LA HABANA (AFP) 6 de Octubre de 2007 — Ernesto Che Guevara, apasionado de la fotografía, perseguido por las cámaras y a cuyo retrato muchos rinden culto, no gustaba de ser fotografiado, recordó el viernes un profesional que le tomó varias instantáneas históricas.
"Eso creo que le pasa más o menos a todos los fotógrafos, que no nos gusta tener a alguien con una cámara delante, tomándonos fotos, cazándonos y eso", dijo Liborio Noval a la televisión local, en la apertura de una exposición de 25 instantáneas sobre el Che, suyas, y de Roberto y Osvaldo Salas.
El Che "tranquilamente decía: no me tiren muchas fotos. Tu le tirabas tres o cuatro y cuando notaba que tú estabas un poquito más de tiempo delante de él, te miraba con una miradita especial que él tenía y tú sabías que tenías que irte, porque te iban a llamar la atención", recuerda Noval, de 73 años.
"Era muy carismático, era fotogénico", dijo el profesional, al explicar la cantidad de fotos que tomaron al Che él y sus colegas cubanos, entre ellos el fallecido Alberto Díaz Korda, autor de la más famosa, que bautizó 'El Guerrillero Heroico'.
Guevara, que fue fotógrafo callejero en México para subsistir, nunca perdió la pasión por ese arte, y siempre en sus viajes llevaba una cámara, tal como cuando recorrió de muy joven parte de América Latina. Al inicio de la revolución, tomó fotografías de fábricas, cañaverales, escuelas en construcción o actos políticos.
El logotipo del gobernante Partido Comunista de Cuba fue elaborado en base a una foto suya en la Plaza de la Revolución en La Habana, gente con banderas y machetes en alto.
La exposición fotográfica forma parte de la jornada de conmemoración por el 40o aniversario de la ejecución del guerrillero argentino, el 7 de octubre de 1967 en las selvas de Bolivia, un día después de ser capturado por las tropas bolivianas.
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