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20 de enero de 2007

Memorias 2006: Delegación a Conferencia de la UNESCO se presenta en la Cabaña

Foto: Rogelio M. Díaz Moreno

La trigésimo tercera Conferencia General de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, UNESCO, se efectuó entre los días 3 y 21 del pasado mes de octubre. La Mayor de las Antillas envió una nutrida delegación a este magno evento, que realizó una intensa actividad en todas sus comisiones. En el marco de la actual Feria Internacional del Libro, algunos de sus integrantes conformaron un panel que, en la sala Carlos J. Finlay, ofreció, de primera mano, sus experiencias al público congregado para la ocasión.

Participaron en el intercambio, Rafael Bernal, Viceministro Primero de Cultura; Américo Santos, Viceministro de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente; María de los Ángeles Flores y Rosario Navas, Presidenta y Secretaria Permanente de la Comisión Nacional de la UNESCO en nuestro país, respectivamente; Arnaldo Rivero, Presidente del INDER; José del Real, Director de la Cátedra del Instituto Pedagógico Latinoamericano y Caribeño; además de Herman Van Hooff, quien funge como Director de la Oficina Regional de la UNESCO para América Latina y el Caribe, con sede en La Habana.

Esta Conferencia tuvo un programa marcado por la aprobación de históricas convenciones, en los ámbitos de la diversidad de las expresiones culturales y en el enfrentamiento al dopaje en el deporte. De forma general, se abordaron temas candentes de la actualidad científica y cultural, y los debates allí sostenidos enfatizaban la búsqueda y consecución de los objetivos del milenio, además de la revisión concienzuda del estado de los proyectos y planes de cooperación sostenidos por el organismo internacional en países alrededor de todo el globo.

América Santos expuso el trabajo de los cubanos en el debate relacionado con la Declaración Universal sobre Bioética y Derechos Humanos, aprobada por aclamación. Los diplomáticos allí reunidos abordaron los dilemas generados por los avances científicos en el campo de la industria genética y la biotecnología. Santos comentó el papel de la delegación cubana, que llevó a la Comisión las preocupaciones sobre la inescrupulosa mercantilización de controversiales resultados; la necesidad de impedir que un puñado de transnacionales se apoderen de los frutos de las investigaciones mediante políticas deliberadamente distorsionadas de derechos de propiedad intelectual.

Otro campo de actividad de la delegación cubana fue cubierto por la Viceministra, quien detalló la participación de Cuba en la conformación de un sistema de alerta temprana, con el propósito de mitigar las consecuencias de temibles catástrofes naturales. A partir del terrible tsunami que azotó las naciones asiáticas y africanas en diciembre del 2004, se ha conformado esta red con recursos aportados internacionalmente. Cuba hizo hincapié, resaltó Santos, en la necesidad de la preparación de la población mediante la educación, en una política que puede resultar de inmensa utilidad en este empeño.

Rafael Bernal abordó las actividades de la Comisión que tratan el tema de la cultura. El plato fuerte de este Comité, explicó, fue la aprobación de la Convención sobre Protección y Promoción de la Diversidad Cultural. Este documento porta una alta significación, proponiéndose en ella objetivos de primerísima importancia como son la protección y promoción de las disímiles manifestaciones artísticas de todas las latitudes; el fomento del diálogo y la interacción entre las comunidades culturales en un plano de verdadera igualdad y respeto, y el reconocimiento de estas manifestaciones como portadores de valores de vital importancia en la vida y el desarrollo económico y social de las comunidades. La Convención fue el fruto de un largo proceso de preparación, con un turbulento trayecto marcado por la labor insidiosa de una conflictiva delegación estadounidense opuesta a cláusulas que ratificaban, explícitamente, el derecho soberano de los estados a proteger tan fundamental patrimonio. Los norteamericanos plantearon enmienda tras enmienda, con el objetivo de prolongar indefinidamente la promulgación del acuerdo, pero la oposición unánime de los miembros de la UNESCO –con la excepción del eterno aliado estadounidense, Israel- derrotó las maniobras y pretensiones del prepotente gobierno.

El otro documento aprobado por la Conferencia fue la Convención Internacional contra el Dopaje en el Deporte. Arnaldo Rivero detalló cómo las intervenciones de nuestros compatriotas permitieron reforzar el espacio dedicado al papel de la educación y la promoción de hábitos deportivos basados en la ética. Expuso Rivero los factores que produjeron mayor satisfacción entre los cubanos, así como aquellos en los que es necesario seguir trabajando para la protección de disciplinas que deben hacer más por la salud y el bienestar de atletas y espectadores. Otro punto desarrollado por Rivero fue la colaboración cubana en más de cien países del Tercer Mundo, con especialistas en educación física, deportes, rehabilitación, etc.

José del Real tuvo a su cargo la exposición de las actividades de la comisión dedicada a la educación. El método cubano de alfabetización “Yo sí puedo”, explicó, ha sido una herramienta poderosa en la consecución de uno de los más importantes objetivos del milenio, que en general andan bastante retrasados. La buena acogida de la actividad cubana se evidenció en la unánime aprobación de la convocatoria a un Seminario Internacional sobre Alfabetización que se realizará próximamente en La Habana. Durante el encuentro, los cubanos hicieron énfasis en que la educación alcanzara a todas las personas del mundo, y que una concepción elitista no fuera causante de la exclusión de ningún ser humano.

Finalmente, Herman Van Hooff se hizo eco del entusiasmo levantado por los positivos resultados de esta Conferencia, así como de la alegría de constatar la disposición de Cuba a participar y brindar su aporte en estos planes y proyectos. Explicó que el año 2006 será importante para la actividad de los organismos de las Naciones Unidas, pues se definen políticas y planes para los períodos siguientes. El presupuesto ha sufrido contracciones, lamentó, pero ello no impide el optimismo y las energías con que los países miembros asumen los objetivos que trabajan a favor de la paz y la armonía en el planeta. Concluyó con una relación de las características de la Oficina de la UNESCO en la Habana, un recuento de las actividades que tiene a cargo y ofreciendo las posibilidades al alcance de la institución para los interesados en temas de estas características.

Publicado por primera vez en el sitio de la Feria Internacional del Libro de Cuba (XV edición, 9 de febrero de 2006, en http://www.cubaliteraria.com/delacuba/resultado.php?s_Seccion=53).

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