Al principio se trató de preguntas, de preguntas persistentes dentro de la cabeza de un niño poco discreto. El niño se volvió hombre y las preguntas, de puntuales e inocentes, se transformaron en interrogantes abarcadoras e incisivas. Una espiral de interrogantes latentes en el alma de un famoso escritor, honrado con el mayor reconocimiento de la literatura cubana. Las preguntas de Reynaldo González obtuvieron respuestas articuladas en reflexiones diversas y ahora se reúnen en un volumen llamado Espiral de interrogantes, que CubaLiteraria y ediciones Boloña presentan a los lectores en esta XIII Feria Internacional del Libro.
No se debe tachar a estos dos sellos –que comparten el entorno poético de La Habana Vieja– de redundantes, sus libros son dos y son el mismo: el de CubaLiteraria está disponible en formato digital, apenas abarca el volumen de un disquette de tres pulgadas, accesible desde cualquier computadora personal; el segundo fue preparado por Ediciones Boloña, en una hermosa edición de papel. Ambos volúmenes se basan la serie de artículos que Reynaldo ha publicado de manera dispersa en Juventud Rebelde, La Gaceta de Cuba, Revolución y Cultura, CubaLiteraria y otros medios de prensa mientras indagaba sobre la plástica, la literatura, la historia y sus otras obsesiones personales.
Espiral de interrogantes, el libro digital de CubaLiteraria, se presentó esta tarde en la sala “Carlos J. Finlay” de La Cabaña como parte de la serie de libros, discos y sitios web que presentará este portal durante toda la Feria. El encuentro contó con la presencia de César López, Pablo Armando Fernández, Alberto Garrandés, Rufo Caballero, otros escritores, editores y seguidores de la obra de Reynaldo. Esta es la primera incursión del flamante Premio Nacional de Literatura en los predios de lo virtual, y el autor confesó hallarse en una situación un tanto extraña. De “libro en cápsula” calificó a su creación, pero estaba satisfecho de poder acercarse a los lectores de todo el mundo a través de este nuevo medio de comunicación.
Eugenio Marrón, profundo conocedor de la obra del autor de Siempre la muerte, su paso breve y Contradanzas y latigazos, hizo una panorámica de la creación de Reynaldo. Destacó –con razón– su versátil talento, de modo que a lo largo de su carrera abordó con igual suerte la novela, el periodismo, el ensayo, y, finalmente, la poesía, con esa revelación editorial que fuera Envidia de Adriano.
Ahora Reynaldo reúne, en cuatrocientas noventa y dos páginas electrónicas, sus meditaciones alrededor de varios de sus temas recurrentes: “El tiempo también pinta” –la historia del arte–; “Relecturas, avenencias y desavenencias” –ensayos sobre autores de diversa época y estética– “Lezama revisitado” –no podía faltar su homenaje al maestro–; “El vecino incómodo” –las relaciones de nuestra cultura con la norteamericana a través de diversos autores– y “México aunque me espine la mano” –huelgan los comentarios.
El próximo viernes los lectores de Reynaldo tendrán una nueva oportunidad: coinciden en una sala la presentación de las versiones digital e impresa de sus interrogantes… Espero que nadie encuentre en ninguna de las dos Espirales todas las respuestas. La pasión por preguntar debe seguir viva.
Publicado por primera vez en el sitio de la Feria Internacional del Libro de Cuba (XIII edición, 11 de febrero de 2004 (http://www.cubaliteraria.cu/evento/filh/2004/).
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