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24 de diciembre de 2013

Tenemos código, reformas, terapias o qué

Todo parece indicar que, este lunes, nos despertamos bajo la égida del nuevo Código de Trabajo y algunas que otras nuevas circunstancias para la cotidianeidad y el horizonte cercano. Al menos, eso dio a entender nuestra prensa, si bien se me tornó algo sibilina, a partir del resultado de las últimas sesiones del Parlamento Cubano.

 

De hecho yo mismo vi, en un momento fugaz entre dos tandas de ropa puestas en la lavadora, la votación de la Asamblea que pudiera considerarse histórica; tanto por el proyecto legislativo de calibre mayor como por algún voto en contra de la acostumbrada unanimidad. Escuché también y leí comentarios, abstractos en su mayoría, sobre el cerca de un centenar de modificaciones realizadas al Anteproyecto del Código Laboral. No obstante, parece que la ley aprobada tiene que pasar por otra comisión que le arregle el lenguaje atendiendo a los criterios de género, le incorpore algunas cláusulas anti discriminación y ese tipo de “detalles”. Todavía tendremos que esperar un poco, entonces, para conocer la letra definitiva de la Ley que nos ¿rige?, ¿regirá?

 

Las notas optimistas del periodista Francisco Rodríguez me inclinan, mientras, a alegrarme. Tal vez toda la labor del Observatorio Crítico logró unirse a voces levantadas por todo el país, ya fuere por filósofos, educadores; trabajadores sencillos; minorías discriminadas; personas, en fin, preocupadas por los graves problemas que se percibieron en el documento inicial. De no producirse la profunda modificación del tal proyecto, los derechos de la clase obrera y la ciudadanía habrían sufrido dolorosos reveses.

 

Ahora bien, el problema es que no conocemos en realidad cuáles fueron las dichosas modificaciones. Sabemos que hubo –y se mantienen activas- personas tan retrógradas como para intentar obstaculizar la defensa y el ejercicio de los derechos básicos de otros seres humanos. Que se mantenga tras bambalinas la evolución, hacia su versión final, del Código que regirá nuestra vida laboral, es tan poco democrático como preocupante, dadas las tendencias liberalizadoras corrientes en nuestro Gobierno.

 

Luego de esto, considérese que incluso una legislación muy progresista será de escasa relevancia sin contrapartidas efectivas al poder hegemónico de un Estado empresarial neo capitalista, como el que puede surgir si no se desarrollan los componentes de control obrero, de gerencia y democracia de los trabajadores en la base de cada centro laboral y comunidad de este país. Ideas muy hermosas pueden quedar en papel mojado, pasto para pleitos leguleyos, si se establece y consolida el control sobre la economía cubana de una tecnocracia fusionada con los nuevos capitalistas privados locales y los grandes inversores extranjeros.

 

Con esto, retornamos al tema que ha salido varias veces a colación, el de la anunciada implementación del núcleo más “duro” de las reformas que el gobierno llama “actualización”. Con toda la decisión que habló –de nuevo- el general en jefe Raúl Castro, todavía los despidos masivos que tenemos en perspectiva no se pueden llamar de otra manera que Terapia de Choque. Si estoy equivocado -ojalá- sería fácil para el gobierno, por ejemplo, ofrecer garantías sobre seguridad en los empleos actuales, o sobre la cesión a los trabajadores y trabajadoras de poderes de autogestión. Empero, lo que se encuentra son incitaciones para las personas sobre lo bueno que es dedicarse a la economía privada; aunque sea para explotar a otros o para dejarse explotar. La letanía de la insostenibilidad de los subsidios anuncia nuevos recortes a los escasos y restantes apoyos económicos que conservan nuestros magros salarios. Por su parte, el creciente precio de los productos en los mercados –controlados por el Estado- aumenta la precariedad de la supervivencia de la población sin participación de los sectores emergentes vinculados con el capital extranjero, ni remesas familiares, ni puestos lucrativos en la administración de los recursos públicos.

 

Y que conste, que yo también creo que puede ser justo un nivel de desigualdad si implica, por ejemplo, que un maestro vive mejor que un haragán. Pero se suceden las generaciones y es el maestro el que está peor que el vago de una familia pudiente; es el médico el que apenas mantiene a su familia con severa austeridad mientras los tecnócratas llevan las suyas de vacaciones a Cancún o Marbella; el ingeniero tiene que hacer “chivos” en su trabajo para poder comprarle leche a sus hijos, mientras el gerente de la firma manda un criado en el auto a recogerle los chicos en la escuela. Esas desigualdades, en proceso de pleno crecimiento y naturalización hoy, solo pueden ser aceptadas por la casta más privilegiada y un puñado de lacayunos exégetas, que hoy recomiendan para los demás, obediencia en lugar de rebeldía y servidumbre en lugar de desarrollo pleno de la personalidad libre, igual, solidaria.

 

Esas desigualdades nunca serán aceptables. Como nunca será satisfactorio que continúe la manipulación, a espaldas de la ciudadanía, del Código de Trabajo; del problema de la doble moneda y su anunciada reunificación; ni de cualquier ley en particular o, más en general, de eso que llaman la Conceptualización del modelo económico y social del socialismo cubano en la que –repiten también desde el gobierno- han avanzado mucho en sus secretas comisiones, reunidas en oficinas opacas al escrutinio y control popular. Todas estas constituyen otras tantas manifestaciones de autoritarismo, de todo lo contrario a lo que se puede entender por democracia y que, por lo tanto, nunca serán aceptables, ni aceptadas, para una sociedad revolucionaria, socialista y democrática.

14 de diciembre de 2013

Crónica quinta de un cubanito viajantín: ¡Que viva la América Latina!

Los delegados latinoamericanos en la reunión del Comité por una Internacional de los Trabajadores (CIT) introdujeron varias resoluciones de apoyo a las causas de los pueblos de esta región. En un material anterior me referí a la adhesión con una Declaración de apoyo con los compañeros del Observatorio Critico, de Cuba, por lo que no volveré ahora sobre ese particular.

 

Divulgaré entonces los documentos que el Comité Ejecutivo Internacional (CEI) aprobó unánimemente; en los que se presentan los graves conflictos que ocurren en Colombia, Guatemala y Venezuela. Adicionalmente, se expresa en ellos el imprescindible compromiso del CIT con las causas de los más humildes y oprimidos en esas naciones.

 

En Colombia tienen lugar unos conflictos laborales que clasifican entre los más violentos del mundo. La resolución aprobada por el CIT nota la escandalosa cantidad de asesinatos perpetrados por las fuerzas derechistas contra las filas proletarias. Las trasnacionales capitalistas y la burguesía local emplean estos crímenes como arma en las luchas en torno a la explotación laboral y los derechos de los trabajadores, de forma de mantener un dominio favorable a sus intereses. El CIT reafirma su compromiso y apoyo a las luchas de los trabajadores. Termina esta Resolución, con un dramático llamado para terminar con estos crímenes contra la clase obrera, envuelta en una lucha por una sociedad más democrática y sin explotación.

 

La resolución relativa a Guatemala encuentra su motivación en la noticia de una nueva base militar estadounidense que se planea establecer allá. "Casualmente", Guatemala es uno de los países que ha sido contemplado para el Capital chino para fomentar la construcción de un nuevo canal interoceánico, más ventajoso para los capitalistas chinos que el de Panamá. Envueltos en estas pugnas interimperialistas, el pueblo pobre y explotado de Guatemala contempla los atentados contra el medio ambiente y el agravamiento de la situación económica y social, lo que no deja de estar relacionado con el estancamiento de la crisis económica mundial.

 

Se recuerda en este documento las palabras del Secretario de Estado de los USA, John Kerry, quien pretendió hablar del fin de una era caracterizada por la llamada Doctrina Monroe. Estas palabras pueden resultar tentadoras, pero no se corresponden con la realidad del establecimiento de más bases para el ejército estadounidense, ni en Guatemala, ni como el reciente caso de las bases instaladas en Colombia. Políticas como esta, sin olvidar los intentos de intervención contra un número de gobiernos latinoamericanos de programas progresistas -que en algunas ocasiones han cumplido su objetivo de derrocar dichos gobiernos-, evidencian lo poco que se puede confiar en el imperialismo yanqui. Finalmente, se rechazan la guerra y el imperialismo; las bases militares de cualquier potencia extranjera en suelo latinoamericano, y se pronuncia por una federación de naciones socialistas en esta hermosa y sufrida región del mundo.

 

Por último, también fue recibida una resolución relativa a Venezuela. En el texto de la misma se hace referencia a la crítica situación de lucha de clases presente en ese país. Las tácticas de la burguesía incluyen el cierre y sabotaje de numerosas empresas y plantas industriales. Ante esto, la respuesta de los trabajadores ha sido la ocupación y el intento de mantener en funcionamiento estas empresas. La respuesta de las direcciones sindicales y de las autoridades del gobierno suele quedarse por detrás del nivel de radicalización de los trabajadores de la base, por factores como la burocratización y la corrupción de dichas estructuras.

 

Como respuesta a estos acontecimientos, trabajadores y fuerzas progresistas de todo el mundo deben unir sus voces, expresar su solidaridad, de manera tal que esta presión contribuya a la prevalencia de las fuerzas más revolucionarias y avanzadas de la heroica nación bolivariana.

12 de diciembre de 2013

Cronica cuarta de un viajantin en eventos proletarios: el aporte de (y para) Cuba

Por Rogelio M. Díaz Moreno

 

En primer lugar, tenemos que volver a mencionar el tremendo cariño y solidaridad que han expresado tantos delegados del Comité Ejecutivo Internacional con este servidor, al que ha correspondido el honor de representar al Observatorio Crítico y a Cuba en este evento del Comité Internacional de los Trabajadores (CIT). Los encuentros y entrevistas personales que se han sucedido han manifestado, una y otra vez, el enorme prestigio y admiración que despierta la gesta de mis compatriotas en nuestro bregar cotidiano.

 

En este material no voy a colocar todavía el texto de mi intervención en el plenario. Si voy a referirme al enfoque general que se plasmó, en el documento base del CEI, sobre el tema cubano, el aporte que nuestro colectivo Observatorio Crítico realizo en base a este documento, y otras manifestaciones de solidaridad que se tuvieron lugar, además de reseñar las palabras del compañero Joe Higgins, un avezado y prestigioso luchador del Partido Socialista Irlandés.

 

Para empezar, todos los delegados fueron muy receptivos y respondieron positivamente a la convocatoria nuestra de adherirse a la Declaración Internacional de Solidaridad con el Observatorio Crítico. De esta manera, nuestro compromiso y capacidad de seguir adelante en medio de un entorno eventualmente hostil se refuerza sustancialmente.

 

Como indicamos previamente, el documento base de este CEI incluía un apartado sobre Cuba. En esta sección se comentaba que, en nuestro país, ocurre un complicado proceso que puede conducir a una restauración capitalista, pero también abre espacios a posibilidades de adelantar procesos y transformaciones socialistas. A estas circunstancias habría que permanecer especialmente atentos en los próximos tiempos.

 

Nuestro colectivo OC aporto algunas adiciones y modificaciones, fruto de la deliberación colectiva previa al evento. En primer lugar, añadimos las siguientes líneas:

 

La política de "cambio de régimen" del gobierno de los Estados Unidos respecto a Cuba puede haber cambiado de forma en los últimos tiempos, pero no en su esencia. Un bloqueo económico vigente desde 1962 empeora la situación en Cuba. Además, el gobierno de los USA continúa financiando a grupos oposicionistas de derecha. Ello constituye una violación de su soberanía, entre otras maniobras hostiles con objetivos imperialistas, que no contribuyen al normal desarrollo de los asuntos políticos en ese país.

 

Incorporamos la salvedad de que el gobierno cubano no llama a este proceso "Reformas", sino "Actualización del modelo". También se añadirá el siguiente contenido:

 

Una posible restauración capitalista en Cuba debe ser fuertemente condenada. Los planes más recientes implican un retroceso dramático en los derechos de los trabajadores. En el sector público, los trabajadores perderán toda la seguridad respecto al empleo. En el sector privado, de rápido crecimiento, actualmente ya carecen de garantías efectivas contra la sobre explotación y contra discriminaciones por razones de género, raza, orientación sexual. Además, no tienen la capacidad de negociación colectiva, entre otros problemas, y esta situación parece solo cambiar para empeorar."

 

La cooperación futura entre el CIT y Cuba quedara orientada por los principios de solidaridad, así como el interés común de desarrollar capacidades y programas propositivos y revolucionarios. Finalmente, se incorporara el fragmento que sigue:

 

Los camaradas allá que se oponen a la legislación antiobrera y las tendencias capitalistas, suelen enfrentar hostigamiento por las autoridades cubanas, dirigido a sabotear sus actividades. Algunos han sido expulsados de sus trabajos. Este comportamiento abusivo es condenado por el CWI.

 

Finalmente, quiero destacar la intervención de Joe Higgins en el plenario, poco después de nuestra propia participación. Ciertamente, los elogios que nos dedicó hubieran ruborizado a personas mucho más curtidas que este servidor, y no se vería bien que nosotros mismos nos pongamos a repetirlos. Higgins evidenció cómo la semejanza de objetivos entre el CIT y el Observatorio Crítico hizo natural el establecimiento de estos intercambios de experiencias, energías y entusiasmos. Remarco la importancia de endorsar la solidaridad que recabamos, en este momento particular mediante la firma de la Declaración Internacional que mencionamos anteriormente y, más adelante, mediante su propagación y divulgación por las secciones sindicales y en cada grupo de trabajadores de izquierda, en todos los países a los que alcanzan las secciones del CIT.

 

Higgins destacó la sensibilidad que se debe manifestar en cualquier abordaje de la situación cubana. En este sentido, no se puede pasar por alto las conquistas sociales tradicionales de la Revolución, como los sectores de Educación y Salud, ni ignorar el papel genocida del bloqueo económico con el que el gobierno de los EUA procura ahogar en la pobreza a millones de cubanos, con tal de provocar un disgusto dirigible contra el sistema. Ahora, esta última circunstancia no debe justificar los autoritarismos y restricciones de las autoridades cubanas, con las conocidas dificultades de acceso a Internet como ejemplo.

 

Se necesita, insistió Higgins, la mayor cantidad de información sobre el tema de la evolución de los derechos laborales en Cuba, hoy amenazados por un Anteproyecto de Código del Trabajo muy reaccionario. El accionar del CIT relativo a la Revolución Cubana encontrara, seguramente, la oposición de algunos grupos y partidos de carácter estalinista; como los que vetaron el acceso de este servidor a la sede del Parlamento Europeo en un gesto que demuestra la idea que tienen estas fuerzas dogmáticas de en qué consisten la solidaridad y la democracia.

 

Esto evidencia los obstáculos que intercalan los poderes burocráticos en el ejercicio de una verdadera solidaridad. La monopolización de los contactos entre los pueblos y sus organizaciones más progresistas nunca producirá buenos frutos, como tampoco la ocultación de problemas como el racismo y otros que pueden afectar a una sociedad. Para el  mejor resultado, finalizó, se debe priorizar el estudio, la discusión abierta y la divulgación de los distintos aspectos contradictorios de una sociedad, como mejor guía para contribuir solidariamente en los procesos de transformación que aquella se proponga.

8 de diciembre de 2013

Crónica tercera del cubanito viajantin: el mundo esta que arde

Por Rogelio M. Díaz Moreno

 

Quién me iba a decir a mí que me iba a costar tanto trabajo conectarme a la Internet desde Bélgica. Así son las cosas en este mundo paradójico.

 

El caso es que el Comité Ejecutivo Internacional (CEI), el evento del Comité por la Internacional de los Trabajadores, ha ido avanzando. Ya se han discutido asuntos de África, Europa, Asia y América Latina. Ya se produjo también la intervención de este servidor y el debate sobre Cuba, a lo que dedicare un trabajo especial. También se ha tomado mucho te y cerveza belga, se ha comido chocolate y nos hemos tirado montones de fotos y videos, que la seriedad de la lucha de clases no va reñida con la fraternización y el regocijo de reunirnos los y las camaradas.

 

En las discusiones sobre Sudáfrica, hubo escalofriantes intervenciones sobre las luchas de los obreros y obreras de las minas. En aquella región, se recordara, una brutal represión provoco la muerte de decenas de manifestantes. Con enorme coraje, los compañeros allá no desmayan en sus programas y reivindicaciones, que van desde mejores condiciones de trabajo y salario hasta objetivos máximos como la nacionalización de las minas bajo el control obrero. La solución de los problemas de este sector es una deuda que todavía no ha sido saldada por el Congreso Nacional Africano, cuyo carismático líder Nelson Mandela falleciera hace unas pocas horas.

 

Los camaradas de Sri Lanka expusieron la situación de su país, también envuelto en una difícil situación. La realidad de la represión, desatada allá contra las fuerzas populares, contrasta con ciertas visiones edulcoradas que pretenden divulgar los medios oficiales de acá de Cuba o en otros espacios que creen que un discurso antimperialista puede justificar dictaduras.

 

En el continente europeo se destaca la eternización de la crisis en varios de sus países y los malabares de otros. Españoles, griegos, italianos, irlandeses, turcos, tienen las bardas calcinadas por las llamas de la recesión, y otras naciones del llamado Viejo Continente remojan apresuradamente las suyas. En los países de Europa Oriental ya ha quedado evidenciada la futilidad de la promesa, a raíz de la caída del Muro de Berlín, de alcanzar el nivel de vida de Occidente.

 

Las luchas de clases se radicalizan en todos estos países y enfrentan las ofensivas de las fuerzas derechistas a la vez que las propias contradicciones y divisiones internas, que muchas veces paralizan los avances alcanzados; en una situación donde mucho pesan las debilidades y hasta traiciones de los liderazgos sindicales o partidistas inconsecuentes. Algunas fuerzas neofascistas aprovechan para probar sus fuerzas en acciones agresivas, con frecuencia inhumanas, en un proceso contra el que se elevan ya las voces y acciones más enérgicas del movimiento obrero y socialista.

 

En estas sesiones se comentó también cómo el bloque BRICS goza de una inmerecida buena prensa en algunos círculos que se consideran de izquierda, pero permanecen ciegos a las realidades de las políticas de estas naciones; las que practican políticas mercantiles, de inversión y explotación con las naciones de la periferia y con sus propia población trabajadora no muy distintas de las que aplican los EUA o la Unión Europea. Estos dos últimos gigantes, se detalló, cocinan un tratado de libre comercio cuyo efecto fundamental será rebajar los estándares ambientalistas y laborales aplicados hoy en la producción, con las consecuencias negativas que es de esperar para la población trabajadora, el medio ambiente, etcétera.

 

En el espacio oportuno, se produjeron enérgicas condenas a las maniobras imperialistas en el medio oriente. Se denunciaron las ultimas maniobras en una región tradicionalmente manipulada por las grandes potencias, y como inciden en las terribles condiciones de guerra civil que afectan a millones de personas allá.

 

En una primera aproximación a la cuestión latinoamericana, hablaron delegados de Venezuela, Bolivia y Chile, exponiendo detalles de la lucha de clases que se desarrolla en sus sociedades. El caso de Venezuela es de sumo interés. El gobierno de Maduro, heredero del legado político de Hugo Chávez, contiene dramáticas contradicciones en su seno donde, por una parte, se producen condiciones favorables al empoderamiento de los movimientos de trabajadores, al mismo tiempo que la burocracia y sectores reaccionarios internos aprovechan su poder dentro del sistema para medrar a costa del pueblo trabajador, lo que provoca un fuerte desgaste del PSUV entre la población. Mientras, la oposición de derecha acecha, aplica tácticas de guerra económica y refuerza sus posiciones para las próximas contiendas electorales.

 

En otras naciones latinoamericanas, también se desarrollan las luchas de clases en sus originales contextos. En algunos momentos parece aconsejable establecer alianzas electorales con fuerzas partidarias de programas mas o menos progresistas, para abrir espacios en estas concertaciones para el avance de los objetivos de los trabajadores. Al propio tiempo, los movimientos proletarios no se deben subordinar pasivamente a intereses ajenos que los pudieran manipular para sus propios objetivos. No hay nada decidido o definido en esta arena, de donde todavía faltan por obtenerse las mejores lecciones. En este entorno, remarco el delegado venezolano, no se pueden separar los conflictos sociales y económicos de las políticas relativas a la protección del medio ambiente, sobre todo en escenarios como el del Yasuní, el Tipnis, con los mineros colombianos, entre otros.

 

En los próximos materiales abordare el aporte de este servidor, representante de Cuba, en el CEI.

4 de diciembre de 2013

Crónica segunda del viajantín: todos quieren al cubanito

Por Rogelio M. Díaz Moreno

 

Del apartamento en Bruselas salimos Dany, Johan y este servidor con todos los peroles hacia la terminal de trenes. Allí se nos unió Tony, ingles a pesar de su apelativo. Un chocolate, un tren y un tranvía más tarde desembarcamos en la costera población de Neuport. En realidad, en la oscuridad y rodeado de edificios, no se percibía pinta de mar por ninguna parte... hasta que salimos a una bocacalle y el viento nos azotó con la arena de la playa.

 

Si... Neuport es como Guanabo, pero a lo belga. Bellísima localidad, como podría comprobar al día siguiente. Se encuentra perezosamente recostada a la orilla del Mar del Norte. ¡Ay! Si solo hubiera 20 grados más de temperatura, ni el más perfeccionista iba a tener nada más que pedir.

 

Nos alojamos en la sede del evento, un motel de arquitectura tradicional con el nombre aventurero de El Bergantín o, en flamenco, De Barkantijn.

 

Al día siguiente, temprano, empezaron a llegar los demás delegados. Se sucedieron las acreditaciones y presentaciones. Sin que se nos suba, como cubanos, la fama para la cabeza, se puede contar cómo un montón de delegados manifestaron su alegría por encontrarse con este criollito y expresaron ipso facto su simpatía por nuestro país y por la complicada amalgama que constituye nuestra muy particular historia. Así que, con naturalidad, nos engarzamos en una conversación tras otra, utilizando el inglés como lingua franca, dada la heterogénea colección de belgas, austriacos, latinoamericanos, estadounidenses, srilankeses, nigerianos, alemanes, australianos, rusos y resto de las nacionalidades que se reunieron para el CEI. Por cierto, temprano en la mañana siguiente, nos saludó muy contenta una de las compañeras rusas, con la mano húmeda y friiiia; proveniente de la playa y de otorgarse un refrescante chapuzón en aquellas aguas cercanas al cero grado.

 

A medida que llegaban, las delegaciones colocaban, en el fondo del gran salón de reuniones, los materiales de propaganda y recaudación de cada una de las secciones. Tengo pendiente darle una tarea de ese estilo con nuestras modestas piezas del Observatorio Crítico.

 

El primer día oficial del evento fue este domingo, 1ro de diciembre.

 

La persona a cargo de las palabras de apertura, también mostró una deferencia especial y destacó nuestra presencia en el evento.

 

Las charlas principales corrieron a cargo de Philip Locker y de Peter Taaffe.

 

El primero abordó una situación fascinante: los triunfos y avances electorales obtenidos por candidatos declaradamente socialistas, con programas socialistas, en "la mata" del capitalismo, los Estados Unidos. En Minneapolis, el candidato socialista estuvo muy cerca de la victoria y en Seattle, la candidata Kshama Sawant conquisto el puesto de concejal, hazaña histórica inédita por lo menos en los últimos 100 años. El lector podrá imaginarse la trascendencia de esta victoria. Nuestro ponente profundizó en ello… tanto como se lo permitió un exigente moderador, que le pasaba cartelitos apremiantes cada cierto tiempo.

 

Ahora ya se ha dado un paso inédito, que demuestra la posibilidad de repetirse en el futuro y en otros escenarios de ese país y del mundo.  Para contribuir a la victoria, se conjugaron factores como la profundización de la crisis capitalista global y el ofrecimiento de una verdadera alternativa al tradicional dominio del sistema bipartidista de la clase capitalista dominante.

 

El compañero Taaffe, por su parte, tomó a su cargo la exposición de la situación mundial. Esta intervención permitió apreciar la gravedad, intensidad y extensión de los conflictos a lo largo y ancho del mundo, exacerbados por la interminable crisis capitalista y con repercusiones económicas, sociales, de conflictos armados y catástrofes ecológicas en el planeta.

 

¿Con qué fin?

 

Pues el CWI se propone trabajar en cada escenario, con el propósito de profundizar la conciencia de la militancia de las clases trabajadoras en todas las sociedades posibles, promover la organización y crecimiento de movimientos de masas, y avanzar en la conquista del poder y los derechos para estas personas. Después de las intervenciones principales, numerosos delegados pidieron la palabra para abundar en la situación de sus respectivos países.

 

Para los hispano parlantes, se consideró un servicio de traducción simultáneo que mucho agradecemos.

 

Este servidor recibió varias muestras más de aprecio a lo largo de la jornada y ha sentido crecer el hondo compromiso de representar dignamente a sus compañeros y compañeras, los principios y convicciones que nos unen a nuestros compatriotas y con los demás habitantes de este mundo.

29 de noviembre de 2013

Crónica primera de un cubanito viajantín en jelengues proletarios

Por Rogelio M. Diaz Moreno

 

Las invitaciones amables honran a quienes las emiten y a quienes las reciben. Como informamos hace algún tiempo, el Comité por una Internacional de los Trabajadores, CIT, tendió la mano al Observatorio Critico de Cuba y ahora, este inquieto servidor se haya en Bélgica. ¿El objetivo?, participar del Comité Ejecutivo Internacional (CEI) intercambiar ideas y experiencias, motivarnos, crecer todos como militantes y llevar estas energías a las causas anticapitalistas y comprometidas con las personas más humildes de cada una de nuestras naciones.

 

En el aeropuerto José Martí de la Habana me despidió un chubascón de frente frio. Sin incidentes fue el vuelo hasta Madrid, en donde no dio tiempo al papeleo de declarar y pasar, por la Aduana del aeropuerto una botella de Havana Club, porque ¡hubiera perdido el avión siguiente! Pues nada, hicimos feliz al puesto de la Aduana en Barajas, donde estarán celebrando y esperando por la llegada de más cubanos mal informados sobre permisos de llevar cosas de un lado para otro.

 

El pronóstico del tiempo en Bruselas, según el audio del avión final, era de tiempo despejado. Al aterrizar y ver el cielo, pensé que tales predicciones, por especialistas del llamado Viejo Continente, hacen lucir muy bien a nuestros meteorólogos de La Habana. Pero luego me explicaron los camaradas anfitriones que tal alfombra densa de nubes con lloviznita es efectivamente, para el estándar de este mes de noviembre belga, buen tiempo.

 

El camarada que me esperaba me reconoció inmediatamente, afortunadamente para mí que había dejado su número telefónico miles de kilómetros atrás. Dany Birnes me dio la primera bienvenida y luego me condujo al apartamento del camarada Finghin, donde quedamos en espera de más camaradas.

 

Desde el primer momento empezamos a conversar con gran animación, nos actualizamos mutuamente, con datos y visiones de los procesos de cada uno de nuestros países, del mundo... Al día siguiente, recibimos al camarada de Venezuela, Johan Rivas, también delegado al CEI. A estas alturas hemos hecho ya revoluciones mundiales proletarias para dos planetas Tierra y estamos madurando la de un tercero.

 

Ciertamente, esta nota ha empezado algo ligera pero, pueden creerme, este tema es de lo más serio y estamos sumamente emocionados por lo que podremos aportar, humildemente, cada uno desde su propia experiencia. La ofensiva neoliberal mundial no cesa, la resistencia de los trabajadores tampoco, la derecha aprende incesablemente, y la izquierda no se debe quedar atrás.

 

En el CEI, nos esperan varias jornadas de intercambio con delegados de unas cuarenta naciones en donde, en mayor o menor medida, se producen manifestaciones de luchas de clases, de enfrentamientos entre trabajadores y capitalistas, entre explotados y explotadores. Nuestro mayor orgullo y compromiso es tener bien claro cuál es el lado, en el enfrentamiento de estos bandos, con el que estamos alineados.

18 de noviembre de 2013

Prosperidad p=?ISO-8859-1?B?YXJhIHF1aeluZXM=?=

Por Rogelio Manuel Díaz Moreno

Con el tradicional triunfalismo de nuestra prensa, mezclado con los nuevos aires
de demagogia reformista, presenta el diario Juventud Rebelde su artículo sobre
los resultados del Censo efectuado en nuestro país el año pasado. A partir del
título y un puñado de tablas con promedios estadísticos, se intenta convencer al
lector de que el país experimenta un proceso maravilloso, y que comienza a
florecer el bienestar de sus habitantes.

Tal vez si el título hubiera sido un poco menos pretencioso, no nos hubiera
motivado a asentar aquí un puñado de cuestionamientos. Unos cuantos de los
índices y estadísticas que presentan en el material, no pueden enarbolarse como
señal de llegada de bienestar sino con una muy alta dosis de cinismo. En última
instancia, se puede hablar de una magra disminución de la situación de
precariedad que viven tantos compatriotas. Por ejemplo, los muchos que, después
de 60 años del Programa del Moncada, todavía no poseen una vivienda digna y se
hacinan en cuarterías sin baño propio, o carecen de acceso a agua corriente.

Se lanzan al ruedo de Juventud Rebelde, además de estos datos sobre las
viviendas, unos índices de posesión de equipos electrodomésticos, como para
ilustrar que los cubanos estamos muy bien apertrechados. Pero no me convencen.
Para empezar, los periódicos cubanos se la pasan hablando mal de lo que ellos
tildan de "consumismo", que consistiría en el consumo de artículos como esos.
¿Se volvieron buenos, ahora que llegan a nuestras manos? Y antes que nada, ¿de
verdad llegan a nuestras manos?

Cuando me dicen que existen 0.78 televisores en color por cada vivienda –y 0.2
aparatos en blanco y negro– , ¿es eso un verdadero índice de prosperidad, u otro
valor más de precariedad? Porque lo que indica es que hay menos de uno, del tipo
que sea, por cada hogar. Lo mismo pasa con los refrigeradores. Yo sé que hay
países que están mucho peor. Pero no me pretendan convencer que estamos en algún
lugar aventajado. Y si vamos a la cifra de teléfonos, ya sean fijos o celulares,
nos hundimos en los niveles más retrasados que se pueda encontrar en el mundo.
La de automóviles ni se dice –aunque yo no sea fanático de ese medio de
transporte, no deja de ser un indicador de boyancia material.

Lo más triste del caso es pensar que, en la época del capitalismo, podíamos
hacernos envidiar en cuanto a esos mismos promedios por unos cuantos países de
Europa, como España o Portugal. Es verdad que en aquella época, las
desigualdades implicaban una masa de cubanos hundidos en la miseria, el tiempo
muerto, el desempleo crónico, la desnutrición y el analfabetismo. Porque, como
se sabe, los promedios en abstracto son ciegos a las diferencias sociales. No es
propaganda comunista, se puede encontrar en encuestas de organizaciones como la
Agrupación Católica Universitaria.

Y eso es lo otro y más escandaloso que no se refiere en el artículo de Juventud
Rebelde. Se habla de un crecimiento de bienestar, como si este alcanzara a todos
por igual. Como si no se acrecentaran cada día las desigualdades de nuestra
sociedad. Yo sí creo, porque lo puedo ver a cada paso, cómo en este país, los
panes y los peces se multiplican en las canastas de unos cuantos. Sin embargo,
por aquellas residencias que todos sabemos, que tienen un televisor, reproductor
de video y un aire acondicionado por habitación; en donde todos los residentes
tienen uno o dos teléfonos celulares, entre otras condiciones, ¿cuántas familias
existen en niveles de marginalidad y pobreza, para equilibrar los promedios
exhibidos con tanta autosatisfacción en el periódico? ¿La saciedad de unos se
puede promediar con el hambre de otros? ¿Los pies descalzos de los niños que
pululan ya en tantos barrios se compensan con los tenis de marca que portan un
número de afortunados?

¿Actualización hacia el pasado? Si se analiza entre líneas la mismísima prensa
oficial, se pueden apreciar algunas consecuencias del rumbo reformista actual.
Me pregunto qué tipo de prosperidad implica el cierre de los pequeños centros
escolares en zonas de difícil acceso, los mismos que antaño eran un motivo de
orgullo del sistema educativo cubano. Esta misma falta de prosperidad parecen
sufrir algunas escuelas de arte y centros de atención de salud "racionalizados",
sobre todo aquellos a los que asisten los parientes pobres de Liborio. Todos
estos eran símbolos de lo que se entendía, hasta hace poco, como "prosperidad",
en el socialismo. !Perdón, lo olvidaba!, el socialismo es un modelo "obsoleto",
como explicó el papa Benedicto cuando vino aquí, y ningún periodista oficialista
le llevó la contraria.

Una figura tan comprometida con el régimen como Raúl Antonio Capote observa con
preocupación que las mujeres llevan las de perder en este proceso de
"prosperidad" de timbiriche y reguetón. Aunque algunos quisieron linchar al
escritor Roberto Zurbano por su atrevimiento, quedó en evidencia nuevamente la
falta de capacidad del sistema de eliminar la brecha racial en la sociedad
cubana. Yo entiendo que hablen de prosperidad aquellos que pasan sus vacaciones
en "Golf resorts" en Varadero, o hasta en París y Nueva York, pero, qué tipo de
prosperidad le toca al que solo le queda el insalubre y peligroso Malecón, o al
no menos peligroso empleo del alcohol como medio recreativo –más ahora que la
espada de las prohibiciones cae alegremente sobre cuales quiera medios
particulares de holganza. Y ni un médico chino especialista en malabares con
distintas monedas parece capaz de arreglar el problema de la ínfima remuneración
salarial de la población trabajadora cubana sin acceso a monedas fuertes. Y si
pensamos en la reducción continua de la subvención de los alimentos racionados,
o en los ancianos sin otro sostén que su minúscula pensión, escarbando en los
basureros nos preguntamos, angustiados, dónde ven los periodistas la dichosa
prosperidad.

Me parece prematuro, cuanto menos, ponernos a hablar de prosperidad general,
para las personas trabajadoras de Cuba, en las condiciones que estas atraviesan.
Espero que la redacción de Juventud Rebelde no se acomode de ese lado rosado,
donde se olvidan las penurias de los prójimos menos favorecidos.

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11 de noviembre de 2013

Un día para la pachanguita en el gremio

Este jueves lo dedicamos, en La Habana, a la celebración del día de la Física Médica. Como todas las profesiones, esta nuestra de la Física Médica también tiene su pedacito de ego. Y la Organización Internacional de Física Médica –IOMP, por las siglas en inglés–  acogió la propuesta de su similar latinoamericana, la ALFIM, de declarar, el 7 de noviembre, como el día para felicitarnos.
 
La fecha se escogió como homenaje a Maria Sklodowska Curie, nacida en fecha semejante en el año. La polaca-francesa ha sido la única lumbrera del mundo en recibir el premio Nobel en dos ciencias diferentes, en Física en 1903 y en Química en 1911. Además fue pionera en las aplicaciones médicas de la energía nuclear, lo que la convertía su cumpleaños en una elección insuperable para la celebración.
 
Nuestra actividad tuvo como hospitalaria sede el Centro de Estudios Aplicados al Desarrollo de la Energía Nuclear, CEADEN. El CEADEN es un producto de la ola pro nuclear de Cuba de la década de 1980. Hoy dedica sus esfuerzos al estudio y desarrollo de proyectos en base a esta útil energía, tan estigmatizada, en distintos campos de la economía y la sociedad cubanas.
 
 
En el campo de la salud humana, las aplicaciones cubanas siguen, en la medida de sus posibilidades, los rumbos establecidos internacionalmente. En varios centros del país se practican métodos diagnósticos y de tratamiento, dirigidos particularmente a las enfermedades oncológicas. Estas son la principal causa de muerte en Cuba, en estos momentos.
 
En las intervenciones de los asistentes, se ilustró la proyección de las autoridades gubernamentales respecto al desarrollo de inversiones en instalaciones y tecnologías para modernizar y multiplicar las posibilidades actuales. Los planes incluyen equipos de imágenes médicas y de tratamiento como escáneres PET-CT, el ciclotrón adecuado a ello, y aceleradores lineales modernos.
 
La colega Adlín López, protagonista en la coordinación de la reunión, nos actualizó además sobre sus gestiones para inscribir oficialmente una Asociación cubana de Física Médica. Para este tipo de gestiones, que lidian con la burocracia gubernamental, son necesarias personas optimistas como ella.
 
Los participantes disertamos también sobre las características de los procedimientos médicos más llamativos, en los que los físicos desempeñamos un importante papel. Este servidor ofreció detalles sobre la práctica de la Radiocirugía en el Instituto Nacional de Oncología y Radiobiología. Como mayores alicientes de nuestro trabajo, señalé la importancia del aporte que realizamos para la salud de los seres humanos y el reto de la complejidad de nuestra labor. En cuanto a remuneración, comparé, no estamos tan favorecidos como los vendedores de vegetales de nuestros mercados agropecuarios.
 
Algún buen amigo me comentó luego que no me extendí mucho en el tema de las dificultades que pasamos para llevar a cabo nuestro trabajo. Ciertamente, ni el equipamiento es todo el necesario o deseado, ni podemos llegar a todos los pacientes que quisiéramos. Hay muchas causas para ello, pero no vamos a abundar en esto aquí. Este fue un día de estar nosotros contentos y halagar nuestros ombligos, que también necesitan su poquito de estimulación.
 
 

9 de noviembre de 2013

Nuevos estatutos para central sindical cubana: ¿marginar al 90 por ciento de los afiliados?

Después de la discusión del Código de Trabajo y sin terminarse la saga de este, ha echado a andar otro proceso de definición de pautas en el mundillo laboral cubano. Alguna de esas autoridades nuestras ha decidido que la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) necesita nuevos estatutos.
 
A lo mejor hasta tiene razón, quién sabe. Al menos, yo no conozco los estatutos actuales. Yo pago, no muy puntualmente, la cotización, solo para no buscarme problemas con la administración y poder ir, en el verano, al Círculo Social del que luego hablo tan mal. Como muchos más. Sospecho que sería un estudio escandalosamente interesante averiguar cuántos afiliados actualmente conocen los estatutos vigentes, o les importa conocerlos.
 
El caso es que, en esta perestroica criolla en la que nos conducen sin que sepamos a dónde, le ha tocado el turno de actualizarse a los estatutos de la CTC. Se supone que van a aprobar su modificación en su próximo XX Congreso, en febrero del año que viene.  Yo llevo unos días buscando el anteproyecto de nuevos estatutos en los sitios web de la prensa, de la CTC y del gobierno, y no lo encuentro. Más allá de mis pocas habilidades para encontrar cosas, hoy di con una noticia que explica, hasta cierto punto, porqué mi esfuerzo ha sido estéril.
 
El órgano oficial de la CTC, el periódico Trabajadores, ha ofrecido una amplia cobertura del proceso de este XX Congreso. Y hoy ofrece un dato interesante. El estudio de los nuevos estatutos prevé ser realizado, además de por los obvios altos niveles, por "el 10 % de las secciones de base de cada sindicato en los territorios, que serán 8 mil 41, representativas de las 80 mil 677 existentes en el país."
 
Tengo un amigo que trabaja conmigo en el Departamento, que todavía no quiere creer que vayan a dejar fuera de la discusión al 90%. ¿A quién se le ocurre cambiar los estatutos de un sindicato, sin consultarlo con la mayoría de los interesados? ¿Verdad que es fuerte? Él piensa que es un problema de redacción del periódico, que ese 10% son solo los que han hecho la discusión hasta ahora, que luego les tocará a los demás, o algo así. Es una realidad difícil de meter en la cabeza de alguien, a menos que se comparta un menosprecio total hacia la democracia y la participación libre de ciudadanos en pie de igualdad, en los asuntos propios de su país.
 
Cabe preguntarse cómo habrán elegido a ese 10%. Si escogieron esas secciones al azar, si tal vez las escogieron por ser las secciones más conocidas por su comportamiento y expresiones "políticamente correctas". Tal vez porque sean aquellas que harán que los cuadros de la región queden mejor a los ojos de sus superiores. Yo no lo sé. En el periódico no dice.
 
Es verdad que cabría pensar que, de extender la discusión al 100%, se ganaría poco. Las pasadas reuniones, por el Anteproyecto de Código de trabajo, fueron mayoritariamente eventos apáticos, montados para auditorios apurados por largarse a sus casas. La directiva de la CTC bien que podía montar un espectáculo más aparentemente participativo que, con el control que tiene sobre la dirección de todas las intervenciones, no iba a arriesgar a nada. Pero está tan enraizado el desprecio a la voluntad de la ciudadanía, que tal vez decidieron no pasar el trabajo de montar el show y de aparentar acatar la voluntad que pudiera expresarse en un acto fingido de debate popular. Además, sería fastidiosa otra vuelta de discusiones con afiliados díscolos, que sólo piensan en reclamar unos salarios que alcancen para vivir decentemente sin recurrir a actos ilegales. Por eso solo se va a discutir, en la totalidad de las secciones de afiliados, otro documento, el que sirve de base al XX Congreso y que satisface los objetivos de los convocadores.
 
Los dirigentes de la CTC han reconocido, si bien solapadamente, los déficits de "liderazgo, la capacidad movilizativa y de organización que tienen nuestros sindicatos" y la pobre calidad que tienen como representantes de los trabajadores y trabajadoras de nuestro país. Y esto no lo dicen los malvados periódicos del enemigo. Es una realidad tan fehaciente, que se manifiesta ya hasta en los triunfalistas diarios y sitios de Internet del gobierno, consultables en los vínculos contenidos en este escrito. Al final, las decisiones importantes las toma el Consejo de Estado y quien quiera que dirija las comisiones de nuestro proceso de "actualización de modelo".
 
Con esta restricción antidemocrática, anticubana y antisocialista, sobre el proceso de discusión de sus nuevos estatutos, la CTC da otro gran paso al interior de un lodazal cada vez más insalvable.

6 de noviembre de 2013

Carta de Víctor Fowler Calzada sobre cierre de cines 3D y salas de juego electrónico en Cuba

Por Victor Fowler Calzada
 
A la UNEAC
 
ICL
 
MINCULT
 
ICAIC
 
He leído con atención la nota oficial publicada en el periódico Granma el día 2 noviembre 2013 y en la cual se avisa de la decisión tomada por el Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros en cuanto a prohibir, con efecto inmediato, toda actividad de las salas de proyección de películas en 3D operadas por propietarios privados, así como de los salones de juegos de computadoras. El presente mensaje breve que les envío tiene que como objeto el expresar –pese a que no tenga importancia alguna para algo que ya se decidió y aplicó- mi desacuedo con la medida, en particular todo lo que en ella propone -a propósito del consumo cultural - una suerte de oposición entre los conceptos calidad y banalidad dado las inquietantes consecuencias que ello tiene a nivel social.
 
Pienso que si bien cualquier Estado tiene el derecho y la obligación de regular y normar las actividades económicas que en el territorio que abarca son realizadas, ninguno lo tiene para decidir (y esto es de lo que principalmente trata el conflicto) cuál debe de ser el consumo cultural de sus nacionales. Al Estado le corresponde la obligación de facilitar una mejor educación y disfrute de la cultura realmente universales, durante la ejecución de sus proyectos esboza y presenta la meta de aquello que considera la virtud ciudadana respecto a la relación entre el individuo nacional y la cultura; pero como tal el Estado no es un maestro ni la sociedad un conjunto de estudiantes sentados en los pupitres de un aula permanente, sometido a exámenes periódicos de habilidad y temoroso de obtener bajas calificaciones o de una vez por todas suspender. Dicho de otro modo, el Estado es un enorme facilitador, no un juez severo (lo cual queda pasra el mundo sangriento de la guerra)..
 
Tan continuada insistencia en el tema de la banalidad, fantasma que en las más diversas intervenciones sobre cultura nacional aparece una y otra vez, hace pensar que en algún punto existe (o tendría que existir) algo así como el ser banal, especie de arquetipo negativo del consumidor cultural. En este punto, lo más difícil de entender (y aceptar) es que –coexistiendo con el consumo cultural de (o con) calidad- igual debe de existir espacio de existencia para el consumidor "banal".
 
En este sentido, ser banal es una más entre las opciones de realización que una sociedad sana tiene para sus sujetos y los individuos poseen todo el derecho a consumir, sin la interferencia del Estado, los productos culturales del nivel jerárquico que así deseen, en especial los del nivel más bajo desde el punto de vista de la estética. Esto último resulta fundamental, ya que la efectividad de una democracia se prueba en la capacidad de acción (de realización, de vida) que de manera concreta existe para aquellos portadores del límite negativo del proyecto.
 
Más allá de esto, y acaso lo principal, es que el fantasma de la banalidad fabrica una figura de supuesta alienación y que, prácticamente, equivale a un nuevo enemigo social, puesto que se trata de alguien que insiste en mantenerse "externo" a la supuesta corriente sana de la calidad en el consumo; entonces, contrario a ello, no sólo es necesario defender el ser banal como un derecho humano, sino denunciar la falsedad de establecer equivalencias entre la calidad del consumo cultural de la persona y el altruismo, sentido solidario y valor de su aporte social.
 
Se pierde la brújula cuando –en lugar de orientar la discusión hacia la erosión de la solidaridad, los logros en el trabajo, la pérdida de amor o bondad en el trato entre las personas, el aumento del egoísmo, etc.- la energía se moviliza para extraer, de la "calidad" del consumo cultural, indicadores que alumbren la dinámica de los flujos sociales; como si la pregunta al reflejo pudiese sustituir el encuentro con el objeto.
 
Para mayor confusión, mientras que en una entrevista a Fernando Rojas, vice-ministro de Cultura (27/10/2013) este afirma que el Ministerio de Cultura estudia medidas que aplicar para que las salas 3D tributen a la política cultural de la Revolución, política cultural que Rojas señala que es una sola, en la nota oficial del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros (2/11/2013), apenas una semana más tarde, es ordenado el cierre inmediato de tales salas y nada deja entrever que vayan a ser reabiertas. Con esto, y por más que la nota insista en que la medida no constituye un retroceso en la nueva política económica del país, de forma implícita acaba de consagrar el principio de que ningún nuevo oficio tiene posibilidades de existir hasta tanto no sea imaginado y comprendido por las más altas autoridades político-económicas del país.
 
Vale la pena señalar que -a reserva de algún descubrimiento- las películas proyectadas en las salas de video 3D (he asistido a tres diferentes) son las mismas que en cualquier sala de video del circuito estatal o en la televisión. Realmente es difícil entender de qué se habla cuando de la intervención de Rojas se deriva que lo normal de estas salas de video 3D es promover "mucha frivolidad, mediocridad, seudo-cultura y banalidad, lo que se contrapone a una política que exige que lo que prime en el consumo cultural de los cubanos sea únicamente la calidad."
 
Por desgracia, la ecuación entre frivolidad, mediocridad, seudo-cultura y banalidad en absoluto es clara en el presente en que vivimos y hace ya más de 20 años que un conocido teórico cultural llamaba la atención acerca de que, en modo alguno, un espectáculo de Madonna (trabajado a un altísimo nivel organizacional, profesional y tecnológico) podía ser considerado "baja cultura"; cuando un fenómeno como el Cirque de Soleil hace de ese viejísimo entretenimiento una nueva forma de arte; cuando la amplia gama que va de la computadora al teléfono digital cambia la comunicación, el entretenimiento e incluso las formas de producir y consumir arte; cuando el refinado arte de la ópera encuentra, gracias a la canción popular, nuevos públicos.
 
Todo ha cambiado, incluso las bases en las cuales encuentra su apoyo el diseño de las políticas culturales.
 
Las prohibiciones constituyen cierres que niegan todo camino al diálogo, tanto en el presente como en un futuro situado a distancia razonable (préstese atención a la fuerza que en la nota oficial cobra el adverbio 'nunca') y, al cortar esa posibilidad, de inmediato dirigen la intensidad del poder (la enormidad del aparato administrativo y discursivo que lo conforma) en contra de procesos, actitudes y cosas.
 
Lo sorprendente que presenciamos aquí es la deriva según la cual una política pública (en este caso la "política cultural"), de servicio, cobra autonomía y se constituye en un objetivo en sí misma, por encima de los cambios que hayan tenido lugar en la temporalidad; es por eso que, aunque débil e incompleta, alguna explicación es ofrecida en cuanto a la prohibición de las salas de video 3D, a la vez que practicamente nada es dicho acerca de la prohibición de los salones de juegos de computadora. En este punto queda la amarga sensación de que la retórica (vieja) ha sido incapaz de elaborar algún discurso coherente para enfrentar a la (nueva) realidad.
 
Al final, y esta es la parte más nociva de las prohibiciones, es que actúan como si lo único que existiese fuesen las normativas y el control de un lado, mientras que del otro el objeto o la práctica que eliminar; de tal modo, puesto que no se discute, queda privado de voz (sin que tampoco se le ofrezca respuesta alguna) lo que –a mi entender- es lo más importante: la alegría. Dicho de otro modo, el hecho de que la cantidad de alegría que a diario se manifestaba en los lugares ahora cerrados (salas de video 3D y salones de juegos de computadoras) proviene de miles de personas concretas que allí gozaban de su tiempo libre, mis hijos, mi esposa y yo entre ellas. A estos les ha sido negado algo que, muy rápidamente, aprendieron a considerar como parte del disfrute y a cambio reciben absolutamente nada.
 
Puesto que, junto con todo lo hasta aquí dicho, es loable exponer a la más severa crítica pública todo producto cultural que estimule el racismo, el machismo, el sexismo, la violencia, la prevalencia del dinero y sus formas de generar dominación por sobre la amistad, la solidaridad o el amor, pienso que, entre otros muchos temas, varios de los que motivan la presente intervención merecen ser discutidos en algunas de las Comisiones que realizarán su trabajo durante el venidero Congreso de la UNEAC. Por tal razón comparto preocupaciones y dudas con quienes, como ustedes, son mis colegas. Es algo que hago con la convicción de que debemos de discutir mucho, pero no con las pasiones de la agitación y propaganda, sino con la desgarrada profundidad de la ciencia.  
 
Nota de Bubusopía: Victor Fowler Calzada (La Habana, 1960). Licenciado en Pedagogía. Notable intelectual y escritor cubano. Premio Nacional de la Crítica, 1998; Premios UNEAC de Ensayo y Poesía y Premio Nicolás Guillén de Poesía, entre otros. Consultar más aquí.

23 de octubre de 2013

La biografía del Ché Guevara que no se va a publicar en Cuba

Un amigo me permitió tomar prestado su ejemplar de la biografía, escrita por Paco Ignacio Taibo II, sobre Ernesto Guevara, conocido universalmente como el Che. En pocos días acumulé mucho material para meditaciones.
 
Varias de las obras de Taibo II, consecuente intelectual revolucionario mejicano, han sido publicadas en Cuba. Algún despistado podría esperar, entonces, que su descripción de la trayectoria del Ché Guevara fuera editada eventualmente para el público cubano.
 
Tristemente, esto no ocurrirá, mientras la actual estructura totalitarista cubana mantenga el poder. Este libro sobre el Ché le resultaría en exceso lacerante; revelador y condenador de las lacras de una burocracia gobernante cuya conducción, según confesión del presidente Raúl Castro, ha llevado a nuestro país al borde del abismo.
 
Desde el punto de vista humano, resulta fascinante recorrer las páginas que describen al Ché adolescente y joven. Taibo II aporta abundancia de estampas poco conocidas en Cuba. Se destaca el precio que la enfermedad hace pagar al asmático; el avance de una voluntad indomable, y el desarrollo de una personalidad de rasgos difíciles, con ese desapego de ermitaño feroz hacia las cuestiones mundanas, que tanto contribuyeron a la leyenda posterior. También sorprende la intensidad de movimientos de un protagonista que parece asumir una "road movie" como forma de vida –y recordar que en Cuba apenas se hace mención de uno entre muchos viajes, el famoso que hace con Alberto Granados.
 
A los que gustan de mantener una imagen purista de los prohombres, disgustará seguramente el carácter bohemio de esta etapa de Guevara, capaz de inspirar "malas ideas" en los jóvenes cubanos. Tampoco sus relaciones con mujeres –no solamente las conocidas aquí– son descritas como un modelo puritano.
 
El lector cubano, naturalmente, acrecentará su interés cuando llegue a la etapa de los contactos del Ché con los cubanos. Desde temprano en este libro, empiezan a caer palos sobre el entonces Partido Socialista Popular (PSP). Según varias fuentes, el PSP jugó un papel que dejó bastante que desear en el enfrentamiento a la dictadura de Fulgencio Batista. Por parte del Ché, durante la etapa de la lucha guerrillera en la Sierra Maestra, se revela también una crítica a su incapacidad para apreciar la importancia del rol que jugó la parte del movimiento insurreccional conocido como "el llano".
 
Pero lo que resulta inadmisible para la casta que luego se instauraría en Cuba, la razón por la cual esta biografía no será publicada aquí, es la revelación de la incompatibilidad entre el carácter guevariano y el totalitarismo burocrático establecido posteriormente a 1959. La historia cubana oficialista establece que la actitud sectaria, estalinista, fue apenas una desviación de una fracción del PSP, corregida ejemplarmente por Fidel Castro; Aníbal Escalante, el malo del cuento, fue adecuadamente castigado. Sin embargo, según Taibo II –y todos los que sufrieron luego el quinquenio gris o fueron reprimidos de alguna manera por no comulgar con las políticas impuestas verticalmente– no se hizo mucho para que, en cada ciudadano, se cumplieran las promesas de democracia y libertades políticas hechas antes del triunfo de 1959.
 
Esto no demerita la tremenda hazaña de levantar de la miseria a capas enteras del pueblo cubano, especialmente en el campo. Como tampoco se pueden obviar los obstáculos resultantes de la inmediata reacción, desatada por el imperialismo yanqui, con su secuela de agresiones, atentados terroristas y patrocinio de invasiones militares. En todo caso estos méritos pertenecen, en nuestra opinión, a los anónimos protagonistas que hicieron posible cada escalón, y que sufrieron pacientes cada revés y cada posposición del paraíso prometido.
 
No es entonces el menosprecio por el correcto pelado o afeitado, el escarnio de una vestimenta o de la moralina sexual hechos por el Ché, lo más temen nuestros burócratas que inspire a las nuevas generaciones. Lo más revolucionario y herético en esta biografía es la insubordinación guevariana a los acatamientos jerárquicos. Es la incitación a la polémica sobre cada aspecto que no esté claro para todos, conducida con sinceridad, transparencia e igualdad de condiciones en el debate. Es la libertad de cuestionamiento de los dogmas y su corrección en cuanto se revelan defectuosos. Es el concepto más puro de igualdad, ese concepto de cero privilegios para los dirigentes, que pareciera que el Ché ha sido el único alto dirigente en defender –y practicar– consecuentemente en el transcurso de los años.
 
Otra arista peliaguda fue la actitud del Ché ante la Unión Soviética y el campo socialista de entonces. Si bien creyó, aparentemente, en versiones bastante edulcoradas de aquellas historias que mal disimulaban el estalinismo y sus secuelas, sí desconfió profundamente de la conducción burocrática e hipertrofiada del aparato estatal soviético. El Ché fue uno de los que favorecieron el acercamiento a aquel polo, por razones de convicción y de estrategia de la revolución cubana, pero a través de un análisis crítico de sus logros y dificultades.
 
La actividad política del Ché Guevara descrita por el cronista, en esos primeros años posteriores al triunfo de la revolución cubana de 1959, fueron demostrativos de los principios enunciados. Taibo II recibió testimonios de que esto le costó ser blanco de campañas por "izquierdista", por parte de la vieja guardia del PSP. Por confiar ciegamente en la capacidad organizativa de esos cuadros, se revela en este libro, el Ché previó el advenimiento de una "etapa negra". Para colmo, el Ché tuvo muestras de aprecio hacia la obra de León Trotsky, y esto debía ser del conocimiento de quienes proscribieron en Cuba la impronta del camarada bolchevique.
 
¿Qué pasaría si se tomaran en serio las ideas del Ché sobre cambiar las políticas y los cuadros, al nivel que fuesen, cuando sus resultados los revelaran incapaces de resolver los problemas enfrentados? Literalmente, según el libro de Taibo II, al plantear un número de problemas económicos, expresó: "Los culpables somos nosotros y hay que decirlo francamente […] Hombre, que nos condenen, que nos cambien, que nos fusilen, que hagan cualquier cosa, pero el problema está aquí"
 
¿Qué pasaría si se tomaran en serio sus críticas al papel pasivo de los sindicatos, convertidas en meras correas de trasmisión sin prestigio ni autoridad, tales que mejor sería que se disolvieran?  ¿Qué pasaría si se practicara el adagio guevariano: "Contrarrevolucionario es aquel que lucha contra la revolución, pero también es contrarrevolucionario el señor que valido de su influencia consigue una casa, que después consigue dos carros, […] que después tiene todo lo que no tiene el pueblo"?
 
Claro, que si ello se cumpliera, no habría problemas para editar, en Cuba, esta biografía de Ernesto Ché Guevara.

17 de octubre de 2013

Observatorio Crítico entrega a la CTC nacional consideraciones sobre Anteproyecto de Código Laboral

El día 17 de octubre se entregó, a nombre del Observatorio Crítico (OC), en la sede de la Central de Trabajadores de Cuba  (CTC), un compendio de análisis, críticas y sugerencias de modificación al Anteproyecto de Código Laboral.
 
Está previsto que el citado Anteproyecto sea discutido en la próxima sesión de la Asamblea Nacional del Poder Popular. Por indicación de las autoridades superiores, que nunca están muy definidas para estos menesteres, se orientó discutirlo en asambleas de los sindicatos afiliados a la CTC en todo el país, durante un período que vencía precisamente este día 15.
 
La actividad y fundamentos del OC condujeron a sus miembros al natural involucramiento en este proceso de discusión, tanto en los centros laborales respectivos de cada uno, como en actividades y reuniones públicas, seminarios y actividad en los medios alternativos de divulgación, la blogosfera e internet. Como parte de este proceso, se elaboró en nuestro seno, de manera colectiva, democrática y consensuada el documento aquí referido.
 
El documento fue recibido por la compañera Xiomara Enríquez, de la esfera de Asuntos Laborales, y remitido a Mirta Daulinó, de la oficina de Atención a la Población, en la sede de la dirección nacional de la CTC. Recoge, de la manera más clara que fuimos capaces, el amplio diapasón de preocupaciones que nos provoca este proyecto, que ya han sido ampliamente comentadas en nuestros escritos.
 
Obviamente, no tenemos ninguna seguridad de que nuestros criterios sean tomados en cuenta por los artífices de este proyecto. Más importancia le otorgamos, de hecho, a la posibilidad de divulgar tan ampliamente como seamos capaces, nuestra postura en defensa de los intereses de las personas trabajadoras, aquella gran mayoría que no dispondrá de los poderes administrativos sobre centros económicos estatales ni privados. En este empeño acumulamos tropiezos, sorpresas, experiencias, encontramos colectivos y pensamientos afines, y esperamos contribuir al fortalecimiento de este tipo de movimiento en la sociedad cubana.
 
A continuación, reproducimos el texto que fue entregado esta tarde a la CTC nacional.
 
 
Anteproyecto de Código de Trabajo: Análisis, críticas y sugerencias de modificación
 
Redacción:
Deyni Terry Abreu
Yasmin Portales Machado
Dmitri Prieto Samsónov
Ramón García Guerra
Rogelio Díaz Moreno
(En representación del colectivo Observatorio Crítico de Cuba, observatoriocritico@gmail.com)
 
Observaciones generales:
 
En una República socialista, el Código del Trabajo debe considerarse uno de los principios rectores de mayor importancia, y su alcance marca lo relacionado con la vida de toda la ciudadanía. Más que cualquier otra ley, debe ser únicamente inferior en jerarquía a la Constitución del país, a la que no debe contradecir.
 
Es fundamental que este documento mantenga, proclame y defienda con la mayor firmeza, desde las primeras líneas y artículos, el principio de que el trabajo es un deber y un derecho de toda la ciudadanía, y la responsabilidad de toda la sociedad de velar por la existencia de posibilidades para cada quien de ganarse la vida decorosamente, realizando su aporte a la sociedad al tiempo que también se tributa a la realización personal.
 
Los derechos y deberes de quienes trabajan no deben diferenciarse según trabajen en el sector estatal o privado. El Código debe establecer una base de igualdad, de condiciones y garantías para toda la ciudadanía.
 
La manera que el lenguaje del documento se propone para incluir los géneros masculino y femenino no es la óptima. Mejor que decir siempre "el trabajador" o "el empleador" y advertir al principio que ello debe incluir ambos géneros, es emplear las expresiones "trabajadores y trabajadoras", "quien trabaja", "empleadores y empleadoras", "quien emplea".
 
Es preciso dedicar un apartado de este documento a relaciones de trabajo no remuneradas, las que abarcan el voluntariado y el trabajo reproductivo doméstico. En ambos casos debe quedar refrendado el carácter e importancia de estas labores, tan importantes como las del trabajo remunerado aunque no reciban una recompensa en salario. Deben quedar protegidos adecuadamente, incluidos bajo el paraguas de la seguridad social. Se considerará el caso de trabajo voluntario, con aporte de la ciudadanía de un barrio determinado, con recursos aportados por una o más empresas. También deben encontrar su lugar en el código las relaciones de trabajo remuneradas por sistemas distintos al salarial, como pudieran ser los basados en la repartición de utilidades (ya empleado fácticamente en algunas empresas gastronómicas "por cuenta propia") y en diversos sistemas de Economía social, incluyendo las cooperativas. Si no hay aún posibilidad de regular taxativamente las situaciones jurídicamente relevantes derivadas de tales sistemas, debe preverse una reserva de ley, pero en ningún caso dejar fuera esas posibilidades por cuanto las mismas aportan nuevas dimensiones a la socialización de la economía.
 
El papel de los sindicatos en el Estado Socialista debe ser más activo que lo propuesto en este documento. En varios momentos la participación del Sindicato se limita a dar un parecer que será solamente "oído", sin una necesidad perentoria de ser incorporado con peso decisivo en las distintas decisiones. Esto debe cambiar en todas las ocasiones en que aparezca.
 
Análisis por secciones y artículos:
 
Artículo 1: Contradice los artículos 14 y 21 de la Constitución, que proscriben la explotación del hombre por el hombre. Es necesario declarar, explícitamente, suficientes garantías para que el empleo de quienes trabajan por entidades empresariales privadas se realice con suficientes mecanismos de compensación -tales que, a pesar de que se establezcan nuevas relaciones de explotación en nuestro país, quienes trabajen reciban suficientes garantías de tipo laboral, social, etcétera-.
Por otra parte, la concepción de Estado a la que hace referencia es más propia de la Constitución cubana de 1976 que a la actualizada de 1992, necesariamente más moderna y acorde con los nuevos tiempos. Es correcto sin embargo que se añada el reconocimiento del trabajo como DERECHO de la ciudadanía, en consonancia con los instrumentos internacionales de DDHH.
 
Artículo 2: Este es un buen espacio para incluir el trabajo doméstico.
En el inciso (a), donde se definen las discriminaciones, es más adecuado decir "percepción de racialidad" en lugar de "raza" que, como se sabe, es un concepto erróneo y discriminador.
Es preciso mencionar explícitamente la discriminación por orientación sexual e identidad de género, puesto que, de no incluirse, parece que tienen menos importancia que el resto.
Es preciso, igualmente, incluir la discriminación por origen geográfico de la persona.
En el inciso (d), debe incorporar la participación popular en los cálculos del gobierno, para definir el salario mínimo. Debe establecerse que su valor no podrá ser nunca inferior al de la Canasta Básica.
El inciso (k) es sexista por su forma y enfoque. Deben reconocerse los derechos de paternidad responsable.
No es correcto pensar que se "conceden", como si fueran privilegios. Las mujeres tienen derechos, simplemente, que se deben respetar.
En el inciso (m), eliminar la palabra "estatal", para que se entienda que quienes trabajan tienen derecho a controlar la gestión de las empresas en todos los espacios, no solo en el estatal.
 Entre este artículo y el siguiente, debe incluirse uno que busque asegurar la equidad étnica, de género y territorial en la estructura de empleo.
 
Artículos 5 y 8: Referidos a espacios donde el Código de Trabajo no se aplica igual. Es necesario establecer los límites en los que las instancias involucradas (Fiscalía, Contraloría, Aduana, MinFAR, MININT) pueden variar los preceptos establecidos y qué compensaciones deben recibir quienes trabajan en esos lugares a cambio de condiciones posiblemente más estrictas.
 
Artículo 9: Debe considerarse la posibilidad del autoempleo (tanto individual como colectivo), puesto que ahí se definen los sujetos de las relaciones laborales, y el autoempleado debe tener su personalidad jurídica establecida. Acá entendemos por autoempleo no el actual "trabajo por cuenta propia" que –cuando intervienen más de una persona- suele enmascarar tanto relaciones de explotación salarial como otras igualmente deletéreas, de explotación familiar marcada por relaciones de género asimétricas, sino aquellas formas de gestión del trabajo humano donde quien(es) trabajan y quien(es) emplean corresponden a un mismo conjunto de una o más personas, coincidiendo así individuos trabajadores y emprendedores que formarían una sola entidad legal sin relación de subordinación por medio. También es un espacio útil para valorizar el trabajo doméstico-reproductivo. Se puede insertar un inciso 9-c), para reconocer los trabajos no remunerados como el doméstico-reproductivo y el voluntario.
 
Artículo 10: Quitar la palabra "asalariados" al final del párrafo 1, ya que también existen los trabajos voluntarios, reproductivos, etc.
 
Artículo 11: Es asimétrico al poner la responsabilidad solo sobre la persona empleadora. Añadir: "Quien trabaja, los sindicatos y colectivos laborales tienen el derecho de hacer cumplir la legislación del Trabajo y de formular las demandas correspondientes ante quien emplea y los órganos competentes".
 
Artículo 12: Limita algo que el artículo 13 establece de una manera más general. Lo adecuado es entonces dejar solamente el artículo 13.
 
Artículo 15: Los incisos d) y e) debe estar más reforzados, para que se apliquen también al caso del trabajo en el sector no estatal.
 
En este capítulo II, debe insertarse un artículo para establecer explícitamente que las disposiciones sobre el derecho de quienes trabajan a organizarse en estructuras que les representen y defiendan sus derechos, son válidas en las todas las esferas privadas, estatales, domésticas, etcétera, por igual.
 
Artículo 24: (Capítulo III), eliminar el segundo párrafo. De hecho, debe prohibirse explícitamente el contrato verbal. En su lugar, para actividades eventuales, proponer el empleo de una proforma simplificada, previamente aprobada por el sindicato del ramo, con el cumplimiento de garantías mínimas.
 
Artículo 26: Inciso b), aclarar que no se pueden realizar contratos temporales para sustituir trabajadores que estén haciendo uso del derecho de huelga.
 
Artículo 30: Establece el empleo del Expediente Laboral. Debe eliminarse este documento que internacionalmente es considerado como invasión de la privacidad de quienes trabajan.
 
Artículo 31: Inciso c), da margen para la discriminación y contradice el inicio de ese mismo artículo. Además afecta la posibilidad de emplearse por primera vez a jóvenes. Debe eliminarse, y sobra entonces el último párrafo. El inciso b) también afecta las posibilidades de quienes son jóvenes. Debe eliminarse esa formulación.
 
Artículo 32: Debe modificarse, para que el jefe no pueda retirar arbitrariamente la idoneidad de quien trabaja, puesto que solo tiene que "auxiliarse" de un órgano asesor. El órgano asesor planteado no tiene un peso decisivo real, solo puede aconsejar, así que quien trabaja está en indefensión. Ampliar el peso decisor de los sindicatos y del colectivo laboral en general.
 
Artículo 34: En combinación con el Artículo 35: debe aclararse que quien emplea, debe hacerse responsable de organizar y costear los estudios de capacitación del personal que sean de su interés para el proceso productivo, en tiempo que cuente como de trabajo estándar, pague sueldo, acumule vacaciones. El estudio que sea solo de interés personal de quien trabaja, ese no será responsabilidad de quien emplea, pero estará cubierto por el derecho de pedir licencias sin sueldo, al igual que las razones deportivas o culturales que se mencionan más adelante en el documento. Se sustituirá la frase "tiempo libre" por "tiempo fuera de la jornada laboral remunerada", pues si se trata de estudios, no es tiempo libre.
 
Artículo 37: No se protege suficientemente a quien trabaja de los traslados arbitrarios, ni de los efectos a largo plazo de situaciones de desastre que afecten por más de 180 días su puesto laboral.
 
Artículo 38: Aclarar lo que se entiende por Fuerza Mayor y se presta para contrasentidos.
 
Artículos 45-48: Deben incluir cláusulas de indemnización a quien trabaja cuyo empleo se elimina por decisión o a conveniencia de quien le emplea. Debe establecerse una pensión de desempleo y la obligación de la gestión de reubicación.
 
Capítulo VII, sección de Relaciones de Trabajo entre personas naturales
Las legislaciones de trabajo no deben estar separadas según esfera estatal o privada, en todo caso quienes trabajan deben estar protegidos por el mismo cuerpo de derechos independientemente de si lo hacen para un particular (entidad privada) o para el Estado. Especialmente el artículo 67, inciso b), es el peor ya que deja indefenso a quien trabaja, frente a quien le emplea, que le puede despedir a voluntad y sin otra obligación.
El despido de quienes trabajan en la esfera privada debe ser tratado con las mismas garantías que en la esfera estatal, con respecto a búsqueda de puestos para reubicación, recapacitación, pensión o indemnización del desempleado, posiblemente a cargo de la Seguridad Social con base a los impuestos que pagan quienes trabajan y quienes emplean. En todo caso debe preverse el rol decisivo de la organización sindical y de los colectivos laborales en general. Un detalle tremendamente importante que falta en el Anteproyecto es la exigencia a que entidades empleadoras no estatales estén obligadas a concertar convenios colectivos de trabajo con la totalidad de quienes laboran para ellas.
 
Deben crearse Órganos de Justicia Laboral de Base (OJLB), a nivel de Consejo Popular para que atiendan los reclamos y conflictos en la esfera privada, previendo los casos de pequeñas unidades económicas que se acojan a esta facilidad por no tener capacidad para unos OJLB propios, o bien prever la posibilidad de utilizar para tales litigaciones OJLBs ya existentes en entidades laborales geográficamente próximas, con la debida participación sindical.
 
Capítulo IX, sobre el régimen de trabajo y descanso.
Los días feriados o festivos, Navidad y Viernes Santo, favorecen en particular a la fe cristiana, lo que excluye a las religiones de otros orígenes como las afro-ancestrales. Esto es asimismo violador de la Constitución, que establece el carácter laico del Estado e impone la igualdad de tratamientos para todas las religiones en el artículo 8. Se impone un tratamiento equitativo de días feriados para los distintos cultos. En el caso de los cultos de origen africano hay varios días que se pueden proponer como feriados o festivos. Se puede solicitar el asesoramiento de los creyentes e instituciones como la Asociación Yoruba de Cuba, las organización de la religión Bantu, las fraternidades Abakuá, etcétera, para definir cuál o cuáles se deben poner en igualdad de condiciones con los de la tradición cristiana. Aun así, hay varias fechas de verdadero alcance ecuménico, como podría ser el 8 de septiembre en cuya celebración coinciden devotos católicos y afro-ancestrales, así como los días que conmemoran a San Lázaro y a Babalú Ayé; a Santa Bárbara y a Shangó; a San Francisco y a Orula, etc., las cuales podrían ser declaradas feriadas. El 27 de noviembre debe ser mencionado no sólo como Día de Duelo Estudiantil, sino como Día del Duelo Estudiantil y de la Descolonización Histórica en honor de los 5 héroes negros anónimos que dieron sus vidas por los estudiantes asesinados en la fecha, hecho que fue escamoteado por la historiografía burguesa colonizada.
 
Capítulo X, sobre salarios
 
Artículo 106: Cambiar "oído el parecer de las secciones sindicales" por "incorporado el parecer de las secciones sindicales".
 
Artículo 112: Incorporar licencias educativas en el inciso f), que establece derechos a licencias deportivas y culturales. Lo educativo, obviamente, pertenece a lo cultural, pero hay que dejarlo explicitado.
 
Capítulo XI, sobre protección y seguridad.
 
Artículo 131: Cambiar "oído el parecer del sindicato" por "incorporado el parecer del sindicato".
 
Artículo 136: La organización sindical no solo "puede", sino que "debe" exigir el derecho a intervenir por quien trabaja en peligro en su puesto laboral.
 
Capítulo XIII
 
Artículo 162: La aplicación del sistema de Justicia Laboral establecido debe ser "en toda Cuba", no solamente en las entidades estatales.
 
Artículo 167: La gestión de conflictos se debe tratar de manera más general. Lo adecuado será sacar el primer escalón de la gestión de conflictos fuera de las instituciones directas. Debe realizarse bajo la sombrilla de organizaciones sindicales a nivel municipal con papel de mediación. Esta instancia se pronunciará con vista a arreglo del conflicto. De no funcionar el arreglo se acudirá entonces a los tribunales.
 
Capítulo XIV, sobre convenios colectivos de trabajo.
 
Artículo 173: Llevar la negociación del Convenio Colectivo a nivel municipal, a cargo de las secciones sindicales municipales y de obligatorio cumplimiento en todo el municipio, tanto para la esfera estatal como la privada.
 
Artículo 174: Las estipulaciones del Convenio colectivo de trabajo se basará también en los planes económicos del Estado, los planes de los Órganos locales del Poder Popular y el criterio del Sindicato.
 
Capítulo XV, Inspección del Trabajo
 
Se creará una Oficina Nacional del Trabajo, adscrita pero no subordinada al Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, con funciones de investigación e inspección, sin fuerza vinculante pero que emita certificaciones que autoricen la continuidad de la actividad laboral en el lugar.
Esta Oficina mantendrá estudios periódicos y públicos sobre el trabajo, que aborden las posibles desigualdades persistentes: perfil laboral por racialidad percibida, sexo, origen social o geográfico, orientación sexual e identidad de género, y otras discriminaciones que se puedan presentar, con vistas a su mejor análisis y enfrentamiento.
 
Consideración Final:
Consideramos que en su forma actual, el Anteproyecto del Código de Trabajo NO DEBE ser aprobado por la Asamblea Nacional de Poder Popular, por contener disposiciones que contradecirían la Constitución de la República y otras contradictorias entre sí, así como por pretender separar la esfera laboral en dos ámbitos distintos, con sus propias normas cada uno (estatal y no estatal) mientras a quienes trabajan les atañen un mismo conjunto de derechos sin diferencia de circunstancias del tipo de empresa (principio que debe aparecer explícitamente reconocido como prohibición a discriminar por ese causal).
Consideramos asimismo que debe ser ampliada la discusión del Anteproyecto, tanto a espacios institucionales de sectores sociales específicos (estudiantes: FEEM, FEU; mujeres: FMC; discapacitad@s: ACLIFIM, ANSOC, ANCI; grupos de intereses especiales: CENESEX, ARAAC; comunidades: CDR, Consejos Populares; empresariales: Cámara del Comercio, cooperativas; profesionales: ANEC, UNJC, UNEAC, UPEC, ACAA…) así como en la prensa, de manera abierta y respetando la diversidad de criterios (periódicos Granma y JR, TV, Radio).
Debido a la trascendental importancia de este documento, que va a determinar los principios por los cuales se regirá la actividad laboral en los próximos años, y que influirá por tanto en la vida de todos los cubanos de una manera esencial, se debe someter a referendo para su aprobación o no, por todos los electores de la nación.

4 de octubre de 2013

Trabajo y Democracia en Cuba: Voces, silencios y miedos

Como habrán notado las personas que visitan más asiduamente nuestro portal, los miembros del Observatorio Crítico prestamos una tremenda atención a los procesos que ocurren actualmente en nuestro país, particularmente alrededor de la proposición y discusión del Anteproyecto de Código Laboral. En este momento, consideré que bien valía la pena referirnos a algunas notables voces que se han expresado o callado elocuentemente en el panorama nacional.
 
Alguien con suficiente curiosidad, se preguntará de dónde salió la idea de que el país necesitaba actualizar el código viejo. Y no encontrará ninguna fuente que le indique un origen entre las personas trabajadoras. Si estas tienen un especial interés común, más bien se trata del imperioso clamor por elevar los salarios, cuyo paupérrimo nivel ha sido reconocido por el presidente del país, general en jefe Raúl Castro.
 
La máxima dirección sindical, cuyos oídos permanecen pétreamente sordos a tales demandas, despliega sin embargo una inusitada actividad en este asunto de la discusión del nuevo código. De aquí que su actitud vuelve a lucir impostada, mera voz de muñeco de ventrílocuo al servicio de los que verdaderamente cortan el bacalao acá en Cuba. La verborrea abundante de los exégetas de siempre no logra animar el tétrico panorama: en los centros de trabajo que conocemos, hemos recogido la misma impresión de enajenación, fatalismo e indiferencia entre los trabajadores, que apenas se han molestado en conocer los acápites del Código que más los van a afectar.
 
Otro silencio de lo más revelador es el de los grupos de la "disidencia tradicional", por llamarlos de alguna manera que todos identifiquen fácilmente. Estas personas, que acostumbran a criticar y demonizar todo lo procedente del gobierno, permanecen esta vez plácidamente al margen. Y nos resulta evidente que la causa de este silencio debe estar relacionada con la felicidad de encontrar que el gobierno –que todavía proclama defender el socialismo– les facilita, espontáneamente, una parte importante de sus programas políticos,  dígase, la ampliación y el fortalecimiento de las estructuras capitalistas en Cuba.
 
Ahora, no todo ha sido silencio, ni el Observatorio Crítico ha sido el único en percibir los mortales peligros que presenta el engendro de marras. No hace mucho llegó a nuestras manos un documento preparado por trabajadores de la empresa de la goma de San José de las Lajas, municipio cubano de gran actividad industrial. Este colectivo fue de los que no se resignaron a quedarse con los brazos cruzados y elaboraron un concienzudo estudio sobre la peligrosa evolución que significa el nuevo documento. Donde más me impresionaron, fue al señalar un hecho que yo había pasado por alto por mi desconocimiento del Código viejo: la nueva mentalidad que nos pretenden imponer  abandona el principio de que el trabajo es un deber, así como un derecho, para toda la ciudadanía del país.
 
Como periodista de medios oficiales, Francisco Rodríguez Cruz, Paquito el de Cuba, ha hecho, desde Trabajadores, un loable trabajo al destacar cuántas lagunas debe solventar también el documento en materia de protección de minorías y sectores discriminados. Finalmente, José Alejandro Rodríguez publicó, en su columna de Juventud Rebelde, un trabajo de mérito excepcional, que demuestra a la vez que acrecienta el tremendo prestigio que se ha ganado este valiente redactor. Rodríguez ha sentido un número de preocupaciones, extraordinariamente parecidas a las nuestras, y demostró el nervio necesario para plasmarlas en la edición del 28 de septiembre del periódico, bajo el título La luz de la discrepancia. Estas preocupaciones se relacionan con los aires neoliberales del proyecto de Código de Trabajo y la necesidad de acción por parte de organizaciones sindicales de mucha más valía que las actuales, para proteger un poco a las vapuleadas masas, humildes y trabajadoras, que son apartadas cada vez más del protagonismo en el proyecto de país que tiene la clase burocrática, autoritaria, dirigente cubana.
 
Este sábado, un valioso miembro de nuestro grupo, Isbel Díaz Torres, ha sido citado por la policía por un motivo que desconocemos, pero presumimos relacionado con nuestra actividad pública de crítica contra el famoso proyecto de Código Laboral. Obviamente, todo el Observatorio Crítico es partícipe de la zozobra de nuestro hermano y comparte el resultado y sus consecuencias. De poseer la necesaria ecuanimidad y discernimiento, el oficial u oficiales que lo interroguen no podrán sino reconocer la justicia de nuestros argumentos; nuestro compromiso con una causa que puede ser la de cualquier familiar, compatriota nuestro y de ellos mismos.
 
Con un muy humano sentimiento de miedo, esperamos a ver qué sucede. Mi opinión personal es que presionarnos, por divulgar públicamente nuestros criterios, sería tan disparatado como arrestar a todos los vendedores de la edición del 28 de septiembre pasado del Juventud Rebelde, luminoso portador de la discrepancia de José Alejandro Rodríguez. Por montones de razones, a pesar de nuestros miedos, persistimos en nuestra actitud, pues el miedo mayor, el que sí nos moviliza y compulsa a la acción, es el de que se concrete el advenimiento del sistema neoliberal en nuestro suelo, y que no se haya siquiera sembrado la semilla de las futuras luchas, resistencias y seguras victorias populares.