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29 de diciembre de 2006

Rogelio: Ciencia, cultura y universidades enarbolan enseñas en La Cabaña

Cada día de transcurso de la presente Feria Internacional del Libro de La Habana ve transcurrir una sesión de un acreditado evento, titulado La Cultura en defensa de la Humanidad. Los intelectuales y la integración de América Latina. Este lunes, bajo el lema El pensamiento socialista y la filosofía de la ciencia, se reunió un docto panel conducido por el ensayista cubano Julio César Guanche, que agrupó a los doctores Jorge Núñez, director de postgrado de la Universidad de La Habana; Fidel Castro Díaz-Balart, Asesor científico del Consejo de Estado; Hugo Pérez Rojas, Vicedirector del Instituto de Cibernética, Matemática y Física, ICIMAF; y José Luis García, Rector de la Universidad Central de las Villas y Viceministro del Ministerio de Educación Superior. El panel sesionó en la sala Fernando Ortiz, poblada de un nutrido público, mayormente ducho en las temáticas científicas y técnicas y que esperaba con ansiedad esta reunión.

El Dr. Castro Díaz-Balart abrió las exposiciones con la ponencia Conocimiento, Ciencia e innovación: Desafíos e incertidumbres. En la misma, pasó revista a un importante trabajo que realizó en estos últimos años en un esfuerzo dirigido y coordinado por el Centro del Sur.

El Centro del Sur es una organización intergubernamental permanente de países en desarrollo. Promueve la solidaridad y la cooperación Sur-Sur, y mantiene contactos de trabajo regulares con el Movimiento de Países No Alineados y el Grupo de los 77. Mediante reuniones de grupos de trabajo y consultas amplias con peritos de diferentes países del Tercer Mundo, se estudian problemas comunes, se comparten experiencias y conocimientos y se elaboran estudios y documentos de posición. Uno de estos documentos lo constituyó Sociedades de la Información: Hacia una perspectiva del Sur, y su recopilación, a cargo de destacados profesores de Europa, América y Asia, estuvo dirigida por el doctor Castro Díaz-Balart.

En Conocimiento, Ciencia… el autor expuso un apretado resumen de los segmentos que aportó al estudio del Centro del Sur. En ellos abordó los temas de sostenibilidad y retos de la globalización, y la economía del conocimiento, muy ligada a los conceptos de propiedad intelectual y migración o robo de cerebros. A partir del contexto geopolítico y económico de desarrollo del conocimiento, de la brecha informática y científica, con las gigantescas desigualdades entre el Primer y el Tercer Mundo en estas esferas, desbrozó los retos en los campos energéticos, climáticos, demográficos y medioambientales que enfrenta el mundo actual. Sobre los temas del intelecto, destacó el rápido ritmo de transformación en este sector, la dinámica de competencia e innovación y de altos estándares de excelencia que lo caracterizan, y cómo es necesario cerrar las brechas entre naciones desarrolladas y atrasadas en materia de formación de recursos científicos, inversión en Investigación y Desarrollo (I + D), optimización de los complejos Universidades – Centros de Investigación – Centros de Producción y el acceso a Internet. Destacó cómo se produce una mayor concentración de las industrias en las naciones punteras a medida que dichas industrias tienen los niveles tecnológicos más modernos y sofisticados, particularmente en los casos de las industrias biotecnológicas y las de informática y telecomunicaciones (TICs).

Castro Díaz-Balart concluye que es preciso centrar la ciencia y la tecnología hacia el desarrollo sostenible, teniendo en cuenta que la ciencia se beneficia de la diversidad de enfoques a los problemas; tener en cuenta que la habilidad de usar un conocimiento se enraíza con la capacidad de generar más conocimiento, así como potenciar la cooperación Sur-Sur y la Norte-Sur, pero más como un acercamiento común a problemas que a todos afectan que como una relación pasiva de entrega-recepción de ayuda.

¿Qué ciencia y qué tecnología para qué sociedad? se preguntó Jorge Núñez en el título de su presentación. Ya es sabido que el complejo de relaciones económicas, políticas y militares está dirigido a mantener el actual contexto de dominación de unas naciones sobre la mayoría de la humanidad, pero ¿el sistema de generación de ciencias y tecnologías, a qué prioridades responde?

El autor ilustró cómo, hasta los años 30 del pasado siglo, la ciencia y la tecnología, hasta cierto punto, seguían los paradigmas de búsqueda de la verdad, dominar la naturaleza y ponerla al servicio del hombre y poner este potencial al alcance de todos. A partir de la Segunda Guerra Mundial este estado de cosas perdió toda perspectiva, a partir de la sistemática concentración de las actividades de investigaciones y generación de tecnología en manos de poderosas corporaciones trasnacionales, que definieron en la actualidad la tendencia a la apropiación privada del conocimiento con fines mercantiles, a través del refuerzo de los mecanismos de propiedad intelectual, que se han extendido incluso a organismos vivos manipulados genéticamente y a genes humanos. A manera de conclusión, plantea como necesidad imperiosa la democratización del conocimiento, la ciencia y la tecnología.

La intervención de Hugo Pérez Rojas se concentró en el papel de las Ciencias Básicas para las sociedades del conocimiento. Como ejemplo característico citó la influencia del físico Erwin Schrodinger sobre los descubridores de la molécula de ADN, Watson y Creek. La formación de especialistas en ciencias que puedan aplicarse directamente al desarrollo de las sociedades, explicó, requiere de sesudos especialistas, versados en aquellas arenas más teóricas de la Física, las Matemáticas, etc. Además, en el estudio de estos elevados campos, se generan métodos que luego resultan aplicables a terrenos más pedestres.

Pero lograr un desarrollo de este tipo -acotó- requiere eliminar tanto el analfabetismo tradicional, como aquel otro sufrido por muchos respecto a las nociones científico-técnicas modernas. Finalmente destacó la importancia de reconocer, interpretar e incorporar los sistemas de conocimientos tradicionales, de culturas autóctonas que, en campos como la farmacología, tienen un potencial nada desdeñable y que está empezando a ser explotado por las trasnacionales.

El cuarto ponente fue José Luis García, y se sentía más cómodo exponiendo de pie su material sobre Tendencias Universitarias. Se refirió en referidas ocasiones a importantes conferencias de la UNESCO, en las que se han presentado argumentos respecto a la calidad y la pertinencia de la educación superior. Hurgó en la engañosa postura del Banco Mundial, que pasara de una postura de no recomendar las inversiones en formación universitaria para países del Tercer Mundo por resultar supuestamente poco rentables, a una postura de recomendar estos altos estudios como un bien público global.

A continuación, García relacionó las características y tendencias de los sistemas universitarios modernos, la importancia de la formación de postgrado, la interacción entre las universidades y los centros de investigación y producción. El modelo anhelado, afirmó, debe ser el de una Universidad humanista, científica y tecnológica, productiva y comprometida con una sociedad que no margine al hombre. Para ello delineó las estrategias a seguir, donde destacan el compromiso, la actividad en el marco de un sistema nacional de innovación, la definición de los campos y prioridades relevantes y la colaboración entre los diferentes sectores y países. De las palabras de García se desprendía en toda instancia, la profunda pertinencia de dedicar todos los esfuerzos necesarios para el feliz desarrollo académico en nuestras sociedades.

En el subsiguiente diálogo con el público, los miembros del panel dieron su opinión, a petición del público, respecto al tema de la formación escolar preuniversitaria, coincidiendo en la importancia de una sólida educación básica, primaria y secundaria. También se refirieron en apretado resumen a políticas de las distintas autoridades de nuestro país involucradas en este tema para perfeccionar la enseñanza y sentar las bases para captar a muchos y brillantes jóvenes para la ciencia.

Publicado por primera vez en el sitio de la Feria Internacional del Libro de Cuba (XIV edición, 6 de febrero de 2005, en http://www.cubaliteraria.cu/evento/filh/2005/)

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