimas

El verdadero mal comienza allí donde no alcanzan las palabras para nombrarlo y, por lo mismo, para pensarlo
 
Por Fernando Mires, Oldenburg (Alemania) | 30/01/2012
 
Fue un día de coincidencias. El 27 de Enero, día en que las tropas soviéticas abrieron los portones de Auschwitz (1945) ha sido elegido en Alemania como el día de conmemoración del Holocausto, día de recogimiento, dolor, y sobre todo, de perplejidad. Y ese mismo día recibí del por mí muy estimado historiador de Puerto Rico, Carlos Pabón, un sugestivo artículo dedicado a las dificultades que tienen algunos historiadores para interpretar la violencia cuando esta va más allá de sus propios límites. Naturalmente Carlos pensaba en el Holocausto.
 
1.
Carlos Pabón cita entre otros al afamado historiador Eric Hobsbawm, quien confesó una vez su imposibilidad para dar cuenta de las experiencias de los campos de concentración. Faltó agregar, tal vez, que esa "ausencia" no solo es un problema personal de Hobsbawm sino de su teoría de la historia. Pues según los historiadores marxistas los "actores" principales son "los procesos", "las estructuras", "el "desarrollo", las "fuerzas productivas". De ahí que para dichos historiadores los testimonios solo cumplen la función de confirmar interpretaciones que anteceden a los acontecimientos y a sus reales actores.
La reacción frente a la objetividad cientista ha llevado, apunta Carlos Pabón, a fortalecer el lado contrario, a saber: a intentar reducir la historiografía al simple relato testimonial. Así se explica por qué el rol de los historiadores ha sido ocupado muchas veces por literatos. Primo Levi, Imre Kertész, Alexandr Solzhenitsin y más recientemente Herta Müller, entre tantos, nos han proporcionado magistrales relatos testimoniales a los que ningún historiador debería renunciar.
Al fin, pareciera que el texto de Carlos Pabón se inclinara hacia la obvia solución salomónica, a saber: la de que no puede haber interpretación sin testimonio. Y evidentemente tiene razón cuando agrega que la historiografía no puede agotarse en la pura testimonialidad, la que en muchos casos proviene de escenarios traumatizantes y, luego, carentes de precisión historiográfica. No obstante, el problema persiste.
¿Qué sucede cuando el historiador no puede dar cuenta de determinados acontecimientos si estos sobrepasan su posibilidad de interpretación? Pabón cita en ese punto la acertada conclusión de Giorgio Agamben relativa a que el historiador también puede dar, en determinadas ocasiones, testimonio de su incapacidad de testimoniar, y eso es, sin duda, una parte importante del relato.
Y yo agregaría algo más: Hay momentos en los que el historiador, si ha de ser honesto, debe aceptar la posibilidad "objetiva" de su propia indecibilidad y como tal darla a conocer. Eso quiere decir que hay capítulos de la historia que no pueden ser explicados de acuerdo a una lógica racional, o por lo menos, no desde la lógica y la razón del historiador, sino desde la de los hechores, sean estos torturadores, verdugos o dictadores. Pero como el historiador no es ni lo uno ni lo otro, ha de tropezar siempre con el muro de su propia indecibilidad.
La indecibilidad puede ser, además, muy expresiva. Porque —y este es el punto— cuando la radicalidad del mal no puede ser explicada o interpretada, ahí, justamente ahí, estamos comenzando a entender la verdadera radicalidad del mal. Quiero decir: el verdadero mal comienza allí donde no alcanzan las palabras para nombrarlo y, por lo mismo, para pensarlo. Ese también es el momento en que el historiador debe ceder, a través de su silencio, la palabra al lector.
La escritura y la lectura de un texto son dos fases del mismo problema. Nadie, o muy pocos, escriben para sí mismos. A la vez, el mismo texto puede ser entendido por dos lectores de un modo muy distinto. Recuerdo, por ejemplo, a un conocido, pero también fatuo crítico literario quien al referirse al Archipiélago Gulag de Solzhenitsin, no tuvo mejor idea que comparar los múltiples relatos de tortura, desaparición, prisión y muerte, con una guía telefónica. "Póngase usted mismo en un solo caso de los cientos que relata Solzhenitsin" —contestó el moderador del programa— y quizás pensará diferente".
Hay, evidentemente, historiadores y lectores que carecen de esa mínima sensibilidad que lleva a uno a "ponerse en el lugar del otro". De ahí su incapacidad interpretativa. Pero también hay quienes puestos en ese lugar no encontramos las palabras para decir lo que sentimos.
La imposibilidad de interpretar la extrema radicalidad del mal es también una incitación a pensar sobre lo impensable.
 
2.
Fue quizás la intención de pensar sobre lo impensable, la razón que llevó al Parlamento alemán a invitar el mismo día 27 de enero de 2012, al "Papa de la literatura alemana", Marcel Reich-Ranicki, a pronunciar el discurso central. Mas, como era de esperarse, el de Reich-Ranicki no fue un discurso. Fue un testimonio. Así lo dijo el mismo: "No hablo como historiador sino como un testigo del tiempo; mejor dicho: como un sobreviviente del Gueto de Varsovia"
Marcel Reich-Ranicki cuyos padres y hermano fueron asesinados en los campos de concentración nazi, se limitó a relatar un día, un solo día de los muchos que vivió en el Gueto, donde era utilizado como traductor por las autoridades. Entre otras funciones, el joven Reich-Ranicki debía traducir en voz alta el expediente de la ejecución a los presos que iban a ser asesinados.
Con voz entrecortada por la edad (91) y la emoción, Reich-Ranicki fue relatando punto por punto los acontecimientos de ese día 22 de Julio de 1942 cuando, con eficacia burocrática, los nazis realizaron el traslado de cientos de habitantes judíos desde el Gueto hacia el campo de concentración de Treblinka.
Fue solo al llegar al final de su relato, en medio de un casi aterrante silencio, cuando Reich- Ranicki dijo lo que todos sabían. "Esa operación tenía un objetivo; solo un fin: la muerte".
 
3.
Ese mismo día de recogimiento y dolor, 27 de Enero de 2012, las organizaciones fascistas y fascistoides de Europa asistieron a un baile de gala en Viena. Ahí, danzando, estaba también Marine, la hija de Le Pen. Al saberlo, fue inevitable que me pusiera en el lugar de "otros": En el de los ciudadanos judíos que viven en Viena, por ejemplo.
Si como historiador hubiera tenido que narrar los acontecimientos de ese agitado día ¿habría encontrado las palabras adecuadas para tratar de entender esos bailes de la muerte? Sí, creo que sí. Pero esas palabras no son publicables.
 
Este artículo apareció en Polis: Política y Cultura, el blog de Fernando Mires. Se reproduce sin la autorización del autor, tomado de © cubaencuentro.com / lunes 30 de enero de 2012