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27 de marzo de 2013

Sobre cómo percibir la falsedad en la homeopatía

Etiquetas: Denuncia, Investigación, activismo, alternativo, censura, ciencia, ciudadanía, consumo, control ciudadano, crítica, Cuba, debate, democracia, derechos humanos, educación, Estado, intelectuales, libertad de expresión, Observatorio Crítico, polémica, Rogelio M. Díaz Moreno, salud, socialismo.
 
Por Rogelio Manuel Díaz Moreno
 
Este tema de la homeopatía merece tomarse con gran seriedad, debido a las potenciales consecuencias sobre las vidas de los seres humanos, que tienen cualesquiera acciones relacionadas con  su salud. Desde estas páginas hemos denunciado los intentos de imponer al pueblo cubano una práctica probada como falsa desde todos los puntos de vista de la teoría y de la práctica. Algunas personas podrán cuestionarse por qué descarto una técnica que tiene, a decir verdad, un buen número de practicantes. Sirvan estas líneas para todo aquel que conserva dudas al respecto y esté sinceramente interesado en discernir el grano de la paja.
 
Empecemos por reconocer que la medicina llamada "occidental" ha sido objeto de muchas críticas; que se le tacha de mercantilista, de cosificar al paciente y de proceder de manera academicista o dogmática. Como alternativas más humanas se erigen variantes de otros saberes, por lo general agrupables bajo el rótulo algo impreciso de Medicina Natural y Tradicional (MNyT). Bajo este rótulo trata de presentarse la Homeopatía, pero en el criterio de este opinador –que no tiene nada en contra de otras prácticas de la MNyT– este sayo no le sirve para esconder las vergüenzas.
 
Para empezar, si se trata de mercantilismo, no se puede desconocer que hay muchos laboratorios que hacen mucha plata vendiendo "remedios" homeopáticos. Boiron et al, por ejemplo, es una empresa capitalista tan buena o tan mala –según quiera verlo cada uno– como Pfizer, Merck o Bayer. De igual forma que estas venden antibióticos y otras medicinas validadas por la ciencia moderna, aquel vende agüitas milagrosas con etiquetas que prometen lo que no pueden cumplir. Boiron et al es, dicho sea de paso, el famoso consorcio homeopático relacionado con el escándalo del inmunólogo francés Jacques Benveniste, ampliamente recogido en la revista Nature, cuando el científico galo envió su trabajo relacionado con la homeopatía [1, 2].
 
¿Y cómo es posible que esto ocurra en sociedades desarrolladas y reguladas? Por ejemplo, en Estados Unidos, esto puede explicarse dado que la agencia gubernamental que regula estas cosas, la FDA, solo exige licencias y demostraciones a los medicamentos que presentan un principio activo, esto es, a los medicamentos "occidentales". Un preparado homeopático solo tiene agua –a veces, también un poco de alcohol–, por lo tanto, no requiere licencia de la FDA y se puede vender libremente. Si los homeópatas sostienen que en esa agua hay propiedades milagrosas y convencen así a sus clientes, eso no le importa a la FDA, que con ello se lava las manos. Los científicos serios, empezando por la Asociación Médica Americana, han estado bien claros por su parte de que todo no es más que una vil estafa [3, 4, 5]. En otro país, Gran Bretaña, las instituciones gubernamentales se han asesorado también sobre el asunto pero la respuesta ha sido más drástica, y han llovido truenos contra la homeopatía [6]. En otros países desarrollados no sé bien cómo está establecido el asunto, sería positivo que otras personas informadas lo expusieran.
 
Para continuar con lo del academicismo: hay pocas cosas más absurdamente dogmáticas y cerradas que los llamados "principios" de la Homeopatía. Un alemán de los siglos XVIII y XIX, Samuel Hanehman, se sacó dos afirmaciones de abajo de la manga: que lo semejante cura lo semejante y que mientras más diluído, más fuerza tiene. En esas dos frases se basa todo el tinglado homeopático, en ese par de ideas poco convincentes pero que son proclamadas a grito pelado, sin el más mínimo sentido crítico, lógico, racional, por parte de sus propulsores. Eso es así porque así es; así lo dijo Hanehman, por lo tanto es cierto.
 
Desde el punto de vista científico, la primera afirmación no se apoya en nada más que la palabra del señor Hanehman, y la segunda viola todos los principios del conocimiento existentes. En realidad, hoy no se requiere ser un graduado de Física Nuclear para estar hoy un poco más al día que Hanehman y, con una educación muy sencilla, cualquier persona en sus cabales comprende que echar agua en cantidades cada vez mayores a un preparado de una sustancia cualquiera, disuelta allí, solo puede conducir a la desaparición de hasta la última traza de la sustancia –punto en el cual los homeópatas recomiendan seguir echando agua porque entonces es que el efecto, según ellos, está empezando a ponerse bueno de verdad.
 
Nótese que no hemos querido decir que, por ejemplo, el cocimiento de mastuerzo no funcione. Lo que definitivamente no funcionará, es un cocimiento hecho con dos hojitas de mastuerzo y un billón de billones de galones de agua. A menos que usted esté muriendo de sed.
 
Ah, que se puede encontrar personas que se han curado o han visto curarse seres queridos luego de consumir un "medicamento" homeopático, es cierto. Esto no demuestra, sin embargo, que lo que lo haya curado sea el preparado de marras. La persona puede haber tomado, además, el tratamiento "occidental". O puede ser alguien de constitución fuerte, la enfermedad no era muy grave, y se mejoró por sí mismo. En todo caso, es posible que tras consumir el "remedio" homeopático, la persona se haya sentido mejor psicológicamente, simplemente por la confianza en lo tomado, y este sentimiento subjetivo, denominado efecto placebo, es conocido por ayudar al organismo a curarse.
 
Ahora bien, una medicina comprobada por la ciencia moderna, se diferencia de otras en que se ha demostrado, en estudios clínicos de elevado rigor, que presenta una acción objetiva, capaz de actuar sobre el paciente aún cuando éste no esté tan confiado o ni siquiera sepa que se le suministró –aunque si se presenta el efecto placebo y ayuda, bienvenido sea. Estos estudios descartan a los preparados homeopáticos como posibilidades realistas de curar ningún problema de salud concreto, como lo revelan numerosas publicaciones de las revistas científicas más establecidas y de mayor prestigio [7, 8, 9, 10, 11].
 
Un último paréntesis es necesario para recordar que muchas personas requerimos de auxilios espirituales en los duros bregares de la vida, especialmente en casos de enfermedad. Nuestra diatriba antihomeopática no pretende atacar las ceremonias mágicas o religiosas de cualquier tipo, que cualquier ser humano perciba como adecuadas para sí, que respetamos profundamente y que no interfieren ni estorban la acción de la medicina que se aplica entretanto. El problema con la homeopatía es que pretende ser una disciplina científica, emplea un vocabulario que puede confundir a un incauto por su énfasis en este sentido y lo puede conducir a "dejar camino por vereda" al dar de lado al remedio de verdad probado científicamente, a cambio de un pomito de agua etiquetada.
 
Teniendo en cuenta que la fundamentación teórica de la homeopatía es lo peor que hay, y que los resultados prácticos son tan pobres, la mayoría de los que conocen del asunto guardan (guardamos) una pobre opinión sobre la ética de los que, desde la aventajada posición que les puede dar un conocimiento científico medio y cierta disponibilidad de recursos industriales, manipulan al público y lo inducen a consumir falsos medicamentos [12]. Esta actitud puede provocar consecuencias fatales para la salud y la vida del que descarte la atención médica científicamente validada para irse con estos aprendices de brujo, situación inaceptable para cualquier persona con un mínimo de decencia y enterada del asunto. Esto es válido tanto para los consorcios capitalistas extranjeros, como para nuestros aventureros locales de Labiofam y el Instituto Finlay.
 
Las fuentes propuestas en este material pueden encontrarse con bastante libertad a través de Internet, en bibliotecas públicas de ciencias o, en el caso cubano, también a través de la red de Infomed. Espero que fundamenten un poco más mis palabras a los ojos de quienes todavía no se sientan convencidos.
 

[1] E. Davenas et al, Human Basophil degranulation triggered by very dilute antiserum against IgE.
Nature, Volumen 333, número 6178, pag. 816, Nueva York, 30 Junio 1988, ISSN: 0028-0836    EISSN: 1476-4687
[2] Maddox, J., Randi, J., and Stewart, W., "High dilusion" experiments a delusion. Nature, Volumen 334, número 6180, pág. 287, Nueva York, 28 julio 1988, ISSN: 0028-0836    EISSN: 1476-4687
[3] "Supported by science?: What Canadian naturopaths advertise to the public". Allergy, Asthma and Clinical immunology. http://www.aacijournal.com/content/7/1/14.
[4] Paul S. Boyer. The Oxford Companion to United States History. ISBN 9780195082098.
[5] James Randi (1995). An encyclopedia of claims, frauds, and hoaxes of the occult and supernatural. St. Martin's Press. ISBN 9780312109745
[6] Evidence Check 2: Homeopathy, Fourth Report of Session 2009–10, House of Commons Science and Technology Committee, 20 October 2009, parliament.uk
[7] Jonas WB, Kaptchuk TJ, Linde K, A critical overview of homeopathy.
Annals of Internal Medicine Volumen 138, Número 5, Página 393. Washington, 4 Marzo 2003 Print ISSN: 0003-4819 Online ISSN: 1539-3704
[8] Linde K, Clausius N, Ramirez G, Melchart D, Eitel F, Hedges LV, Jonas WB. Are the clinical effects of homeopathy placebo effects? A meta-analysis of placebo-controlled trials. The Lancet. Volumen 350, Número  9081, página 834. Londres, 20 septiembre 1997. ISSN 0140-6736
[9] Cucherat M, Haugh MC, Gooch M, Boissel JP., Evidence of clinical efficacy of homeopathy. A meta-analysis of clinical trials. HMRAG. Homeopathic Medicines Research Advisory Group. European Journal of Clinical Pharmacology. Volumen 56, Número 1, página 27, Berlin, Abril 2000. ISSN 0031-6970
[10] Shang et al, "Are the clinical effects of homoeopathy placebo effects? Comparative study of placebo-controlled trials of homoeopathy and allopathy", The Lancet, Volumen 366,  Número 9487, página 726. Londres, ISSN 0140-6736, 27 agosto 2005
[11] Ernst, E. (2002), "A systematic review of systematic reviews of homeopathy", British Journal of Clinical Pharmacology 54 (6): 577–82
[12] Homeopathy is where the harm is: five unethical effects of funding unscientific 'remedies'. Editorial. J Medical Ethics 2010;36, 3:130-131.

23 de marzo de 2013

Farmacéuticas cubanas apuestan por el agua milagrosa

Etiquetas: Denuncia, Investigación, activismo, alternativo, censura, ciencia, ciudadanía, consumo, control ciudadano, crítica, Cuba, debate, democracia, derechos humanos, educación, Estado, intelectuales, libertad de expresión, Observatorio Crítico, polémica, salud, socialismo
 
El agua embotellada suele verse, según la conciencia y nivel adquisitivo del observador, como una necesidad, un lujo, o un negocio agresivo al medio ambiente e innecesario la mayoría de las veces. En última instancia, es un negocio estándar para las compañías que pueblan los anaqueles de los supermercados y hasta para los pequeños estafadores que rellenan los envases vacíos con agua del grifo -con frecuencia igual de buena.
 
Las empresas europeas Vichy y Evian, por ejemplo, sacan ganancias millonarias con esta actividad, que multiplica cientos de veces el precio de un litro del sencillo líquido. No obstante, acá en Cuba tenemos compañías que dejan chiquitas a estos consorcios. No se trata de Ciego Montero, ni de Los Portales. El centro Labiofam, ubicado en las afueras de La Habana, multiplica el precio del litro de agua por mucho más. Los pingues ingresos tienen la ventaja adicional de no tropezar con tantas suspicacias ecológicas, pues la etiqueta del frasco vendido opera una estafa de gran efectividad. Labiofam comercializa una cantidad cada vez mayor de los mal llamados medicamentos homeopáticos, de amplia aceptación entre el público con problemas de salud y falta de cultura científica.
 
Cualquiera puede averiguar cómo se preparan estos "medicamentos". Las mismísimas personas que recomiendan la homeopatía se lo pueden explicar. Se toma una sustancia X y se diluye en agua hasta el punto que no queda una simple molécula del compuesto original en trillones y trillones de litros. La descripción sencilla de la elaboración de la "medicina" homeopática revela que, con ella, lo más que se puede resolver son los casos de deshidratación. Por esta razón, la explicación del proceso nunca es simple ni diáfana, sino que viene sazonada por una gran dosis de rutilante palabrería y términos de alguna manera relacionados con las corrientes filosóficas en boga. Por ejemplo, a finales del siglo XVIII-principios del XIX, Samuel Hanehman, "descubridor" de la Homeopatía, mencionaba "propiedades divinos", mensajes de Dios, entre otros argumentos que convencían a las personas. Hoy los homeópatas dan a entender que se trata de propiedades de la mecánica cuántica u otras de la física y la química que le otorgan al agua una "impronta" o memoria de los poderes curativos de la sustancia original. Tales propiedades no existen, según el nivel de conocimiento de la ciencia actual.
 
En última instancia, la práctica ha confirmado la sobria realidad. La homeopatía ha sido invalidada en numerosos estudios y ensayos clínicos, y esta información está bastante accesible en numerosas revistas científicas y bases de datos, como la cubana Infomed. No obstante, todo esto no ha sido obstáculo para que un grupo con gran iniciativa haya enraizado en Labiofam el lucrativo negocio de vender agua milagrosa. En Cuba ya se conoce desde hace cierto tiempo, el Vidatox 30CH, un frasquito homeopático obtenido "a partir" del veneno de alacrán, que promete mejorar la calidad de vida de los pacientes afectados por cáncer. Hay que poner "a partir", entre comillas, porque al efectuar treinta operaciones de dilución en las que el volumen inicial crece cien veces añadiendo simplemente agua, usted se quedó con sales de calcio, sodio, potasio, y hasta arsenio y uranio disueltos en agua, pero ya en su pomito no le queda nada del alacrán.  Las personas afectadas por la grave enfermedad pagan buenos dineros por un pomo con agua, un tilín de alcohol tal vez, y una etiqueta. Ante el buen resultado comercial, otros mercachifles disfrazados de científicos han salido a copiar el proceder de Labiofam, pero incrementado exponencialmente.
 
Según una última información con la que tropecé en el diario Trabajadores, el Instituto Finlay ha registrado recientemente toda una docena de etiquetas homeopáticas contra males diferentes, dígase problemas de insomnio, dolores menstruales, cefaleas, asma y demás. Hay que enfatizar lo de la etiqueta, porque el formato externo es lo único que puede distinguir a un pomo de agua de otro; a menos que tengan porcentajes distintos de alcohol añadido, ni el más avezado especialista podrá distinguir los pomitos de "medicina homeopática" contra una enfermedad, de aquellos contra otra: todos contienen simplemente agua, bien cara.
 
La impunidad con que operan estos practicantes del oscurantismo se ve facilitada por las buenas relaciones políticas de su directiva, sumado a la ausencia, en la sociedad cubana, de grupos de defensa de derechos de los consumidores.
 
Con estas y otras aguas milagrosas que vienen en camino, se ofrece curar nada más y nada menos que el cólera, el dengue y otros azotes virales que demandan los correspondientes esfuerzos por parte de las autoridades de la salud y de todo el país. El colmo vendrá a ser el "compuesto" PrevengHo que serviría, literalmente según el artículo de Trabajadores "para prevenir cualquier dolencia".
 
A veces, la magnitud del disparate debería servir de alerta para la sociedad y las instituciones que deben proteger a la población. Si este PrevengHo tuviera algún sentido, ya se podrá liquidar el sistema nacional de salud, por redundante. Qué dengue, ni qué SIDA, ni qué infartos, ni qué cáncer, ni qué nada. Unas goticas a cada cubano, un par de reverencias a los divinos salvadores del Instituto Finlay, y a despreocuparnos y a vivir felices y contentos. Y a salvar al mundo, de paso. Lástima que no sea cierto. Lástima que todo no sea más que una estafa vergonzosa, que le costará en el bolsillo y en la salud a nuestros familiares, vecinos y compatriotas. Lástima que en nuestro propio país, haya tales inescrupulosos mercachifles de la salud humana.

3 de marzo de 2013

El futuro en tiempos de lineamientos

Etiquetas: activismo, Asamblea Nacional del Poder Popular, autogestión, autoritarismo, ciudadanía, consenso, Constitución, cooperativismo, Cuba, debate, democracia, derechos ciudadanos, desigualdad, espacio público, Estado, estado de derecho, explotación, ideología, intelectuales, internet, izquierda, libertad, libertad de expresión, libro, Miguel Limia, nación, Observatorio Crítico, partido, polémica, reformas, revista Temas, revolución, Rogelio M. Díaz Moreno, socialismo, trabajo por cuenta propia
 
En los últimos meses, han ocurrido tantos acontecimientos en nuestro país, que podríamos estarle dando vueltas mucho tiempo. Tanto, que para cuando termináramos, ya estaríamos otra vez desactualizados. Interesante reto, orientarse e insistir en el derecho de participación en la nuevas épocas, marcadas por los famosos lineamientos del Partido.
 
No hace más de un año, para poner un par de ejemplos, era sencillo señalar las opresivas restricciones sobre el derecho de viajar y el daño que infligían a nuestro país, o reclamar espacios para una forma de producción socialista tan ventajosa como lo constituyen las cooperativas en todo tipo de actividades económicas. No se presentaban obstáculos de mucha cuantía en los torpes justificativos de muchos exégetas gubernamentales -los cuales, como era de esperar, experimentaron la mutación correspondiente en cuanto llegaron los decretos con los últimos cambios. El caso es que ya dichas realidades –y otras más- cobran cuerpo, para provocar estas curiosas mezclas de sentimientos, de incertidumbres y expectativas.
 
El alivio de una liberación no excluye las razones para algunos enojos. Por años oímos que las razones para las restricciones de viajes eran el bloqueo norteamericano, el robo de cerebros, la ley de ajuste cubano… Que pretender cambiar la política de aquí, sin "vencer" antes las malvadas maniobras de allá, era hacerles el juego, debilitar la sacrosanta unidad de la patria, etc., etc. Ahora resulta que no se cayó el cielo sobre nuestras cabezas sino que, por el contrario, el cambio desde aquí es el que está replanteando todas las reglas y obligando, a "los de allá", a ponerse en una posición defensiva muy novedosa. O sea, otra manifestación patente de cómo hemos sido manipulados, se nos ha mentido, sujetado hasta el último momento en cajoncitos estrechos que, finalmente, no han resistido la presión de la naturaleza y la voluntad humanas de crecer. Otra de esas contradicciones espectaculares es el asunto del famoso cable óptico para Internet, campo en el que primero nos dicen que no tenemos esta conexión por culpa del imperialismo, luego que viene un cable, luego no se menciona más el cable y se vuelve a culpar al imperialismo, años más tarde aparece de nuevo el cable, y uno simplemente confirma lo que sabe, que no puedes creer a quien pretende con tanta desfachatez mantener el monopolio de la información.
 
Las causas de incertidumbres y preocupaciones tienen con frecuencia esa manía de despejarse, solo para dar paso a otras. Se podría decir que, prestando una estrecha atención, tal vez gracias a estar en los lugares adecuados, ya se ha hecho posible comprender el rumbo, por lo menos el general, de las reformas económicas que avanza el gobierno. Y es que los planes de este avanzan, pasan a las siguientes etapas. Por momentos han parecido lentos, pero lo cierto es que no han retrocedido sino que se consolidan. Ahora, podemos saber que vamos a tener enormes espacios cedidos a la economía de mercado y a las empresas privadas pequeñas. Que la gran contracción del sector estatal, con despidos masivos incluidos, se va a coronar entre el hoy y, a más tardar, los años 2014-15. Lo que no está para nada definido, es si esta transición parcial al capitalismo traerá mejores o peores condiciones para los cubanos, o para algunos sí y otros no. La palabra transición ya no es tabú, aunque su carácter capitalista todavía es negado con afectada indignación, supongo que en pro de mantener ciertas púdicas apariencias.
 
Las pistas más recientes sobre esto se me pegaron durante la Feria del Libro de este año, ahora en su etapa nacional. Entre las actividades habaneras, coincidí con un par de paneles con participación de los entendidos, o sea, especialistas conductores o consultores del gobierno para este proceso, que hablaron sin demasiados tapujos de estos temas. Justamente Temas, la revista, ofreció un conversatorio bajo el título de Transición, y también estuve en la presentación del sitio web del Centro de Estudios de la Economía Cubana. Se pueden imaginar de qué hablamos con aquellos cabezones. Por supuesto, que la transparencia en los detalles todavía deja mucho que desear. Un detalle -escandaloso- revelador, que nos comentó alguno de estos académicos, es que el gobierno acapara tanto la información, que no permite que unas comisiones estén al tanto de lo que producen las otras en este proceso, actitud ridícula e ineficiente, que por otro lado permite sospechar todo lo sospechable sobre las intenciones de quien así pretende vendar los ojos de las personas.
 
Otro chisme de ese panel de Temas: una periodista de Bohemia se quejó de que, a nivel inmediato, no los dejan ejercer las orientaciones del presidente Raúl de hacer un periodismo serio, objetivo, crítico. No me extraña, hay muchos poderes que saldrían perdiendo; lo que sí es de lamentar que el coraje de un Esteban Morales sea cosa tan poco frecuente.
 
Regresando. Que las reformas van a ser "solo" económicas, es propósito confeso; por más que sepamos que economía y política son hermanitas inseparables, nos las han querido vender así. Lo que sí es evidente que no cambiará por ahora, al menos según los deseos del gobierno, será la vocación de este de controlar todo lo posible. Falta ver si los mecanismos de que dispone hasta hoy, serán suficientes dentro de poco en los nuevos panoramas.
 
Recuerdo intencionalmente bien las palabras usada por Miguel Limia, en uno de esos encuentros de la Feria del Libro a que me referí, sobre evolución de la sociedad cubana. Dijo este especialista del oficialismo que la participación popular se debía perfeccionar y profundizar, sí, pero de manera diferenciada. Por el contexto de su intervención, estaba más que claro a lo que se refería, vamos a seguir siendo una sociedad de iguales pero, en términos políticos, algunos han de seguir siendo más iguales que otros. Por si fuera poco, esta última semana, el diario Granma fue brutalmente sincero en su resumen del último pleno del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, cuando recogió que el hecho de que se diga que el PCC no participa en las elecciones postulando candidatos, no quiere decir que se desentienda de las mismas, pues supervisa y aprueba las propuestas para la Asamblea Nacional del Poder Popular, o sea, el órgano de Poder supremo, con Presidente del país incluido.
 
Con lo que llegamos al punto de la nueva legislatura con el flamante vicepresidente. Que Raúl se hará a un lado dentro de 5 años, era más o menos previsible, dada su palabra empeñada ya hace tiempo, y el hecho de que tendrá más de 85 años para la próxima vuelta, pero muy pocos podrían haber adivinado el ascenso de Díaz Canel a la posición desde donde se supone, asumirá entonces la máxima magistratura. Sin tener nada en su contra, a uno le quedan las razonables dudas acerca de cómo pensará este compañero dado que, a diferencia de los anteriormente defenestrados Carlos Lage o Felipe Pérez Roque, el fallecido Carlos Rafael Rodríguez, o el mismo Raúl que está ahora, Díaz Canel no se ha destacado mucho en este período posterior a 1959 por participar con discursos o artículos o de cualquier otra forma, en la arena pública, defendiendo unas u otras maneras de construir el socialismo. Ahora es poco probable, dadas las características de las elecciones cubanas, que para el ejercicio electivo, esta persona nos explique sus propuestas e ideas propias. Lo creamos el óptimo o no, si nada cambia de aquí al 2018, tendremos entonces al frente de toda la sociedad cubana a esta figura seleccionada por el Partido luego de haber subido por sus rangos, obviamente como un buen ejecutor de las tareas asignadas.
 
Aquí nos unimos con otras cosas que concuerdan. Son estos años los que tienen que presenciar el establecimiento del "nuevo modelo económico cubano", porque es el último período que tendrá al frente la generación de los "históricos". Simplemente, el almanaque ya ha establecido el "tiempo de descuento" y, para que no le queden dudas a nadie de que Raúl se dio cuenta, este avisa que se baja del autobús y no solo, sino con el par de compañeros más que dejan respectivas vicepresidencias en manos más jóvenes. Jóvenes de los que van a escasear cada vez más a medida que la población envejece, emigra y se reproduce con muchas dificultades.
 
Y no me puedo acomodar con el descuido ante la cuestión constitucional. No me satisface el argumento de que es mejor no cambiarla pronto, sino esperar bastante para no tener que volverla a cambiar ante realidades transformadas. Pienso que principios filosóficos, políticos y democráticos, pueden y deben establecerse a tono con los tiempos modernos que vivimos; la constitución no necesita, por otro lado, legislar hasta el detalle más temporal, como no lo hace la actual, cuando se puede dejar espacios abiertos a cubrir por la legislatura subsiguiente que deberá cumplir, eso sí, determinadas pautas democráticamente consensuadas.
 
Esta descarguita me ha quedado un poco más divagatoria que otras anteriores. Pues sí, es que hay mucho novedoso a lo que acomodarse. Algunos de los fines que ha defendido el Observatorio Crítico se han concretado, para felicidad nuestra. Ahora bien, existen otros entre los que quedan, que son posiblemente los más complejos, ligados con el tema del ejercicio "duro" del poder en nuestra sociedad, y nuestra postura al respecto. Otros elementos inéditos han aparecido en el panorama, que nos despiertan serias inquietudes. Ojalá todos los compañeros que hemos tenido el privilegio de participar en estos empeños, comprendamos que ahora, tanto o más que antes, es importante y delicado nuestro esfuerzo. Una de las aristas más relevantes en nuestro empeño, ha sido la incorporación del respeto a la pluralidad, como ingrediente estratégico que deseamos pertenezca a ese futuro inseguro, siempre sorprendente, que nos espera. Al mismo tiempo, le rogaría a todos que mediten sobre el gran valor que tiene la participación, verdadera y democrática participación, sin "diferenciaciones" ultrajantes a la dignidad humana; que la opinión de todos es más que bienvenida, necesaria, y que está en las manos de cada uno hacer esta contribución única, con su presencia, sin la cual las cosas no podrán ser nunca iguales.