Tags: Cuba, internet, periodismo, Cubadebate, debate político
Una nota de Cubadebate, reproducida en Juventud Rebelde, se dedica a hablar mal de una iniciativa que, en realidad, no le queda muy claro al lector de qué se trata, a menos que se asuma como una oportunidad más para los redactores de demostrar algún tipo de fervor nacionalista antiimperialista. Sin embargo, la nota en sí contiene tantos sinsentidos y disparates que más bien parece obra de un agente del "enemigo", que ridiculiza los argumentos de la retórica oficialista pública de este lado mediante el mecanismo de llevarlas a sus más ridículos extremos, cuando no con la introducción de burdas distorsiones y falsedades.
Hasta ahora, a mí no me había llegado la más mínima noticia del llamado "Festival Click" pues, al parecer, es de esos movimientos que se expanden sobre todo por la red a la que, según la Oficina Nacional de Estadísticas de Cuba, solo acceden una cantidad ínfima de nuestros compatriotas. Así que no me voy a detener en un punto cuya referencia me llega solo a través del sujeto que pretende demeritarlo. Las mayores barbaridades del artículo de mis molestias no radican allí.
Las grandes metidas de pata, y las muestras del más deficiente periodismo que se pueda imaginar vergüenza para los profesionales del ramo formados por acá, que a veces demuestran que su formación da para algo verdaderamente más meritorio empiezan tal vez en el segundo párrafo, cuando afirman llanamente, sin matices, que Microsoft implementa disciplinadamente el bloqueo yanqui. El bloqueo yanqui es horroroso, estamos de acuerdo, pero me extrañaría sobremanera que la escritura, revisión, composición y todo lo relacionado con la publicación de esta malhadada nota se haya llevado a cabo fundamentalmente en otros sistemas que no sean Windows pirateado, naturalmente. También se habla mal en ese párrafo del banco español BBVA, el que sin embargo opera rutinariamente en La Habana desde hace bastante tiempo. Será que los autores creen que se puede sacar una chaqueta política sin afectar los negocios que se hacen en la trastienda.
Que los enemigos del gobierno cubano utilicen la promoción de las redes digitales como un arma (no tan) indirecta contra este, es soltado inmediatamente después con suma ligereza, sin atender al lógico cuestionamiento de por qué ese mismo gobierno no hace la misma promoción, pero entre todo el público, para contrarrestar esa política. Según los redactores, parece que todo el que piense que en Cuba debe haber más acceso a Internet y ose expresarlo abiertamente, en lugar de esperar con cristiana mansedumbre las sacrosantas indicaciones de las altas autoridades, participa de una villanía congénita, saco en el que meten por igual a Yoanis Sánchez, una casa de la que apenas se da otra seña que la de sitio de reunión de disidentes y al colectivo digital Havana Times. Que conste que conozco varios miembros de este colectivo, personas comunes y trabajadoras de este país, que tienen con Estados Unidos la misma relación que se puede tener con amigos, familiares, grupos existentes allá de solidaridad con nuestro pueblo, movimientos sindicales, feministas, anticapitalistas, de indignados y otros que extienden su solidaridad como lo hicieran Henry Reeve, Lucius Walker, entre otros, bien alejados y más bien opuestos a aviesos intereses emparentados con la CIA y sus similares.
A continuación, en la nota de marras, se hace un paralelo con la situación en Siria, Libia, etc, como para ilustrar que el imperialismo le facilitará la Internet en Cuba solo a los que le sirvan. Literalmente, "El gobierno norteamericano no se ha desviado, ni se desviará un milímetro de su política, clara e implacable frente a la Internet cubana: el acceso a la red y los instrumentos los tendrán los obedientes", nótese que se refiere a los obedientes de los malvados imperialistas que nos bloquean en toda una serie de posibilidades que se enumeran a continuación ("el crecimiento cultural y la eficiencia de la economía, la investigación científica, la participación en las decisiones de gobierno y la expresión política"). Si hay un párrafo especialmente idiota en el todo el artículo, es este.
¿Si los norteamericanos le dan acceso a la red a sus mercenarios para perjudicar a los buenos cubanos, por qué rayos el gobierno cubano no le da acceso a la red a una toda la cantidad de cubanos mucho mayor, millones y millones que debemos estar anhelantes esperando esta oportunidad de salir a defender al gobierno que se ufana de contar con nuestro decidido apoyo? ¿Resulta verosímil siquiera intentar bloquear el crecimiento cultural de un pueblo que llevó a cabo una ejemplar Campaña de alfabetización en plena lucha contra bandas terroristas y luego llevó escolaridad, arte y desarrollo humano hasta el último rincón del caimán? Si a este pueblo le da la soberana gana de liberar su sufrida economía del agobiante burocratismo y centralización estatales para volverla más eficiente, ecológica y socialista, si le da asimismo la soberanísima y americana gana de realizar sus deliberaciones políticas en colectivo, pública y democráticamente, ¿puede algún bloqueo impedírselo? Si ahora ya hay un cable óptico maravilloso desde nuestra aliada, hermana, Venezuela, ya la razón del escaso ancho de banda satelital para abrirnos más al mundo fue vencida; en última instancia, no hay que salir a ninguna parte para arreglar nuestros problemas internos.
En fin, que nada tiene que ver este artículo con las realidades de los que seguimos afanados por acá; los que soñamos con el día en que nuestra opinión sobre "lo que debe ser cambiado" implique una verdadera diferencia sobre lo que se decide cambiar.
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