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7 de febrero de 2007

Memorias 2004: Asómense a sus balcones, La Cabaña se ve desde Madrid

"Arribamos a este comienzo de final con cifras que pueden ser motivo de satisfacción." Con estas palabras comenzó su informe María Mederos, Presidenta de la Cámara del Libro; el espacio era la sala "Nicolás Guillén" del Castillo San Carlos de La Cabaña, la ocasión, la ceremonia de clausura de la primera etapa de la Feria Internacional del Libro de La Habana. La actividad se llevó a cabo bajo un cielo encapotado, pero eso no frenó los corazones de los que organizan este evento, que ya cierra sus puertas en la sede central para extenderse, como una fiebre, por toda la isla.

Como la Feria continúa en el Pabellón Cuba de la capital y en el resto del país, se deduce que las cifras presentadas en las declaraciones de esta tarde no son definitivas, pero sí impresionantes. Según la Cámara del Libro, hubo 96 expositores (57 cubanos y 39 extranjeros) que representaron a unas 250 editoriales interesadas en el mercado del libro cubano. Estas casas publicitarias y distribuidoras llegaron desde 22 países distintos.

Cada año un jurado, integrado por representantes de la Cámara y del Comité Organizador, otorga premios al diseño de las diversas áreas expositivas. En la categoría de Mejor Stand Nacional se entregaron tres reconocimientos a: Producciones “Abdala”, la Asociación “Hermanos Saíz” y Ediciones Boloña. El diploma por Mejor Stand Extranjero también se entregó por triplicado a: Alemania, Los libros más pequeños del mundo y Radom-House Mondadori. Los espacios más originales fueron: Ediciones La Jiribilla, Ediciones Vigía, y Gente Nueva. El jurado otorgó un Premio Especial al Pabellón Infantil.

Reinhard ThicleTras la intervención de la representante de la Cámara, ocupó el estrado Reinhard Thicle, coordinador de la asociación Cuba Sí. Thicle, que se mostró muy emocionado por las experiencias acumuladas en los últimos días, calificó estas jornadas de difíciles e inolvidables. A pesar de la oposición del gobierno federal alemán -declaró- nunca antes la participación germana fue mayor. Todas las casa editoriales alemanas asistentes, que trajeron unos dos mil libros, donarán sus muestras a las bibliotecas de Cuba. Nuestra delegación regresa a Alemania con magníficas impresiones, porque lo que hemos vivido aquí en atenciones, dedicación, conversaciones comerciales e interés de los visitantes, sobrepasa todas las expectativas. Aquí descubrimos a la Feria del Libro como una fiesta de la literatura y del arte para todo el pueblo, lo cual nos deja estupefactos.

Heinz DieterichA continuación tomó la palabra el politólogo alemán Heinz Dieterich quien hizo sus declaraciones a nombre de los escritores participantes. No es noticia que este pensador, asentado en México desde hace varios años, posee un profundo sentido de la ironía, por lo que dio las gracias a los funcionarios del gobierno alemán, en especial al Canciller Oscar Fisher. Sin ese empujoncito que nos dieron los burócratas del gobierno federal, este éxito, que todos compartimos ahora, acaso no habría alcanzado esta dimensión. En opinión del autor de América Latina frente al Tercer Orden Mundial, la torpeza política de Fisher despertó en muchos la conciencia de resistir. No creo que tengamos el poder para cambiar la política de los que mantienen el boicot -Fisher, el gobierno español y el norteamericano-, pero hemos descubierto nuevos sectores de resistencia en Alemania, aparecieron muchos de los veteranos de la RDA. Ellos no estaban activamente integrados en la solidaridad con Cuba y dijeron "es hora de volver a la lucha". Todos estos descubrimientos y logros son méritos que se oponen a la lista de los reaccionarios y serviles del gobierno federal. Aquellos que conocen las monstruosidades mercantiles de las ferias del libro en el resto del mundo, saben que en ninguna se siente un espíritu como el de La Habana. Esta Feria ha sido un triunfo táctico frente a la derecha, y debemos construir sobre ese triunfo la continuidad de la fuerza espiritual con la cual derrotaremos a los autores del boicot.

El presidente del Instituto Cubano del Libro, Iroel Sánchez, se concentró en exponer los logros que se han registrado, hasta el momento, en materia de participación en este evento. Realmente los números impresionan por su crecimiento frente al año anterior: hasta el mediodía de este domingo hubo 452 190 visitantes -43 266 más que en 2003- , la venta de libros alcanzó el millón de ejemplares -sin contabilizar los diversos stands y puestos al aire libre-, unos 542 títulos de editoriales cubanas y extranjeras se presentaron en estos días, los encuentros teóricos y debates convocaron a una gran cantidad de intelectuales de Europa y América. Todos estos espacios reafirman a La Habana como plaza para el pensamiento crítico, alternativo, renovador y enfrentado a los desafíos del mundo actual. Eso permitió que, a despecho del boicot cultural de la Unión Europea, llegaran a Cuba 165 figuras del mundo intelectual -más de 80 alemanes. El Presidente recordó que los escritores, editores, intelectuales y lectores cubanos son los mayores protagonistas de este evento, sin ellos y la voluntad de nuestras instituciones culturales, no se podría disfrutar de la Feria en La Habana y en otras 33 ciudades de Cuba.

Iroel Sánchez, Ricardo Alarcón y Abel PrietoEl último anuncio oficial fue que la XIV edición de la Feria, correspondiente al 2005, estará dedicada a los Premios Nacionales de Literatura Jesús Orta Ruiz y Abelardo Estorino, mientras que el País Invitado de Honor será la República Federativa de Brasil.

Las palabras de cierre de la ceremonia estuvieron a cargo de Ricardo Alarcón de Quesada, Presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba, que participara en varios eventos de la Feria. En un gesto de modestia, Alarcón se tituló portavoz de los miles de cubanos que han disfrutado de esta gran fiesta de la cultura, acontecimiento editorial que devino en los últimos tiempos verdadero fenómeno social, cuya dimensión no se alcanza a definir aún. Felicitó a los organizadores y trabajadores por cada aspecto del evento. La Feria va más allá de lo que -usualmente- se entiende por cultura, son los niños con papalotes en los jardines del castillo, las familias que pasan la tarde fuera de la ciudad, a la sombra de los muros. Gracias a la Feria se emplea el tiempo libre de modo más noble. Agradeció a los creadores cubanos -editores, escritores, ilustradores- sin cuya presencia la Feria carecería de relación con el movimiento cultural cubano; también agradeció a los intelectuales de otros países, en especial a los miembros de las delegaciones alemana, española y norteamericana, por el acoso de sus gobiernos. Ya el Castillo de San Carlos de La Cabaña no es expresión del poder colonial español, sino el escenario donde un pueblo libre y culto se encuentra para saludar a poetas, filósofos, narradores o para disfrutar de las bellezas de la ciudad. Así también se expresa la independencia de este pueblo.

El Presidente de la Asamblea Nacional de Cuba cerró su intervención con una interesante equivalencia entre el origen del conjunto arquitectónico que alberga a la Feria -se construyó entre 1764 y 1776- y su presente:

Cuenta la leyenda que el rey Carlos III, al saber del costo final de la construcción de este fuerte, se asomó a las ventanas de su palacio en Madrid y escrutó el horizonte. "¿Qué busca su Majestad?" -inquirieron los cortesanos. "El castillo de La Cabaña, en La Habana, ya que me ha costado tanto, debe verse desde acá" -dijo el soberano. Ahora, desde esta Cabaña -señaló Alarcón- yo enviaría una noticia para las cabezas coronadas, o las que pretendan coronarse en Europa: Asómense a sus balcones, porque la luz que irradiará La Cabaña ahora sí se podrá ver en Madrid, en Bonn y en todas partes, gracias al esfuerzo de los cubanos, que además, nos comprometemos a que esa luz ilumine siempre, no solo los destinos de este pueblo, sino que sea guía de otros, y quizás, lamentablemente, envidia de unos pocos.

Publicado por primera vez en el sitio de la Feria Internacional del Libro de Cuba (XIII edición, 15 de febrero de 2004 (http://www.cubaliteraria.cu/evento/filh/2004/)

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