La emigración cubana es uno de los grandes capítulos de la manipulación informativa sobre Cuba. Para los grandes medios, los “espaldas mojadas” de México, o los “balseros” de la República Dominicana o Haití que tratan de llegar a Estados Unidos, son emigrantes económicos en busca del “sueño americano”. Los emigrados cubanos, en cambio, son exiliados que huyen de lo que se identifica como “régimen castrista”. En el primer caso las informaciones jamás mencionan el nombre del presidente del país de origen, ni culpabilizan al régimen político o económico vigente –el capitalismo latinoamericano- de un fenómeno en muchos casos dramático. En el caso de Cuba, sin embargo, es sistemática la mención del nombre de su presidente y la culpabilización al sistema socialista cubano del fenómeno migratorio.
Detrás de todo esto hay varios aspectos que se ocultan de manera sistemática en los grandes medios. En primer lugar, se oculta el origen de la emigración cubana actual, que no es política, sino económica casi en su totalidad. En este sentido tres factores se silencian sistemáticamente:
- que Cuba es una nación pobre, del llamado Tercer Mundo, con características similares a las de su entorno, y por tanto emisor natural de emigración;
- que Cuba sufre un bloqueo económico por parte de Estados Unidos que limita su crecimiento económico y le impide acceder al crédito internacional;
- y que desde 1991 Cuba ha sufrido una de las más brutales crisis económicas conocidas en la región, tras la desaparición de sus socios comerciales en el Este de Europa.
En segundo lugar, se oculta la política migratoria del gobierno de Estados Unidos, convertida en arma de guerra política contra Cuba. Una política de doble rasero:
- por un lado, se niega visado para viajar de modo legal y seguro a Estados Unidos a la mayor parte de las personas cubanas que lo solicitan;
- y por otro, mediante el estímulo de las salidas ilegales del país a través de la Ley de Ajuste Cubano.
- Esta ley norteamericana, de 1966, otorga residencia e innumerables ventajas sociales a las personas cubanas que, por cualquier vía, lleguen a territorio norteamericano, lo que constituye en la práctica una discriminación hacia el resto de inmigrantes latinoamericanos.
En tercer lugar, se oculta la magnitud del fenómeno de la emigración cubana, muy inferior a la de otras naciones de su entorno geográfico. En el año 2003, por ejemplo, emigraron 9.304 personas de Cuba a Estados Unidos, ocupando el 10º puesto en el continente americano en términos de emigración. Ese mismo año, El Salvador, con una población de 5.700.000 habitantes, dos veces inferior a la de Cuba, emitió tres veces más emigrantes hacia los Estados Unidos que Cuba. Pero ningún medio masivo señala al sistema imperante en El Salvador, o a su gobierno, como causa de la emigración.
El Salvador no sufre un bloqueo económico, recibe cuantiosas inversiones norteamericanas y préstamos millonarios de los organismos financieros internacionales. No existe tampoco una ley que privilegie a salvadoreños y salvadoreñas que cruzan la frontera norteamericana. ¿Cuál sería la magnitud de la emigración a Estados Unidos desde este pequeño país centroamericano -y del conjunto de América Latina- de sufrir la agresión política, económica y migratoria del gobierno norteamericano contra Cuba?
Tomado de http://www.cubainformacion.tv/, 07 de mayo de 2007
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