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26 de junio de 2012

Proyecto Arcoiris invita a Besada por la Diversidad y la Igualdad

Razones para besarse
 
El Proyecto Arcoiris, colectivo LGBT anticapitalista e independiente, invita a todas las personas de buena fe a una "Besada por la Diversidad y la Igualdad" este jueves 28 de junio, a las 5 p.m., junto a la Sala Polivalente "Ramón Fonst" de La Habana. La cita conmemora el aniversario de los disturbios de Stonewall Inn (New York, 1969), conocido mundialmente como Día del Orgullo LGBT. Ven con algo rojo y besa a alguien, porque ¡todas las formas de amor importan!
 
Con esta acción pública y cariñosa, les invitamos para hacer visible a la comunidad LGBT de Cuba. Besarse adquiere entonces contenido político.
 
Lee el resto de la entrada en el blog "En 2310 y 8225
 
Comenta tus opiniones en twitter con #BesadaHabana
 
Stonewall, su legado histórico
 
Por Alberto Roque Guerra (28 de junio de 2011)
 
El 28 de junio de 1969 ha sido considerado mundialmente como un día histórico en la lucha por el reconocimiento de los derechos de lesbianas, gays, bisexuales y transgéneros.
 
El bar Stonewall Inn., ubicado en la calle Christopher del Greenwich Village de la Ciudad de Nueva York,  fue el epicentro de una de una enconada protesta de jóvenes homosexuales y transgéneros contra la represión policial.  Una mirada a este hecho desde nuestros días nos permite apreciar su justo significado en el largo proceso de estas luchas en el mundo, que comenzaron con acciones individuales a finales del siglo XIX y continúan vigentes en la actualidad.
 
Lee el resto en la Web del CENESEX
 
¿Orgullo? gay
 
Por Bradford Lang Rothrock (título original: Gay…Pride?)
 
Se supone que la fiesta celebra la Revuelta de Stonewall que marcó el inicio del movimiento de liberación gay (masculino). En la noche del 25 de junio de 1969, varias drag-queens (en su mayoría gente negra de clase baja) lucharon contra la policía cuando ésta efectuaba una de sus batidas rutinarias por los bares gay de Nueva York.
 
Esta acción fue la génesis de la mayoría de las organizaciones gays masculinas radicales que rápidamente surgieron por todo el país. Aunque las lesbianas ciertamente se vieron afectadas por Stonewall, el movimiento de liberación gay de las mujeres fue mucho más profundo en su impacto en las vidas de las lesbianas (a pesar de la homofobia y racismo de muchos grupos feministas mayoritarios en los setenta). Este legado es la causa de las marchas por el "Orgullo" por todo el país en junio. Estas marchas, y este legado, están llenos de contradicciones, complejidades, confusión y pena para mí.
 
Lee el resto en la sección de Diversidad Sexual del CENESEX

24 de junio de 2012

Qué juntamenta es esa y qué contenta está

tags anticapitalismo, autogestión, ciencia política, cooperativa, Cuba, cuentapropismo, democracia, Estatismo, imperialismo, lineamientos, manipulación, movimientos sociales, participación
 
Chapoleteando en las páginas a las que da acceso nuestra humilde Intranet, me tropecé con una nota de lo más interesante.
 
Aparece en la página web de Prensa Latina –y en la de la estación Radio Rebelde, y en la del periódico La Demajagua–, y relata cómo los empresarios españoles están de lo más contentos con la evolución de la economía de nuestro verde caimán.
 
Literalmente se enuncia: "Empresarios españoles alaban actualización de economía cubana". En el contenido, se cuenta someramente que Alberto Betancourt, asesor de la Asociación Nacional de Economistas de Cuba (ANEC), dio una charla en Madrid sobre "el proceso de actualización iniciado por Cuba en 2011, tras la aprobación por el Partido Comunista de los lineamientos de la política económica y social". El economista cubano, al parecer, disertó respecto al programa "de reformas sustanciosas, no cosméticas" que se llevan a cabo por acá, para miembros del Consejo Superior de Cámaras de Comercio del país ibérico. El ponente se aseguró, eso sí, de repetir aquel mantra de que estas son reformas puramente económicas, no políticas, que buscan "una actualización del modelo económico de la isla para garantizar la continuidad del socialismo y elevar el nivel de vida de su población".
 
El reportero que cubrió la ocasión parece haber encontrado muy halagüeña la respuesta de los empresarios españoles. Comienza su artículo nada más y nada menos que destacando cómo aquellos encomiaron el proceso de acá. Los capitalistas españoles, podemos apreciar, parecen estar muy felices con este proceso y las autoridades nuestras, muy felices de que ellos estén felices. Como se lo cuento a ustedes.
 
Betancourt no se quedó ahí, sino que repitió la invitación a estos hombres de negocio a "dirigir sus esfuerzos para estar presentes y desarrollar más las relaciones económicas y comerciales con Cuba".
 
A mí, insoportable que soy, me pasan por la cabeza un par de cuestionamientos. El primero, medio que ingenuo, es que no creo que los empresarios españoles sean los mejores consejeros justamente por estos días. Quiero decir, España está inmersa en una de esas crisis económicas, sonada entre las sonadas, a causa del afán de lucro desmedido e irresponsable de que hicieron gala los rectores de su economía. El desempleo allá pasó del veinte por ciento, necesitaron al fin de un rescate megamillonario con los dineros de la Unión Europea y su deuda se disparó y pasaron muchas otras cosas desastrosas que han salido en nuestro noticiero y que los economistas –también los cubanos– pueden explicar mucho mejor que yo.
 
Las siguientes interrogantes son un poco menos pueriles. Todo el mundo sabe que nuestra propia economía estaba muy enferma y necesitaba transformaciones radicales para salir del hueco, pero las direcciones de salida pueden conducir a destinos muy distintos. Yo y muchos compañeros quisiéramos que fuera en una dirección hacia mayores productividad y eficiencia, con democracia, ecología, empoderamiento de los trabajadores, participación de la comunidad, o sea, más socialista, pero estamos conscientes de que también existen direcciones hacia mayores productividad y eficiencia con menos democracia, menos empoderamiento de los trabajadores, más exclusión de la comunidad, o sea, más capitalismo, y por eso me preocupa la felicidad de los empresarios españoles. Estos capitalistas gallegos –je je, como se le dice a todos los españoles por acá– pueden haber equivocado unos tiros y haber metido a su país en un callejón accidentado por cuestiones técnicas, errores de cálculo; pero nunca fallan, como capitalistas al fin, en cuestiones de principio. Estos no son los españoles solidarios con el Tercer Mundo, ni las personas conscientes, críticas de la globalización neoliberal, o miembros de grupos sindicalistas o ecologistas, ni los indignados que flagelan la filosofía del despojo y la explotación; estos, que elogiaron el contenido de la charla de Betancourt, son los explotadores.
 
 ¿Se imaginan que ellos pudieran estar alabando nuestras reformas, si nos estuvieran conduciendo efectivamente en la dirección de mayor socialismo? ¿Alguien cree que los hombres de negocio españoles son menos imperialistas, menos inescrupulosos, más solidarios, etc., que sus pares norteamericanos por el hecho de ser menos poderosos? ¿Está este periodista bien informado sobre todos los conflictos que han vivido recientemente los países de América Latina que han tratado de recuperar los patrimonios económicos que las trasnacionales españolas han enajenado en nuestro continente?
 
Me pregunto cuáles serán los aspectos más favorables que verán los capitalistas españoles en las reformas de por acá. Si serán los despidos masivos con la cooperación de la central sindical; si será el fin de los subsidios a los productos básicos a las familias de trabajadores sin subirles el sueldo; o si serán los recortes presupuestarios a los ministerios de educación, salud y cultura los que son vistos más favorablemente. Tal vez pudieran ser las mayores facilidades que ahora disfrutan las empresas extranjeras para instalar sus maquilas en esta latitud y explotar una mano de obra altamente preparada y baratísima; si estarán contentos de que en Cuba se prefiera cerrar una fábrica ineficiente antes que cederla en autogestión a sus trabajadores; si esos elogios del Consejo Superior de Cámaras de Comercio de España se deben a que por aquí se promueva hoy más al empresario privado, que a la cooperativa socialista… o tal vez estén alabando, sobre todo, la manera en que todas esas medidas logran ser presentadas por el gobierno como éxitos, gracias a su gran dominio sobre los medios masivos de comunicación, con la complicidad voluntaria o no de los profesionales de la prensa oficialista.
 
Esta alegría de los capitalistas españoles, y su eco en los medios de prensa del gobierno cubano, confirma las preocupaciones que muchos compañeros hemos intentado compartir por los medios a nuestro alcance, esto es, la posibilidad de que, como alertó Fidel Castro, se reviertan los logros y alcances obtenidos por la Revolución o, mejor dicho, por el sacrificio y el trabajo abnegado del pueblo revolucionario. Para evitar esta funesta posibilidad, se debe trabajar mucho, y muy duro, divulgar las realidades y verdades que atraviesa nuestra sociedad sin temores ni ocultamientos cobardes o interesados. Encima de esto, resulta aconsejable tener mucho, pero mucho cuidado, con los elogios de aquellos que pueden tener interés en hacer negocios con nosotros, pero nunca, jamás, les interesará que construyamos un socialismo como el que soñamos.

20 de junio de 2012

Con respecto a una nota de pobre periodismo

Tags: Cuba, internet, periodismo, Cubadebate, debate político
 
Una nota de Cubadebate, reproducida en Juventud Rebelde, se dedica a hablar mal de una iniciativa que, en realidad, no le queda muy claro al lector de qué se trata, a menos que se asuma como una oportunidad más para los redactores de demostrar algún  tipo de fervor nacionalista antiimperialista. Sin embargo, la nota en sí contiene tantos sinsentidos y disparates que más bien parece obra de un agente del "enemigo", que ridiculiza los argumentos de la retórica oficialista pública de este lado mediante el mecanismo de llevarlas a sus más ridículos extremos, cuando no con la introducción de burdas distorsiones y falsedades.
 
Hasta ahora, a mí no me había llegado la más mínima noticia del llamado "Festival Click" pues, al parecer, es de esos movimientos que se expanden sobre todo por la red a la que, según la Oficina Nacional de Estadísticas de Cuba, solo acceden una cantidad ínfima de nuestros compatriotas. Así que no me voy a detener en un punto cuya referencia me llega solo a través del sujeto que pretende demeritarlo. Las mayores barbaridades del artículo de mis molestias no radican allí.
 
Las grandes metidas de pata, y las muestras del más deficiente periodismo que se pueda imaginar –vergüenza para los profesionales del ramo formados por acá, que a veces demuestran que su formación da para algo verdaderamente más meritorio– empiezan tal vez en el segundo párrafo, cuando afirman llanamente, sin matices, que Microsoft implementa disciplinadamente el bloqueo yanqui. El bloqueo yanqui es horroroso, estamos de acuerdo, pero me extrañaría sobremanera que la escritura, revisión, composición y todo lo relacionado con la publicación de esta malhadada nota se haya llevado a cabo fundamentalmente en otros sistemas que no sean Windows –pirateado, naturalmente. También se habla mal en ese párrafo del banco español BBVA, el que sin embargo opera rutinariamente en La Habana desde hace bastante tiempo. Será que los autores creen que se puede sacar una chaqueta política sin afectar los negocios que se hacen en la trastienda.
 
Que los enemigos del gobierno cubano utilicen la promoción de las redes digitales como un arma (no tan) indirecta contra este, es soltado inmediatamente después con suma ligereza, sin atender al lógico cuestionamiento de por qué ese mismo gobierno no hace la misma promoción, pero entre todo el público, para contrarrestar esa política. Según los redactores, parece que todo el que piense que en Cuba debe haber más acceso a Internet y ose expresarlo abiertamente, en lugar de esperar con cristiana mansedumbre las sacrosantas indicaciones de las altas autoridades, participa de una villanía congénita, saco en el que meten por igual a Yoanis Sánchez, una casa de la que apenas se da otra seña que la de sitio de reunión de disidentes y al colectivo digital Havana Times. Que conste que conozco varios miembros de este colectivo, personas comunes y trabajadoras de este país, que tienen con Estados Unidos la misma relación que se puede tener con amigos, familiares, grupos existentes allá de solidaridad con nuestro pueblo, movimientos sindicales, feministas, anticapitalistas, de indignados y otros que extienden su solidaridad como lo hicieran Henry Reeve, Lucius Walker, entre otros, bien alejados y más bien opuestos a aviesos intereses emparentados con la CIA y sus similares.
 
A continuación, en la nota de marras, se hace un paralelo con la situación en Siria, Libia, etc, como para ilustrar que el imperialismo le facilitará la Internet en Cuba solo a los que le sirvan. Literalmente, "El gobierno norteamericano no se ha desviado, ni se desviará un milímetro de su política, clara e implacable frente a la Internet cubana: el acceso a la red y los instrumentos los tendrán los obedientes", nótese que se refiere a los obedientes de los malvados imperialistas que nos bloquean en toda una serie de posibilidades que se enumeran a continuación ("el crecimiento cultural y la eficiencia de la economía, la investigación científica, la participación en las decisiones de gobierno y la expresión política"). Si hay un párrafo especialmente idiota en el todo el artículo, es este.
 
¿Si los norteamericanos le dan acceso a la red a sus mercenarios para perjudicar a los buenos cubanos, por qué rayos el gobierno cubano no le da acceso a la red a una toda la cantidad de cubanos mucho mayor, millones y millones que debemos estar anhelantes esperando esta oportunidad de salir a defender al gobierno que se ufana de contar con nuestro decidido apoyo? ¿Resulta verosímil siquiera intentar bloquear el crecimiento cultural de un pueblo que llevó a cabo una ejemplar Campaña de alfabetización en plena lucha contra bandas terroristas y luego llevó escolaridad, arte y desarrollo humano hasta el último rincón del caimán? Si a este pueblo le da la soberana gana de liberar su sufrida economía del agobiante burocratismo y centralización estatales para volverla más eficiente, ecológica y socialista, si le da asimismo la soberanísima y americana gana de realizar sus deliberaciones políticas en colectivo, pública y democráticamente, ¿puede algún bloqueo impedírselo? Si ahora ya hay un cable óptico maravilloso desde nuestra aliada, hermana, Venezuela, ya la razón del escaso ancho de banda satelital para abrirnos más al mundo fue vencida; en última instancia, no hay que salir a ninguna parte para arreglar nuestros problemas internos.
 
En fin, que nada tiene que ver este artículo con las realidades de los que seguimos afanados por acá; los que soñamos con el día en que nuestra opinión sobre "lo que debe ser cambiado" implique una verdadera diferencia sobre lo que se decide cambiar.
 

18 de junio de 2012

Las acciones bélicas y el idioma (I)

Tags: etimología, mitología, historia, lenguaje, Julio Cesar, Troya, victoria pírrica
 
Este trabajito lo escribí hace algún tiempo pensando en publicarlo con alguien que me pagara por ello, pero no ha surgido la oportunidad. Además tengo que justificar la propaganda que le hago a este blog como de divulgación científica. Así que así salió.
 
Hace no mucho tiempo, me sorprendí al descubrir que un buen puñado de expresiones idiomáticas tienen su origen en sucesos bélicos. Desde las más conocidas hasta algunas ya en desuso -al menos por nuestros lares- estas frases revelan el influjo que ha tenido sobre las esferas de la cultura y el lenguaje esa mala costumbre de la humanidad de estar practicando la guerra.
 
Tal vez la más conocida de las frases con un origen guerrero sea "allí ardió Troya", en cualquiera de sus variantes. Resulta difícil encontrar alguien que no esté al tanto de la historia homérica, pues además de enseñarse hasta la saciedad en la historia y la literatura escolares, ha sido objeto de numerosas adaptaciones mediáticas de toda laya, sobre papel, cine, radio o televisión. Por supuesto, la expresión responde a los sucesos acaecidos en la mítica ciudad.
 
La fama y el poderío de la ciudad de Troya empezaron a crecer más de dos mil años antes de nuestra era, gracias a su favorecida situación geográfica. Situada en la actual nación de Turquía, su cercanía al estrecho de los Dardanelos le permitía controlar una de las vías marítimas más importantes de la Humanidad por aquel entonces. Como suele suceder, la causa del engrandecimiento de los troyanos fue también motivo de enemistades y pugnas con los otros poderes existentes en su entorno, como los griegos, con quienes se enfrentaron militarmente en más de una ocasión.
 
Así, por ejemplo, las leyendas recogen que el mítico semidios hijo de Zeus, Hércules, tuvo una agarrada con el rey troyano Laomedonte. Este último había tenido un problema con el dios Poseidón, por no quererle pagar una remuneración satisfactoria cuando la divinidad terminó de erigir las murallas de la ciudad. El dios se molestó y envió entonces un monstruo a hacer estragos. Para aplacar la furia y satisfacer el castigo, había que sacrificar a la hija del Rey, Hesíone, pero siempre hay un galán en estas historias que rescata a la princesa y ese fue Hércules, liquidando al monstruo de Poseidón con ayuda de su fuerza prodigiosa. El rey Laomedonte –hay gente que no aprende nunca– quizo a continuación engañar a Hércules en el pago de la recompensa, unas yeguas de origen divino, así que este se molestó y destruyó a la mayor parte de la familia real, dejando solo al joven príncipe Príamo, que había reconocido oportunamente el derecho del héroe griego en el litigio anterior.
 
Aunque esa no fue la guerra más famosa entre griegos y troyanos, sí dejó listas las condiciones para la definitiva, la que dio origen a la frase. Según la inmortal obra de Homero, Paris, un hijo de Príamo, se enamoró de la hermosa Elena, esposa del rey espartano Menelao. El troyano raptó a la consorte real y se la llevó consigo a su ciudad. El disgusto real de Menelao fue espectacularmente aprovechado por su hermano, Agamenón, que organizó y encabezó a continuación una poderosa coalición de estados griegos contra Ilión, como también se le denominaba a la ciudad de Príamo y su enamoradizo hijo.
 
Esta guerra, con el resultado por todos conocidos de la destrucción de Troya, ocurrió aproximadamente entre los años 1194 y 1184 a.n.e., según la cronología del historiador, filósofo y sabio Eratóstenes; según otro historiador, Herodoto, ocurrió alrededor del 1250 a.n.e. Discrepancias cronológicas aparte, aquella gesta tuvo tales magnitud y trascendencia, que quedó como referente inmediato para cuando se desea destacar una ocasión de gran violencia y conmoción.
 
En estos tiempos antiguos, ocurrieron otros sucesos que dejaron una "marca registrada" en el lenguaje. Avanzando en orden cronológico, el siguiente suceso que encontramos estableció que, en ocasiones, hay victorias que es mejor no obtener si implican sacrificios demasiado costosos: las victorias pírricas.
 
Pirro, rey de Epiro, tenía fuertes lazos de amistad con la ciudad-estado de Tarento, fundada por griegos en el sur de la península itálica. Los de Tarento lo habían ayudado en la conquista de la isla de Corfú y Pirro era un hombre agradecido, así que cuando le pidieron ayuda ante la amenaza que sentían por parte de la joven república romana, el rey no vaciló en acudir al llamado de sus aliados y amigos.
 
Pirro partió de su reino, situado aproximadamente en lo que hoy constituye Albania, apoyado por otros ejércitos griegos, en el año 280 a.n.e. También se las arregló para conseguir apoyo de sirios y egipcios, con lo que se ve que el hombre era además buen diplomático. Como parte de las tropas, llevaban un grupo de 20 elefantes de guerra, que eran como los tanques de aquella época.
 
Las fuerzas aliadas desembarcaron en Italia y buscaron el apoyo de otras ciudades que fueran enemigas de Roma. El ejército romano, entretanto, no andaba inactivo y mientras otras legiones se ocupaban de controlar a algunos de los pueblos potencialmente levantiscos, la agrupación lidereada por el cónsul Publio Valerio Lavinio se dirigió a  enfrentar a las fuerzas de Pirro.
 
El primer encuentro de importancia tuvo lugar en una llanura cercana al río Siris, entre las ciudades de Heraclea y Pandosia, dando la primera de estas nombre a la batalla que allí se libró. Los griegos estaban en inferioridad numérica, así que tomaron posiciones aprovechando el río como obstáculo natural. Según los historiadores Plutarco y Dionisio de Halicarnaso, el primer ataque de los romanos causó la retirada de la vanguardia griega de infantería, pero la llegada de refuerzos con caballería hizo retroceder a los romanos. A continuación la batalla se estabilizó un tiempo con ambos bandos pugnando infructuosamente por rechazar al otro. Se dice que el mismísimo Pirro fue identificado por su armadura en el campo, mientras participaba personalmente en el combate, y por poco cae en el ataque de un destacamento auxiliar de caballería romana lanzado por su jefe, el oficial Oblaco Volsinio, que había reconocido al jefe enemigo. Pirro se salvó de este ataque y cedió prudentemente las llamativas armas a un oficial suyo, Megacles, que no tuvo la misma suerte y sí pereció poco después. Con esto, el ejército epirota-tarentino por poco monta en pánico, pero el rey reveló rápida y enérgicamente que no era el caído y siguieron combatiendo. Finalmente, Pirro ordenó la carga de los elefantes, cuyo empuje fue excesivo para los ánimos de los romanos y éstos se dieron a la desbandada, perseguidos por la caballería.
 
El éxito de la batalla le dio un gran impulso a la causa de Pirro y sus aliados, que aprovecharían avanzando profundamente en territorio enemigo. No obstante, los romanos vendieron muy caro el terreno perdido –impresionando con su valentía a los mismos oponentes. Por otra parte, estos romanos poseían un gran patriotismo y renovaban las cuantiosas bajas con nuevos reclutamientos masivos. Pirro no podía suplir a sus muchos caídos con tanta facilidad y se cuenta que respondió, a las felicitaciones tras la batalla, comentando que tras otra victoria como esa se quedaba sin ejército y tendría que regresar solo a casa. La continuación de la campaña confirmó los temores del rey, que encontró fuerzas enemigas demasiado grandes en el camino a Roma. Ya de retirada, le volvió a infligir otra derrota a los romanos en Ausculum, de nuevo auxiliándose de sus elefantes, pero otra vez las pérdidas en hombres fueron tan cuantiosas que no le quedó más remedio que retornar a su reino, donde el recuento de sus victorias en batalla no le podría sacar jamás el mal sabor de la derrota en la guerra.
 
La última frase célebre de la antigüedad que traemos a colación es "cruzar el Rubicón", y también tiene que ver con los romanos, específicamente con el famoso primer emperador, Julio César. En el tiempo en que éste no era más que un general, victorioso y popular pero sometido al control del Senado, conspiraba mientras dirigía su ejército por las distintas campañas en la Galia y otras regiones europeas, con vistas a hacerse dueño del poder supremo. En aquella época, el río Rubicón señalaba el límite norte de la Italia romana propiamente dicha, y los generales que estuvieran en campaña por el extranjero no podían cruzarlo de regreso con las armas en la mano, pues esto era tomado como la declaración de rebelión contra Roma.
 
Julio César, después de haberse impuesto en la campaña en la Galia y dominado este territorio (excepto por una pequeña aldea donde un druida tenía cierta poción), sentía acrecentadas sus ambiciones de convertirse en el máximo jerarca de la entonces república romana. Los agentes de César movían intrigas día y noche en la capital, pero en la noche del 11 al 12 de enero del año 49 ane, no estaba claro que fuera a imponerse en aquella arena política tan complicada. Con su ejército expectante a la orilla del Rubicón, el historiador Suetonio cuenta que César decidió jugarse el todo por el todo y, pronunciando otra frase que pasó a la historia –alea jacta est, la suerte está echada– dio la orden a las tropas de emprender la marcha sobre Roma, cruzando el río. De esta manera, la expresión cruzar el Rubicón adquirió precisamente este significado, de embarcarse en un empeño donde se arriesga todo, para tratar de obtener la máxima recompensa.

12 de junio de 2012

¿Referendo?

[tags familia tradicional, patriarcado, roles de género, discriminación, homofobia, LGBTI,  Código de Familia, xenofobia, fascismo, familia, sexismo, gay, homosexualidad, ciudadanía, comunidad, consenso, cultura, debate, democracia, derechos humanos, esclavitud, feminismo, género, historia, humanismo, identidad, Iglesia, izquierda, liberación, libertario, marginalidad, memoria histórica, minoría étnica, participación, pueblos originarios, racialidad, racismo, socialismo, sociedad civil, transdominación]
 
Imaginemos un escenario hipotético en el que a cada ciudadano se le pide que conteste un referendo con una sola pregunta, aparentemente simple, que sería: ¿Debe la ley proteger por igual a todas las familias?
 
No se apresure en contestar. La cosa tiene su truco. Recuerde que hay muchos tipos de familias. Está la que todo el mundo se imagina: Papá, mamá y uno o más nenés. Por alguna razón, es la que representa el ideal de familia en la mente de la mayoría de las personas, a pesar de que estadísticamente no tiene tantas razones para reclamar ese carácter universal. El papá y la mamá pueden estar oficialmente casados por algún ritual civil o religioso, o no estarlo, vivir juntos o no, tener mucho sexo o no. Existen muchas familias donde falta el papá. O la mamá. O ambos, y hay una abuela o un tío a cargo de los pequeños. U otros arreglos de parientes conviviendo con o sin niños. Interraciales e intrarraciales. De la misma, distintas o ningunas religiones. Polígamas. Poliándricas. De amigos o compañeros hermanados fraternalmente por circunstancias o necesidades de la vida. Heterosexuales. No heterosexuales.
 
¿Se complica ahora la respuesta? Una cosa podemos decir, basados en vistazos a la historia: muchas veces se respondió a esta pregunta con un solemne, rotundo y sangriento No.
 
La calidad de la familia se evaluó, durante mucho tiempo, a través del color de la religión que la acogiera. Las familias hebreas en la España de Torquemada la tuvieron muy dura para sobrevivir. Y no era solo un problema de antisemitismo: pocas garantías tenían las familias de la corriente derrotada de cristianismo, católico o protestante, cuando predominaba en los belicosos países europeos la tendencia contraria. Y los enamoramientos de personas de religiones distintas podían terminar peor que Romeo y Julieta, puesto que ni después de las muertes se reconciliaban las familias.
 
No se puede decir con mucha seguridad que el paso del tiempo acabara rápidamente con los atavismos de los seres humanos. Casi en el medio del siglo XX, en grandes territorios de la civilizada Europa, muchas familias se las vieron peludas para ocultar todo posible lazo con otras personas de origen hebreo, gitano, homosexual, entre otros, para intentar escapar así del holocausto al cual las condujeron las masas enardecidas por la furia fascista.
 
La llamada raza de las personas fue también una cuestión muy manipulada y sufrida por muchas familias en el mundo a lo largo de la historia, debido al afán de los dominadores de emplear cualquier mecanismo que les permitiera explotar mejor a los sometidos. Por ejemplo, en nuestro país, durante el período de la esclavitud, la mayoría de los que se consideraban como "la sociedad cubana", no tenían a la familia de negros esclavos como algo demasiado digno de consideración. Hasta entre los próceres de la independencia hubo discusiones a la hora de respetar, o no, el derecho a la libertad de estas personas.
 
Digo respetar y no conceder, porque los derechos no se conceden. Los derechos son, como bien deberíamos recordar todos, inalienables de las personas. Se puede, con suficiente poder, impedir el ejercicio de los derechos a una persona, pero no enajenárselos. Entonces, regresando a lo que nos ocupa, bastante trabajo costó que los negros y mestizos en Cuba alcanzaran el reconocimiento de la igualdad de sus derechos -entre ellos, los de formar una familia protegida por la ley-, al menos de manera oficial, ya que la práctica tiene sus otros problemas.
 
El racismo y la tendencia al mestizaje traen muchas historias dignas de atención. Pensemos en el Sur de los Estados Unidos en la época, digamos, después del fin oficial de la esclavitud y la mayor parte del siglo XX. La ley tampoco fue nada justa con las personas de color negro, y un afroamericano podía ir hasta a prisión (como fue Malcolm X) si convivía con una "whasp". La ley se enmendó, con gran trabajo, pero no hace mucho decía un juez, impunemente, que él no casaba parejas interraciales por sus convicciones personales. En Sudáfrica, el régimen del Apartheid llevó estas aberraciones a extremos horripilantes, por suerte también abolidos desde los años 90 del pasado siglo.
 
¿Creemos que estos son episodios del pasado, dejados felizmente atrás y superados por la sonrisa del actual mandatario afroestadounidense? Bueno, según. Imagínense que una familia que lleva más de veinte años viviendo en los Estados Unidos, cuyos adultos han trabajado la mayor parte de ese tiempo para empresarios de los Unidos Estados, pagado impuestos al Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, cuyos menores nacieron en los Unidos Estados, estudian en escuelas de los Estados Unidos y pueden ser reclutados por el Ejército de los Unidos Estados, puede muy sin novedad ser disuelta por el Departamento de Inmigración de los Estados Unidos por el problema no bien resuelto de la llegada irregular a un Estado, tal vez incluso uno separado a la fuerza del vecino sureño y Unido a los del norteño.
 
La relación de familias cuyos miembros sufren dolores de cabezas y hasta la pérdida de las mismas por la ojeriza ajena puede continuar con más ejemplos actuales. Por aquí no llegan muchas noticias de ese tipo pero podemos estimar que, si por una casualidad, una persona palestina y una israelí se compenetran, fraternizan y se aman hasta el punto de desear formar familia, van a tener enormes dificultades en el caso de desear establecerse en el país de cualquiera de los dos.
 
Y si vamos a hablar de familias diferentes por composición nacional mixta, no se nos puede escapar lo que pasa en estos lares. Cuando un cubano o cubana se casa con alguien "de a-fuera", la ley le permite libertades que no se extienden a otros compatriotas, como viajar, residir en el extranjero y regresar; invertir en empresas mixtas; comprar un automóvil, y algún que otro ejemplo incómodo del tipo del que, escandalosamente, no se le permiten a otras familias cubanas.
 
Y otra peculiaridad relativa a lo excepcionales que somos nosotros, hace que muchos latinos, en esos mismos Estados Unidos que mencionamos ahorita, tengan en alta estima a los nativos de nuestro archipiélago a la hora de contraer matrimonio: les permite alcanzar la nacionalidad estadounidense más fácilmente, por aspectos legales relacionados con la famosa ley de Ajuste Cubano.
 
La realización o no de un ritual de matrimonio oficial también determinó –y determina aún en muchos lugares, como hemos podido refrescar en los casos anteriores– el nivel de protección que la ley puede extender a las parejas y a sus hijos. Recordemos de paso que se puede ser hijo por nacimiento natural, tratamiento de fertilidad asistido, por una madre de alquiler –en algunos lugares– o porque un alma humana recoge y adopta a un desamparado.
 
Lo peor de todos estos casos, es que si alguien hubiera preguntado en Alemania, en 1939; en Alabama, tanto en 1950 como hoy, en el Madrid del siglo XVI, en el Jerusalén contemporáneo o en la tertulia de la Condesa de Merlín, se hubiera encontrado con que la opinión generalizada de la clase dominante y, con frecuencia, de la mayoría de las personas de estas sociedades, resultaría contraria a la protección legal y al respeto incondicional de todos los derechos de todas las familias, en igualdad de condiciones.
 
Recordemos mencionar algunos de estos derechos: herencia, pensiones de jubilación o invalidez, seguridad social, adopción, cobertura médica más o menos inclusiva, representación legal del otro, protección ante despojos por terceras partes, etc. A nivel cándido, pareciera que ninguna familia debiera ser impedida de disfrutar de estas garantías, en tanto ofrezcan un honrado aporte a la sociedad con la que conviven. Muy en la actualidad, sin embargo y a nivel de mezquindades humanas, resulta que muchos creen que algunas familias no merecen estos "privilegios", reservados solo a aquellas otras que cumplan sus estrechas definiciones. Resulta indignante, en esas condiciones, que se considere que para "conceder" ¬–y ya establecimos que no se trata de conceder, sino simplemente de respetar aquello que no es dado otorgar ni quitar– estos derechos, debiera pedirse algún tipo de referendo.
 
El respeto a los derechos humanos no es un objeto legítimo de referendo. Los casos que expusimos anteriormente evidencian el peligro de convertir derechos humanos en rehenes de sentimientos, por populares que sean, establecidos y permeados de prejuicios y discriminaciones. Espero que el trabajo de muchas personas permita, en un futuro no demasiado lejano, que solo se conciba como respuesta, a la pregunta del encabezamiento de estas líneas, un sonoro e invencible SÍ –si es que todavía alguien tiene la desfachatez de hacer tal pregunta.

6 de junio de 2012

Poema por alguien que prescinde de los ismos

Tags: Cuba, poesía
 
Ha decidido, me cuenta un conocido, pasar de los ismos.
Capitalismo, socialismo, feminismo
obrerismo, fascismo, liberalismo
son para él oscurantismos
caminos para insano conformismo.
No se salvan el espiritismo ni el autismo,
ni el ateísmo, ni el ecologismo, ni el orientalismo.
Todos son lo mismo. Aunque guarde un saludable silencio ante el cristianismo.
 
Tachó de su diccionario todo lo que terminaba en –oria
para librarse de la alergia a la palabra gloria.
Salvo del peligroso tufillo bélico de la palabra en victoria
barato precio el de perder la memoria.
 
Para ser consecuente, prescindió de las –encias.
Son un estorbo. Para qué sirve la conciencia.
Ni la intransigencia, refugio de oportunismos
–ya previsoramente obliterados en el primer paso–
El heredero no necesita paciencia. No le interesa ejercer influencia
y, teniendo buena vida, para qué le hacen falta las ciencias.
 
Otras palabras igualmente perturbadoras
cobijan la sospecha en un remate tal como –ción.
Así que tornó espaldas a la inflación.
A la discriminación. A la corrupción.
Al camino a ser la presa de la manipulación.
Allá el volcán que entre en erupción.
Luchar contra aquello que a otro cause irritación
o trabajar por lo de más allá.
imprudente actitud que lo expone a uno a una emoción.
Y hasta a tener una erección.
 
Tampoco escaparon otras terminaciones.
Valor, honor, fervor; lo único que hacen es provocar un molesto rubor.
Así que siguieron el ignominioso camino del amor.
 
Como todos los neo-lengua parlantes
mi conocido a la larga se queda mudo.

NO SOMOS AJENOS: Cuando la justicia pierde ante la homofobia

Anaíris Diepa Monzón perdió la guarda y cuidado de su pequeña hija porque el Tribunal Supremo Popular de Cuba cree que es mejor ser criada por un alcoholico violador de menores que por una lesbiana. ¿Y tu?
 
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Madre lesbiana lucha por recuperar la custodia de su hija o Cuando la justicia pierde ante la homofobia

Por Francisco Rodríguez Cruz
 
Ya hace un año que Anaíris Diepa Monzón perdió la guarda y cuidado de su pequeña hija en un proceso legal donde el padre de la niña y su propia familia aparentemente conspiraron en su contra para obtener una sentencia que reboza prejuicios y homofobia. El "crimen" que ella cometió: amar a otra mujer.
 
La joven de 28 años, residente en el municipio montañoso de Cumanayagua, en la provincia de Cienfuegos, está en este preciso momento envuelta en otro pleito judicial donde solicita ampliar el restringido régimen de comunicación que el tribunal municipal les impuso a madre e hija, como parte de aquel veredicto que ratificó la instancia provincial y el Tribunal Supremo Popular.
 
Según explica Anaíris, solo puede acceder a la niña en visitas alternas los fines de semana "un sábado o un domingo, entre las nueve de la mañana y las doce del día", y ni siquiera tiene derecho a llevarla al médico o a pasear a la ciudad de Cienfuegos donde ahora reside con su pareja, luego de que su abuela la expulsara de la casa donde nació, cuando dos años atrás la familia supo que ella mantenía una relación lésbica.
 
Esta madre desesperada me contactó por teléfono a través de Yosbany Rodríguez, activista del grupo Hombres por la Diversidad (HxD) en ese territorio del centro del país. La muchacha está decidida a continuar la batalla legal para recuperar la custodia de Jennifer de la Caridad "ahora con 8 años y en segundo grado", pero además, mostró total disposición a hacer pública su historia.
 
A los 13, el padre de Anaíris "la perjudicó", o sea, abusó de ella sexualmente. Era una adolescente de 17 años cuando contrajo matrimonio con el padre de la niña, un profesor de cultura física que en la actualidad trabaja en la dirección municipal de Deporte y Recreación de Cumanayagua, y a quien ella define hoy como "un alcohólico".
 
Jennifer nació el 17 de febrero del 2004, y aunque Anaíris no pudo o no quiso hablarme sobre el momento exacto en que descubrió su orientación homosexual, sí me expresó de manera categórica que lo que siente hoy con su nueva relación, "nunca me pasó con mi esposo".
 
Cuando salió del closet, la madre fue a vivir con la niña para la ciudad de Cienfuegos durante un breve periodo, pero a petición del padre y su familia la envió de vuelta a Cumanayagua con el pretexto de unas vacaciones, y no quisieron devolvérsela. Entablaron un litigio contra ella, donde testificaron en su contra no solo el padre de la niña, sino la propia madre de Anaíris, la abuela, las tías.
 
Según Frank Alfonso, el abogado del bufete colectivo de Cumanayagua que ahora lleva el caso, la sentencia de aquel primer proceso fija de modo explícito que la decisión de retirarle la guardia y cuidado de Jennifer no es porque ella sea lesbiana, sino "por determinadas conductas, la forma en que llevaba su orientación sexual, que no son las más acordes".
 
Fragmentos de la sentencia que Anaíris me leyó dicen que "la demandada abandonó la vivienda donde vivía con la familia y comenzó a residir en Cienfuegos con una persona de su mismo sexo", en una vivienda que caracterizan como pequeña, pero "con la debida limpieza e higiene".
 
Luego fundamenta que "no es con quien convive ni cómo, lo que impide que se acojan las pretensiones de la demandada, sino por la vida desordenada que está llevando en dicho lugar, donde se relaciona con personas de dudosa moralidad y comportamiento no acorde a la correcta formación de una joven, que influirán de manera negativa en la menor"
 
"Incluso cuando visita su municipio la demandada realiza fiestas en forma indebida con otras parejas homosexuales, incluso cerca de la vivienda donde permanece la menor y luego la visita con la pareja de mano, dando fe de ello la propia abuela de la demandada…"
 
Anaíris sostiene que aquel juicio estuvo plagado de mentiras y que no tuvo una defensa adecuada. "Era yo sola contra todo el mundo", exclamó.
 
Ella afirma que no tiene antecedentes penales de ningún tipo, ni tampoco su pareja y que lo dicho acerca de sus vínculos sociales alude solo al hecho de que tiene amistades lesbianas y gays. En cuanto a supuestas "fiestas de parejas homosexuales cerca de donde vive su abuela y la niña, aduce que no sabe cuáles habrán sido tales parejas en Cumanayagua, porque allá gay es su hermano varón, quien precisamente es pareja del hermano de su actual relación "a él sí lo aceptan en mi familia", dijo, y la única casa próxima donde tal vez podrían haber coincidido es donde vive la mamá de Anaíris con su esposo actual.
 
Niega incluso que ellas sean de "ir de mano o darse besos delante de la gente" como alegaron (y le repliqué que tampoco es un delito hacerlo).
 
También es verdad que no tiene casa propia, pues ella nació y vivió siempre en la de su abuela, donde aún permanece en el registro de dirección, aunque no la dejan entrar. Allí vive la niña con el padre, además de dos tíos maternos, y de hecho, a petición de la familia, la Policía de la localidad le advirtió que la "meterían presa" si volvía a exigir su derecho a la convivencia. Por tal motivo, actualmente Anaíris y su pareja rentan esa pequeña casa en la ciudad de Cienfuegos, con la perspectiva de comprarla entre las dos.
 
¿Hasta dónde este caso es o no el resultado de la presunta conjunción de acciones de represalia por despecho marital, prejuicios y homofobia en un contexto rural y familiar hostil? Lo cierto es que tres tribunales (municipal, provincial y Supremo) fallaron en contra de esta madre lesbiana, y ella perdió la guarda y cuidado de su hija, con quien le establecieron un régimen de comunicación que su actual abogado califica como "bastante restringido".
 
Pero la tragedia no concluye ahí. Me cuenta Anaíris que en la actualidad la niña llora y le manifiesta su deseo de estar con ella. Refiere además que como madre, está muy atenta a las necesidades de Jennifer y a su situación en la escuela. La maestra es incluso uno de los testigos que declarará a su favor en la vista que debe tener lugar ante el tribunal municipal el próximo 12 de junio. También una tía que testificó en su contra la vez anterior, está dispuesta a apoyarla en esta ocasión, para admitir que hubo falsedades en los testimonios.
 
Sin embargo, alega Anaíris que Jennifer le contó que el papá y la bisabuela la llevaron ante la fiscalía municipal y la presionaron para que dijera que no quería estar con su mamá. Su abogado, por otra parte, alega que una comisión multidisciplinaria que existe a nivel municipal con la participación de representantes de la Federación de Mujeres Cubanas, trabajo social y otras organizaciones locales, avalan como positiva la relación del padre con la hija. Como parte del nuevo proceso, la defensa solicitó para la niña un reconocimiento pericial por un psicólogo infantil, procedimiento que arbitrariamente y sin ninguna explicación le acaban de denegar.
 
"El padre tiene la guarda y cuidado, pero no la ejerce", alega Anaíris. De acuerdo con lo que ella dice que la niña le cuenta, es su abuela "la bisabuela de Jennifer" quien la atiende y lleva a la escuela, además de referirle otros incidentes por la propensión del papá al consumo de bebidas alcohólicas, al igual que de los dos tíos con que su hija convive.
 
"El problema" según la madre "llega al extremo de que su abuela despierta a la pequeña en la madrugada para que le ayude a acostar al padre borracho. Él frecuenta fiestas y reuniones donde bebe, y en ocasiones lleva a Jennifer como si eso fuera un paseo. Conocidos de Anaíris le han referido que en alguna oportunidad han sido los amigos del papá quienes han traído a la niña en hombros hasta la casa, porque él no ha estado en condiciones de hacerlo."
 
Hacia ella, el padre de su hija ha mostrado también comportamientos violentos, que han llegado hasta las amenazas con armas blancas y agresiones físicas como la que aconteció en abril último, cuando ella le reclamó por no dormir una noche en la casa y dejar a la niña sola con la bisabuela, episodio que terminó con una simple multa para el agresor. "La Policía no hace nada", enfatizó Anaíris.
 
A pesar de todas esas evidencias, el abogado de Cumanayagua plantea que en el año que transcurrió desde el proceso anterior, no hubo variaciones significativas en las circunstancias que motivaron aquel fallo, como para solicitar un cambio trascendental en el régimen de guarda y cuidado de la menor, que ciertamente no tiene por qué ser una decisión definitiva. Por eso como defensor de Anaíris solo planteó una modificación en los términos para la comunicación entre la madre y su hija, a la cual están opuestos el padre y la fiscalía, y por ello no hubo acuerdo en una vista previa el pasado 31 de mayo.
 
Otro de los argumentos que ahora suman contra Anaíris es que no tiene trabajo, situación en la que está desde alrededor de un año antes de su nueva relación, pues laboró contra la voluntad de su esposo durante un tiempo como auxiliar de contabilidad en un comedor y luego como dependienta en una bodega, pero tuvo que dejarlo para atender a su abuelo, quien luego falleció. Ahora la sostiene económicamente su pareja, quien recibe ayuda de familiares en el exterior. Está en trámites para comenzar a laborar por cuenta propia.
 
Desde este lunes, pude facilitar que Anaíris entrara en contacto con el departamento de asesoría jurídica del Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX), cuyos especialistas enseguida mostraron la mejor disposición a colaborar en todo lo posible para el esclarecimiento y solución de este penoso asunto.
 
No obstante, por primera vez tal vez me tomo la atribución de pedir a los lectores de esta bitácora que difundan esta historia por todas las vías posibles, para hacerla llegar a cualquier institución o persona en Cuba que pueda influir desde posturas administrativas o políticas, e incluso determinar, en la pesquisa exhaustiva e imparcial para la toma de decisiones legales alrededor de este caso.
 
Como al parecer queda bastante claro, todavía son tan hondos los prejuicios y la homofobia en nuestro país, que pueden calar hasta lo más profundo de nuestro sistema judicial, y quizás hasta hacer tambalear a la justicia. Ni esta madre ni su niña de ocho años lo merecen.
 
Tomado del blog Paquito el de Cuba
 
Contactos útiles en este caso:
 
Municipio Cumanayagua:
Federación de Mujeres Cubanas de Cumanayagua (043) 43 3439
Tribunal Municipal Popular de Cumanayagua (043) 47 7563
Fiscalía Municipal de Cumanayagua (043) 43 3501
Bufete Colectivo de Cumanayagua (043) 43 3073
 
Provincia Cienfuegos:
Federación de Mujeres Cubanas de Cienfuegos: (043) 52 5511
Tribunal Provincial Popular de Cienfuegos:
    Presidente (043) 52 6960
    Seccion Civil (043) 51 9102
 
Instancias nacionales:
Orientación Jurídica del CENESEX: (07) 838 2528 y 838 2529
Tribunal Supremo Popular de Cuba:
    Atención a la Población: (07) 881 9102
    Presidencia: (07) 883 1483, 881 1067, 885 4822 y 881 0008
    Sala Civil: (07) 881 2013

1 de junio de 2012

Desigualdades económicas en la educación en Cuba ¿llegaron para quedarse?

Tags: Cuba, Educación, desigualdad 
 
Marilú es una estudiante de preuniversitario. Vive en un pueblito rural, en el que cursó hasta el  noveno grado en las escuelas construidas allí después del año 1959. Para la continuidad de estudios, debe transportarse diariamente hasta la cabecera municipal.
 
El primer problema surge con el transporte. El ómnibus público que sale de otro paradero, le adelanta algunos kilómetros pero, aún así, desde el final de su recorrido hasta el centro urbano donde se encuentra el Pre, faltan un largo trecho. Con inestabilidades determinadas por los vaivenes en la política de autorizaciones, un particular brinda este servicio con una camión que cobra una cantidad, modesta para estos estándares, de cinco pesos. Como gesto excepcional, el hombre ha accedido a permitir que los estudiantes abonen solo dos pesos, a condición de que vayan de pie.
 
Una vez en la escuela, Marilú pasa la jornada de la mañana y también, por orientaciones estrictas de las autoridades de funcionar de esa manera, la de la tarde. Esto implica la necesidad de almorzar, pero el centro escolar no brinda este servicio. Los estudiantes deben agenciarse algo por su cuenta, y lo menos que cuesta un refrigerio, poco sano para sistematizarse, de una pizza y un refresco, es algo más de diez pesos.
 
Por suerte la familia de Marilú tiene, además de una finca de donde extraen –con mucho trabajo– el sustento material suficiente, la suficiente conciencia como para invertir en la hija los más de doscientos pesos mensuales que nos va costando esta historia. Ahora esa suma crece un poco, no exponencialmente gracias a que la escuela en sí, esto es, las clases, son gratuitas, y los libros –los que hay–  se facilitan en préstamo igualmente sin costo; pero crece por varios factores. El uniforme amortigua los costos; un poco, porque llevar zapatos viejos es una humillación difícil de tragar en esa etapa. Para otros insumos ¬ –libretas, bolígrafos– hay que poner también una tierrita de vez en cuando. Otras familias con condiciones económicas no tan sólidas como la de Marilú, o de pensamiento más conservador ¬-abundante, incluso más, en los ambientes rurales-, podrían y de hecho llegan a la conclusión de que ya la muchacha estudió lo suficiente y que lo que le corresponde es empezar a servir económicamente a la familia, y hasta conseguir un marido proveedor.
 
Como la familia de Marilú también puede, se permite pagar a varios repasadores que suplen las deficiencias de los bizoños profesores de esta, cuando no la llana ausencia de los mismos. Marilú aspira a entrar a la Universidad, y más le vale sacar buenas notas en los exámenes de Español y Matemáticas.
 
Lejos, pero no demasiado, del pueblo de Marilú, vive Yoenis. Yoenis puja cada madrugada con un par de ómnibus en la capital del país para llegar al ISPJAE, donde se prepara como ingeniero. Yoenis, como Marilú, no paga un centavo por el derecho de asistir a clases impartidas por doctos profesores, ni por los libros que recibe en préstamo, ni por usar los laboratorios de computación. Pero tampoco dispone de almuerzo, solo asegurado para los estudiantes becados del interior del país. Y a esa edad, los jóvenes tienen un hambre... Yoenis recurva por los pequeños dispendios de víveres que florecen alrededor de la CUJAE, como también se le llama a su universidad pero, en esta capital, una merienda de medio palo para pasar el día se lleva, igualmente, no menos de quince pesos. Vaya, más de trescientos al mes.
 
En el barrio de Yoenis, la mayoría de sus coetáneos ya están en algún tipo de actividad económica, más diestra o más siniestra. Un par de chicas ya se buscaron maridos y, un chico, una novia española. Él es el único que todavía es mantenido por sus padres; con el agravante, cuando se compara con Marilú, de que en la Universidad no hay uniforme... Yoenis se debate entre el calvario juvenil que es ser el peor vestido del aula, prácticamente el paria, y las malas caras que recibe cuando no le queda más remedio que sustituir un pantalón roto o un pulóver ajado más allá de lo concebible en el ambiente docente. El mensaje velado que recibe, con cada ayuda monetaria, le hace quedar como el vago que solo anda con libros cuando todos ya están doblando el lomo. Pero quemarse las pestañas oyendo el refunfuño tras sus espaldas, es lo único que le permite a Yoenis mantenerse casi a la par de los compañeros de familias con tradición profesional que les pueden aclarar las dudas a sus vástagos, o de aquellos más acaudaladas que pueden pagar al repasador correspondiente. Tal vez terminar la carrera sea el único camino hacia adelante y más allá de la precariedad, pero Yoenis lo tiene muy cuesta arriba.
 
El ajuste de la plantilla de estudios de nivel superior no deberá esgrimirse como razón para la exclusión de unas clases de personas de estos niveles educativos. La renuncia al propósito –disparatado, de hecho– de una educación superior total tendría que ser sucedida por una política de captación basada en capacidades intelectuales y no económicas. Lo contrario simplemente consolidará y ensanchará la desigualdad, destruyendo de paso los puentes que podrían tomar muchas personas jóvenes para salir de las condiciones de marginalidad en que se encuentran.
 
Puede argumentarse que, en Cuba, se gana más dinero hoy en día con cualquier profesión manual que con una carrera universitaria. Pero este argumento peca de unilateral, pues una cosa es tener dinero y, otra, salir de la marginalidad, convertirse en "alguien". El profesional tiene muchas más puertas abiertas, como bien lo saben las familias acomodadas que no reparan en gastos para enrumbar a los herederos. La existencia de estratos muy bien conocidos donde corre mucha plata, torna insostenible el argumento de que no hay de dónde sacar para garantizar los derechos de Marilú y de Yoenis.
 
Este servidor lo tiene muy difícil cuando trata de elucubrar una solución al enraizamiento en nuestra de las desigualdades sociales que, en materia educativa, implica inevitablemente el deterioro de las condiciones y posibilidades de estudio de los y las estudiantes jóvenes provenientes de familias de menores ingresos. Los mecanismos amortiguadores que tomaban lugar en los centros educacionales como alimentación, transporte en algunos casos, mayor cantidad de material escolar y hasta calzado, han sufrido los recortes de los presupuestos sociales y nadie espera que esto se revierta en un momento cercano –más bien todo lo contrario. De hecho, a veces se presenta públicamente esta situación como "los éxitos" del día, con un discurso público indistinguible del prevaleciente en las sociedades del neoliberalismo. La extensión y naturalización de la actividad de maestros particulares hace punto menos que risible la asunción de que la educación privada esté proscrita o, siquiera, mal vista.
 
Así que será un cuestión de mucho trabajo el lograr evitar que, a nivel de la sociedad cubana entera, las desigualdades sociales se vuelvan determinantes en establecer quiénes pueden estudiar y hasta qué nivel. Mucha gente deberá "darle coco" al asunto, mucha insistencia será imprescindible, muchos esfuerzos y sacrificios de otras partes y propósitos, en pro de que el dinero de sus padres, –o la falta de este– no se constituya en el obstáculo insuperable para que Marilú y Yoenis puedan aspirar a alcanzar aquello a lo que tal vez le permitan su talento y esfuerzos personales.