ESPERANDO EL 24 DE FEBRERO: Cuba entró en era post-Fidel con gobierno colectivo y urgida de cambios

LA HABANA (AFP) — Cuba entró en calma este miércoles en una lenta etapa de transición sin Fidel Castro al mando, armando un gobierno "colegiado" y urgida de cambios económicos prometidos por Raúl Castro, el más probable sucesor del histórico líder comunista, que será electo el domingo.
La isla está en calma y digiere poco a poco el impactante mensaje escrito en el que Castro anunció el martes su renuncia a la presidencia y al cargo de 'Comandante en Jefe', luego de 49 años en el poder y 19 meses de convalecer de una severa enfermedad.
Ahora todo apunta al domingo, cuando el Parlamento ratificará casi de seguro a Raúl como jefe de Estado y de Gobierno, función que desempeña interinamente desde el 31 de julio de 2006, cuatro días después de que su hermano se sometiera a la primera de varias cirugías.
"No aspiraré ni aceptaré el cargo de Presidente del Consejo de Estado y Comandante en Jefe", el líder de 81 años, quien conserva el estratégico puesto de primer secretario del Partido Comunista (PCC), único y en el poder.
Al delinear un gobierno colegiado para sustituir el unipersonal, con dirigentes de la vieja guardia, de una generación un poco más joven y de la intermedia -como el vicepresidente Carlos Lage, de 56 años-, Castro dijo que existen la "autoridad y la experiencia para garantizar el reemplazo".
Su decisión surge en un momento crucial en que los cubanos reclaman solución a los problemas, y la dirigencia comunista busca renovarse, corregir errores políticos y económicos, acabar con la atrofia burocrática y aumentar la eficiencia productiva.
"Debemos comprometernos con él en que seremos capaces todos unidos, ahora y siempre, de mantener en alto la dignidad de esta patria", manifestó el jefe del Parlamento, Ricardo Alarcón.
El diario Granma, del PCC, llamó a cerrar filas por "la unidad y el consenso" en torno al partido para "lograr la invulnerabilidad" de la revolución. "Debemos apoyar su decisión (de Fidel) y asumir el reto con firmeza", añadió.
Castro, último líder histórico del comunismo y el único que conocen siete de cada diez cubanos, decidió retirarse de la actividad política por no tener "las condiciones físicas" para "una responsabilidad que requiere movilidad y entrega total", abriendo grandes interrogantes sobre el futuro de Cuba.
"¿Y ahora qué?. Vamos a lo que sigue, ahí sí tápate con la colcha (prepárate). Ojalá lo que venga sea para enderezar la situación", dijo a la AFP Annia, estudiante de idiomas de 30 años.
Conforme llega el domingo, en la calle crecen los rumores de las medidas por venir, desatados por el mismo Raúl cuando en julio anunció "cambios" y en diciembre fustigó el "exceso de prohibiciones y limitaciones".
En debates convocados por Raúl, los cubanos criticaron la brecha entre salarios en pesos cubanos (15 dólares al mes) y los altos precios en divisas, las restricciones a viajar y hospedarse en hoteles, y al comercio de autos y viviendas.
La cautela es mayor en política y derechos humanos. "No espero ningún impacto positivo de la situación" en cuanto a libertades, aseveró el disidente Elizardo Sánchez, que reclamó la liberación de todos los presos políticos, unos 240.
En este clima llega este miércoles el número dos del Vaticano, cardenal Tarcisio Bertone, para conmemorar 10 años del histórico viaje del Papa Juan Pablo II y tener con Raúl un diálogo abierto, incluso de temas "en que no pueda haber coincidencias", adelantó el canciller Felipe Pérez Roque.
En vísperas de la visita y poco después de un diálogo de derechos humanos en Madrid, Cuba liberó a cuatro presos políticos, que se exiliaron en España, y confirmó la intención de firmar en marzo dos pactos internacionales de libertades políticas, económicas y civiles.
Para Washington y otros gobiernos la decisión de Fidel deberá llevar a una "transición democrática", pero aliados de Cuba, como el presidente Hugo Chávez, vislumbraron la continuidad de la revolución.
El secretario de la OEA, José Miguel Insulza, dudó este miércoles en México que se produzcan cambios en corto plazo que permitan el retorno de Cuba a ese foro, del cual fue expulsada en 1962.
Analistas, diplomáticos y los mismos cubanos no descartan que Fidel, desde su retiro médico y mediante los artículos de prensa que escribe desde hace un año, ejerza poder de veto o aprobación de las decisiones del nuevo Gobierno.
Para muchos, las respuestas a las demandas sociales no pueden esperar más.